La candidata a la Presidencia de la Junta, la socialista Susana Díaz, no logró ayer ser investida en la primera votación celebrada ante el Pleno del Parlamento, al haber obtenido el voto favorable únicamente de los 47 diputados del PSOE-A y el contrario de los 62 parlamentarios de PP-A, Podemos, Ciudadanos e IULV-CA.

Díaz requería una mayoría absoluta en esta primera votación para ser investida. El presidente del Parlamento, el socialista Juan Pablo Durán, fijó la segunda votación para el viernes a las 11.00 horas. Entonces prosperará la investidura si la candidata socialista logra mayoría simple. Para ello necesitará la abstención de 16 parlamentarios, lo que exige que se abstenga el PP-A -33 diputados- o Podemos y Ciudadanos -15 y 9, respectivamente-. Caso de no conseguirse mayoría simple, se podrán tramitar sucesivas propuestas que podrán ser sometidas a votación cada 48 horas.

Si transcurrido el plazo de dos meses a partir de la primera votación -es decir, el 5 de julio- ningún candidato obtuviera la mayoría simple, el Parlamento quedará automáticamente disuelto y la presidenta en funciones deberá convocar nuevas elecciones que se celebrarían ya en septiembre.

El debate de investidura se inició el lunes con la intervención de Susana Díaz ante el Pleno para exponer su programa de gobierno, mientras que ayer estuvo dedicado a las intervenciones de los portavoces parlamentarios y a la réplica de la presidenta a éstas.

Al cierre del debate y antes de producirse la votación, que fue a viva voz, Susana Díaz pronunció unas últimas palabras ante el Pleno para defender que ha presentado un proyecto «reformista, incluyente, moderno y de vanguardia» que tiene que abrir los mejores años en esta tierra y que está centrado en las personas y en la recuperación económica y de derechos. Según apuntó, se han incluido propuestas de otras formaciones políticas, en ese camino del diálogo y del acuerdo en el nuevo tiempo que esperan los ciudadanos.

Estimó que este debate ha sido esclarecedor tanto para los diputados como para los ciudadanos, porque se ha evidenciado que ella tiene un proyecto claro para Andalucía, y porque ha puesto «negro sobre blanco» que no hay proyecto ni una mayoría alternativa para Andalucía a la que dieron los ciudadanos a los socialistas en las urnas.

Señaló que ello le permite reclamar el derecho de que se le permita formar un gobierno que dé respuesta a los problemas de los andaluces. Para Díaz, Andalucía no puede perder ni un minuto, por lo que hay que dejar a un lado el «tacticismo electoral» y la «cortedad de miras de algunos».

Díaz garantizó que en esta legislatura los socialistas se van a dejar la piel por Andalucía, aunque, a la vista de lo que ha ocurrido en el debate de investidura, auguró que no se lo van a poner fácil.

Durante su intervención ante el Pleno, el presidente del PP-A, Juanma Moreno, reiteró el «no» de su formación a la investidura de Susana Díaz, al tiempo que le propuso un paquete de 146 medidas prioritarias para Andalucía como base para llegar a posibles acuerdos en futuras votaciones.

Moreno, quien criticó la «soberbia» de Díaz, explicó que dichas medidas son «sensatas y realistas» y se engloban en cuatro bloques: reforma fiscal, un gran pacto por el empleo, transparencia, regeneración democrática y lucha contra la corrupción, y servicios públicos y políticas sociales. Pidió también a la candidata que acepte una comisión de investigación sobre el caso de las ayudas a la formación y garantizó que su partido no le va a tender «una alfombra roja» a la investidura para los socialistas «barran» de la misma lo que ha ocurrido en materia de corrupción en esta comunidad.

Díaz reprochó a Moreno que el PP-A no le haya hecho llegar hasta ahora ninguna propuesta, como sí han hecho otras formaciones.

Por su parte, la secretaria general de Podemos en Andalucía y portavoz parlamentaria, Teresa Rodríguez, dejó claro que su formación también votará en contra en la segunda votación a la investidura y, en caso de que se cambiara de posición, podría haber consulta a las bases.

Dijo desconfiar de la «diputada Díaz», a la que pidió hechos y no titulares grandilocuentes que luego no se llevan a cabo. Asimismo, lamentó que el PSOE-A no haya respondido a sus dos condiciones, sobre los desahucios y altos cargos, a la par que defendió que es más urgente revocar el artículo 135 de la Constitución, referido al techo de gasto de las administraciones, que la reforma electoral que propuso en su discurso Susana Díaz. Podemos exigió un gobierno que «esté del lado de los ciudadanos» y que se plante ante los bancos para que «no hagan negocio con el dinero de los andaluces».

En lo que respecta a Ciudadanos (C´s), el presidente del grupo parlamentario, Juan Marín, exigió al PSOE-A que reclame el acta en el Congreso y en el Senado a los expresidentes de la Junta Manuel Chaves y José Antonio Griñán, imputados en el caso de los ERE, en cuanto se firme el pacto anticorrupción anunciado el sábado entre su formación y el PSOE-A.

En la que fue su primera intervención en el Parlamento andaluz, Marín reiteró su «no» a la investidura de Díaz pese a valorar los «gestos» que la socialista tuvo con esta organización durante su discurso, especialmente en materia de corrupción, al haberse incluido medidas del decálogo planteado. A su juicio, el programa que defendió Díaz fue el del PSOE-A y no el de Ciudadanos y por eso iban a votar en contra, aunque reiteró su disposición a alcanzar acuerdos puntuales durante la legislatura si consigue los apoyos que necesita para ser investida presidenta de la Junta.

El coordinador general de IULV-CA y portavoz parlamentario, Antonio Maíllo, manifestó que su posición en contra a la investidura de Susana Díaz viene porque «no le creen ni una palabra» tras un discurso que estuvo «vacío». «Quien no la conozca que la compre», le dijo a la candidata.

Maíllo criticó los «guiños a la derecha» que realizó Díaz durante su discurso, que estuvo «dirigido a los poderosos y no a los andaluces», para incidir en que resaltaba más «por lo que omite» que por su contenido.

Por último, el portavoz parlamentario del PSOE-A, Mario Jiménez, avisó a Podemos y a Ciudadanos de que con su postura en contra a la investidura de Díaz pueden estar participando «de estrategias que se están queriendo escribir en la Moncloa para impedir que Andalucía tenga gobierno». Consideró «muy grave» que el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón, diga que generaría más inestabilidad un Ejecutivo débil que unas nuevas elecciones en Andalucía, de manera que exigió al presidente del PP-A que le pida que rectifique, ya que estas afirmaciones, a su juicio, «dejan en evidencia que el Gobierno de la Nación quiere condicionar la libertad de los andaluces para definir su futuro».