En política, aunque el discurso es lo más importante, no hay que dejar de prestar atención a aspectos que inicialmente pueden pasar desapercibidos, como es el caso del estilismo. La puesta en escena es esencial, y en ella, los looks elegidos siempre han sido una pieza clave.

Cada prenda significa un qué o un cómo y define, entre otras cosas, las intenciones que desde la persona se quieren transmitir, todas con un fin común: llegar a su votante objetivo. Aquí, los candidatos a la presidencia de la Junta de Andalucía de los principales partidos políticos que se presentan a los comicios del mes de diciembre, tienen una estética tan diferente como sus ideologías, y así lo confirman las dos estilistas que han analizado sus looks.

Susana Díaz

La actual presidenta de la Junta de Andalucía y candidata a los comicios, ha experimentado un notable cambio en sus estilismos desde que comenzó en política hasta el día de hoy. Así lo señala la asesora de imagen y personal shopper Candela Sánchez, para quien Susana Díaz comenzó con looks más desenfadados, que ha ido cambiando a medida que ha progresado en su trayectoria política, optando por estilismos más formales que le han hecho adoptar una nueva imagen más comprometida. «En estos últimos años ha intentado acercarse a una imagen más seria y sofisticada a base de trajes de chaqueta y vestidos con americana en los actos protocolarios, junto con pantalones y blusas para su día a día», señala.

Ángels Llimargas, coach en imagen y comunicación política, hace referencia al cartel de la campaña para conocer más las intenciones de la candidata. «El color rojo vino de la chaqueta de napa que lleva en él, le aporta juventud y al mismo tiempo poderío, ya que el rojo transmite fuerza y poder. En cuanto a maquillaje, personalmente creo que hay un exceso; soy partidaria de que menos es más, con un maquillaje más natural se le suavizarían las facciones dándole un toque más elegante, no endureciéndolas», destaca.

Juan Marín

El candidato de Ciudadanos sigue la misma línea que el líder nacional del partido. Juan Marín desplaza el uso de la corbata y el traje a actos protocolarios, inclinándose por un aspecto más informal con pantalones o vaqueros acompañados de americanas y camisas en su actos diarios. «Con esta alternancia en sus looks, el candidato intenta dar una imagen profesional a la vez que cercana, poniendo una bandera entre el ciudadano de a pie y el político o empresario, que habitualmente usan traje», destaca Sánchez.

La coach Llimargas desaprueba el trabajo de los estilistas destacando la falta de atención en el resto de candidatos del partido. «No entiendo cómo un partido como Ciudadanos que cuida tanto la imagen de sus dos lideres más notables, Albert Rivera e Inés Arrimadas, no apuesta por la imagen del resto de sus candidatos», afirma. La imagen que transmite este candidato suele ser gris y anticuada sin adaptarse al contenido actual, apunta.

Para Ángels, Juan Marín no consigue transmitir esa sensación fresca que habitualmente acompaña a otros componentes del partido destacando que «sus trajes son grandes y desestructurados y las corbatas, cuando las lleva, son excesivamente gruesas y anticuadas sin coordinarlas con el resto del look. Su imagen y estilismo más bien se parece a un sacerdote o profesor universitario anticuado».

Para la estilista, el cabello está demasiado aplastado, sumando años a su imagen personal y delimitando el espacio facial, ya que le baja demasiado hacia la frente centrando el foco con sus cejas. Para ambas sería conveniente suavizar este apartado e intensificar y mejorar el resto. «Las gafas son muy anticuadas, valdría la pena una buena renovación y actualización de todo su estilismo», afirma Ángels.

Juanma Moreno

El candidato del Partido Popular recurre a la misma estrategia que el de Ciudadanos: prescindir de la corbata en actos que no sean formales y no parecer demasiado sobrio y romper un poco con lo tradicional. «Usa pantalones chinos, camisa y jersey, americanas y cazadoras combinadas con pantalones de vestir e incluso vaqueros, todo perfectamente conjuntado. Suele ir acertado en cuanto a colores», señala Candela Sánchez.

Los looks de Moreno se aprecian más cuidados que los de su adversario masculino y más afines a las líneas ideológicas de su partido, las cuales suelen englobar estilismos mucho más formales y arreglados, tanto en mujeres como hombres. Para Candela, hay algo claro en su imagen: «Si busca conectar con un nicho de votantes fuera de su formación, el estilismo no es su fuerte, ya que este candidato no es lo suficientemente transversal».

En cuestión de colores sus elecciones no son muy adecuadas. «No se si sus asesores le han dicho que el color marrón claro y beige verdoso le favorecen, lo usa en la mayoría de las ocasiones, es excesivo», añade.

En el cartel electoral, el look es azul marino y blanco estilo ejecutivo, pero sin corbata, en el que comete un gran error: no abrocharse la chaqueta o americana, dando lugar a verse más su barriga y los botones de la camisa apretados». Con el uso del chaleco azul marino acolchado propagandístico, transmite una imagen más de ganadero, técnica muy latinoamericana, con el que acercarse a la clase más rural.

Teresa Rodríguez

El estilo de la candidata a la Junta de la formación Adelante Andalucía es sin duda el que marca la diferencia en la campaña electoral andaluza. Es contrapuesto a los looks a los que tradicionalmente acostumbran llevar los políticos españoles, siendo el de Teresa un estilo aparentemente más descuidado e indudablemente informal.

«Es lo que muchas veces hemos catalogado como hippy y del que la política se aleja por completo. El que haya continuado con ese estilo desde el comienzo de su trayectoria transmite una intención clara: Soy una más, uno de ustedes. No soy el político corrupto que ha robado en tu ayuntamiento», precisa Sánchez, la asesora de imagen. En cambio, para Ángels el cambio a lo largo de la trayectoria de Rodríguez ha sido notable. «Sus inicios con pañuelos palestinos o su flequillo cortado recto a lo radical le daban una imagen de lo que realmente en el partido se quería transmitir en aquellos momentos, pero como todo cambia, la imagen de su partido también y por lo tanto, ella. «Es una mujer joven y guapa, aparte de vital, dinámica y con mucha fuerza; todo ello plasmado en sus actuales estilismos, no tan marcados como los anteriores», ha destacado. Para ella, los colores intensos como los rojos o azul marino le aportan fuerza a la hora de hacer llegar su mensaje, al mismo tiempo que los rosados o blancos le confieren jovialidad y dinamismo. En general, usa looks cómodos suavizados, pero fieles a su estilo inicial y separándose de lo habitual en el ámbito político.