Arrancan las obras que abrirán al público el yacimiento romano bajo el Museo Thyssen

Las obras que abrirán al público el gran yacimiento romano que se conserva en el sótano del Museo Thyssen ya han comenzado, aunque lo hacen un par de años después de lo previsto inicialmente.

La contratación de los trabajos se extendió más de lo esperado después de que quedase desierto el primer concurso público lanzado en 2022 y obligase a revisar el presupuesto, que finalmente se incrementó en más de 100.000 euros para volver a sacarlo a licitación.

En ese segundo intento, Urbanismo adjudicó las obras a la única empresa interesada, Hermanos Campano, que es una de las empresas malagueñas encargadas de la construcción del tejado a dos aguas de la Catedral de la Encarnación. El presupuesto de adjudicación finalmente asciende a 425.898 euros.

El contrato se formalizó a principios de marzo y la Gerencia de Urbanismo ha confirmado a este periódico que la obra cuenta ya con acta de inicio. Tanto es así que ya han comenzado los trabajos previos, centrados en la introducción de materiales en el sótano del Palacio de Villalón, según explican fuentes municipales, que subrayan la "complejidad" de este espacio para el desarrollo de estos trabajos.

Una intervención que durará ocho meses, por lo que la adecuación del yacimiento para hacerlo visitable no estará listo, como poco, hasta principios del próximo año.

Vestigios romanos

En el sótano del Palacio de Villalón se conservan restos de un polígono industrial asociado al comercio del salazón de pescado característico de la etapa romana además de una vivienda y un ninfeo -una fuente dedicada a las ninfas- que mantuvo su actividad entre los siglos I y V. 

Además, se han hallado mosaicos geométricos decorativos en las habitaciones, parte de una escultura de bronce, piezas de cerámica de diversas épocas y monedas.

Unas piezas con un gran valor arqueológico y patrimonial que salieron a la luz en varias campañas de excavación desarrolladas entre 2005 y 2010.

Intervención

La adecuación del sótano incluye la adaptación y la mejora de las instalaciones existentes de iluminación, climatización y protección contra incendios, la ejecución de una pasarela que permita recorrer los restos, el refuerzo de la estructura existente cuando sea necesario y el revestimiento y la pintura de los paramentos horizontales y verticales.

Se creará un recorrido accesible para la contemplación del yacimiento, que se inicia en una plataforma de recepción y concluye en una segunda plataforma de carácter expositivo.

Ambas se conectan por una pasarela cuyo recorrido permite una contemplación de los restos 'in situ', y en aquellas zonas donde existen elementos que impiden aproximarse a los restos se plantea un techo suspendido de acero inoxidable pulido cuyo efecto espejo permitirá a los visitantes tener una visión cenital complementaria desde la propia pasarela.

Incluye además la ejecución de revestimientos, acabados e iluminación adecuados para convertir el sótano arqueológico en una sala más del museo.