Los criterios para la escolarización de alumnos en Andalucía se mantienen y sigue primando la presencia de hermanos en el colegio o la cercanía del domicilio familiar. Sin embargo, la Junta de Andalucía ha introducido una serie de cambios en el decreto para mejorar el proceso y garantizar la igualdad de oportunidades a todas las familias, adaptándolo también a las exigencias de la Lomce. Entre las principales novedades, Educación eliminará las listas de espera una vez que finalice el periodo ordinario de admisión. Es decir, que el alumnado que en septiembre se ha quedado con la miel en los labios y en los primeros puestos de la lista, sin plaza, no tendrá prioridad aunque se produzcan nuevas vacantes durante el curso.

Al contrario, esta prioridad se reserva a los alumnos afectados por el traslado de la familia y el cambio de residencia, siempre que esté justificado. También a las mudanzas derivadas de actos de violencia de género.

Para acreditar el primero de estos supuestos será necesario presentar un certificado histórico de empadronamiento donde conste que se ha producido un cambio de localidad. Además, en los casos en que proceda, también se aportará el informe de vida laboral y una certificación expedida por la persona titular de la empresa o por el responsable de personal.

«Los cambios introducidos mejoran la eficacia del proceso y lo hacen más accesible a las familias en condiciones de igualdad y no discriminación», explicó ayer el portavoz del Gobierno andaluz, Miguel Ángel Vázquez.

Estas circunstancias hacen referencia a la movilidad forzosa de cualquiera de los padres, madres, tutores o guardadores, y a la adopción u otras formas de protección de menores.

Aumento de plazas

Del mismo modo, el nuevo decreto también establece la posibilidad de aumentar la ratio en las aulas. Respecto a los nuevos supuestos para el aumento de plazas, la Consejería de Educación podrá autorizar, cuando no haya vacantes, hasta un 10% del número máximo de alumnos por unidad escolar si se acreditan necesidades de escolarización derivadas de estos traslados de la unidad familiar una vez finalizado el periodo ordinario de escolarización.

Este incremento se distribuirá de forma equitativa entre todos los centros sostenidos con fondos públicos de una misma zona de escolarización del municipio.

Competencias del director

Junto con estos cambios, se ha introducido otro directamente derivado de la aplicación de la Lomce y, así, en el caso de los centros públicos, los directores pasan a tener las competencias de admisión en detrimento de los Consejos Escolares, que hasta ahora ejercían estas atribuciones.

En el proceso de escolarización participa todo el alumnado que se incorpora por primera vez al sistema educativo, tanto en centros públicos como concertados, así como el que cambia de centro escolar.

Según el portavoz del Gobierno, este procedimiento es «transparente» y aporta garantías para las familias y ha apuntado que el 97% de los alumnos obtiene plaza en uno de los centros que solicita.