La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) en Andalucía ha advertido este martes de que con la llegada de las altas temperaturas crece el riesgo de incendios, y recordó que la actividad agraria desempeña un papel "fundamental" en su prevención.

En una nota, explicó que las previsiones meteorológicas apuntan a un verano seco y caluroso, circunstancia que, unida a la densa vegetación que han dejado las lluvias del invierno, puede facilitar la expansión del fuego. De ahí la importancia de mantener un monte vivo, que conserve cultivos y actividades tradicionales como el corcho o el castaño, y la acción de los agricultores y, especialmente, la de los ganaderos que es "fundamental" para la prevención, que es "la mejor herramienta para combatir los incendios".

En ese sentido, las labores de pastoreo convierten a los ganaderos en vigilantes permanentes, al tiempo que contribuyen a limpiar el monte de material combustible, sobre todo en zonas de difícil acceso. Igualmente, la acción del ganado controlada por los pastores mantiene además las áreas cortafuegos, provocando discontinuidades en las masas forestales que impiden la propagación de los incendios, actividad ésta promovida mediante iniciativas como la Red de Áreas Pasto-Cortafuegos de Andalucía (Rapca), puesta en marcha por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, que cuenta con la colaboración de COAG.

La presencia del ganado en el monte tiene además muchos beneficios ambientales, ya que favorece la biodiversidad, contribuye a la dispersión de semillas, mejora la estructura del suelo y reduce la erosión y la desertización. Todo ello, sin olvidar su contribución al desarrollo rural sostenible y a la fijación de población en el medio rural.

La apicultura también desempeña un papel importante en la prevención de incendios, ya que los apicultores contribuyen con sus desplazamientos a un mejor mantenimiento de las veredas y caminos rurales, además de desempeñar tareas de vigilancia que facilitan la prevención y una más rápida extinción del fuego.

Dentro del marco de colaboración permanente que esta organización agraria mantiene desde hace más de una década con la Administración andaluza en materia de Medio Ambiente, destacan asimismo multitud de proyectos e iniciativas destinados a mejorar la formación y concienciación en materia de prevención de incendios.

Este año, COAG organizará diversos cursos y jornadas que contarán con más de 1.600 participantes. También se van a editar folletos y material divulgativo y se van a insertar diversos anuncios y artículos en las publicaciones de COAG.

Igualmente, esta organización agraria trabaja para fomentar entre los titulares de explotaciones forestales la creación de Asociaciones de Defensa Forestal (ADF) y la constitución de Grupos Locales de Pronto Auxilio (GLPA), la primera avanzadilla en caso de conatos de incendio. Asimismo, COAG realiza labores de coordinación y promoción de Planes Locales de Emergencia por Incendios Forestales (Pleif) entre los ayuntamientos titulares de terrenos forestales.

España es el segundo país de la Unión Europea (UE) en superficie forestal, con más de 27 millones de hectáreas. Andalucía cuenta con el 16 por ciento de esa superficie forestal, con más de cuatro millones de hectáreas, que suponen el 50 por ciento del territorio. Los terrenos forestales constituyen una fuente imprescindible de recursos naturales, además de proporcionar servicios a la sociedad y ejercer una importante función ambiental.

El pasado año, según datos de WWF, hubo más de 15.000 incendios en España, que arrasaron más de 123.000 hectáreas. Los incendios forestales representan una de las mayores amenazas del monte andaluz y cada año provocan grandes pérdidas económicas y ambientales.