Después de que el PP desafiara la ley electoral al incluir a cinco alcaldes como cabezas de lista al Parlamento andaluz, IU, que sacó adelante con el PSOE el veto a los regidores, dejó claro ayer que no permitirá una insumisión a la norma. El coordinador regional, Diego Valderas, exigió a los alcaldes que vayan en las listas de su partido el 25-M que garanticen públicamente que abandonarán la alcaldía en el caso de ser elegidos diputados.

La advertencia va dirigida a Juan Manuel Sánchez Gordillo, regidor de Marinaleda (Sevilla), quien se opuso, en contra de su partido, a esta reforma de la ley. Ayer anunció que dejará la alcaldía para ser diputado y que si IU no lo incluye como número uno por Sevilla, la CUT-BAI –formación que lidera y que es una de las más importantes de IU– abandonará Izquierda Unida.

La semana pasada, Valderas despejó la incógnita y anunció que, de nuevo, se presentará a las autonómicas por su provincia natal, Huelva, que, no obstante, es una plaza más complicada desde el punto de vista electoral que Sevilla. Dejaba así vía libre a Sánchez Gordillo para concurrir por la capital andaluza y, de paso, se ahorraba un enfrentamiento con la CUT. Pero la elaboración de las candidaturas todavía no está cerrada e IU es un partido de todo menos unido.

El alcalde de Marinaleda avisó de que la CUT «se vería obligada» a abandonar IU si no es él quien encabeza la candidatura por Sevilla. En declaraciones a Europa Press, Sánchez Gordillo indicó que IU estaría «echando» a la CUT si esta candidatura la encabeza un representante del Partido Comunista de Andalucía (PCA).

Sobre la exigencia de abandonar la alcaldía para ser diputado, el regidor, que lleva al frente del ayuntamiento desde las primeras elecciones democráticas de 1979, aseguró que renunciaría. «Sería primer teniente de alcalde en Marinaleda y ejercería las mismas funciones y el mismo papel que hoy desempeño. Esta es por tanto ésta una cuestión estúpida y ridícula", manifestó.