El presidente de la Junta, José Antonio Griñán, se mostró ayer convencido de que la única forma de garantizar la equidad en la financiación autonómica es la reforma de la Constitución, y aseveró que sería negar la realidad afirmar que el actual modelo territorial «no puede tocarse».

Griñán hizo esta reflexión en la sesión parlamentaria de control al Gobierno, en la que respondió a una pregunta de IU sobre el debate territorial y de financiación de las comunidades autónomas.

El presidente de la Junta justificó la necesidad de abordar la reforma de la Constitución en que «la ley de leyes no preveía ningún modelo territorial», el cual ha ido construyéndose poco a poco y no está terminado. «Son muchas voces sensatas las que plantean la necesidad de un nuevo consenso, que incluya a todas las generaciones», indicó Griñán, tras lo que recordó que Alemania ha modificado 56 veces su Constitución y Francia lo ha hecho otras veinte.

A su juicio, la reforma sería el «desenlace lógico» y debería sustentarse en una «definición clara y cerrada» de las competencias y la financiación, y en un Senado «que sea, de verdad, una cámara territorial», ya que la ausencia de ello ha provocado «riñas y conflictos competenciales» que han tenido que ser resueltos en el Tribunal Constitucional.

Caballo de batalla. Resaltó que la financiación autonómica ha sido desde el inicio el caballo de batalla del debate territorial y señaló que ha provocado efectos negativos para Andalucía, no sólo en el reparto de las inversiones sino en otros aspectos como la distribución del Fondo de Liquidez Autonómico.

«Tendríamos que ver la forma de darle la vuelta a lo ya existente para que no se perjudicara tanto a Andalucía», dijo tras recordar que a Cataluña se le ha autorizado una desviación de hasta 3.000 millones «aunque debe más» que Andalucía.

Respecto a otro asunto polémico de la actualidad nacional, Griñán advirtió ayer de que el Gobierno de la Nación va a tener que compensar a Andalucía por el impuesto sobre depósitos bancarios «con dinero de todos los españoles» después de haber aprobado el establecimiento de dicho impuesto a tipo cero y de impedir a las comunidades autónomas cobrar el suyo propio.

«Andalucía no va a poder recuperar el dinero que tenía previsto a cuenta del impuesto regional a la banca y será el Gobierno el que tenga que compensar a Andalucía», dijo. «Y en vez de pagarlo los bancos, lo pagarán todos los españoles, lo que es tremendamente injusto», apostilló.