La presidenta andaluza en funciones, Susana Díaz, ha advertido este lunes de que al PSOE-A "no le va a poner nadie de rodillas" porque ha ganado las elecciones del 2 de diciembre, y ha apostillado: "Yo soy la candidata del partido con mayor respaldo electoral".

Díaz ha hecho estas manifestaciones durante su intervención ante el Comité Director del PSOE de Andalucía, máximo órgano entre congresos, que analiza esta tarde los resultados de los comicios autonómicos.

La secretaria general del PSOE andaluz, que ha sido recibida con un cerrado y largo aplauso de los miembros del Comité Director puestos en pie, ha recalcado que "nadie tiene derecho a vetar a un partido que ha ganado exclusivamente porque durante 37 años haya sido la opción libre de los votantes".

En otro momento de su intervención ha señalado, no obstante, que no se pueden poner "paños calientes" tras los resultados electorales, que ha achacado a distintas circunstancias, especialmente a la situación política nacional.

Por ello, ha llamado a analizar los resultados haciendo "autocrítica" porque hay una realidad que "no se puede obviar", como es la pérdida de escaños y la posibilidad de que el PSOE deje de presidir el Gobierno andaluz.

Ha confesado que nunca pensó que las referencias constantes del resto de los partidos a la política nacional iban a afectar a los resultados electorales: "Pensé que hablar de Andalucía iba a tener el reconocimiento mayoritario, que se iba a premiar a quien pusiera Andalucía por encima de cualquier otro tema", ha reflexionado.

Así, ha criticado que Ciudadanos "no ha hecho otra cosa que hablar de Cataluña, incluso cerró la campaña hablando de ello" y, al respecto, ha recalcado que comparte las palabras de Josep Borrell de que "lo nacional ha influido".

Cree Susana Díaz que otro asunto nacional que ha influido en los resultados de las andaluzas es la inmigración, aunque ha señalado otros motivos de la pérdida de apoyos del PSOE, como los mensajes lanzados por el PP y Ciudadanos durante la campaña sobre la corrupción pese a que su gobierno -ha remarcado- no tiene una "mácula".

"Pero ha sido duro hacer una campaña viendo a dos personas honestas sentadas en el banquillo", ha recordado en referencia a los expresidentes de la Junta Manuel Chaves y José Antonio Griñán, que están siendo juzgados por el caso de los ERE.

Además, la dirigente socialista ha apuntado que ha podido influir el hecho de que no se haya "recuperado la agenda social" como esperaban los ciudadanos tras la crisis y, ello, a pesar de que la Junta ha aumentado la plantilla de profesionales y la cartera de servicios, además de poner en marcha medidas como la bonificación de las matrículas.

"Otro elemento que ha formado parte de la campaña ha sido los que algunos llamaban 40 años, aunque llevábamos 37 (gobernando), pero parece que lo nuevo es mejor incluso aunque fuera reivindicando cosas que habíamos hecho los socialistas", ha lamentado tras criticar el "mensaje de hartazgo y necesidad de cambio, aunque fuera a peor" que han lanzado el resto de los partidos.

Ha insistido también, entre las causas de la pérdida de catorce escaños, el incremento de la abstención respecto a las anteriores elecciones y el que "mayoritariamente ha votado la derecha y se ha abstenido la izquierda".

Tras este análisis, ha dicho que la obligación de los socialistas andaluces ahora es "trabajar desde el primer minuto para recuperar la mayoría, una mayoría amplia para que no condicione la autonomía ningún argumento externo a Andalucía".

Ha insistido en que va a impulsar un acuerdo con las formaciones constitucionalistas "para liderar el Gobierno andaluz" y ha aprovechado para criticar que Ciudadanos y el PP estén en "despachos de Madrid y Barcelona decidiendo el futuro de Andalucía".

Ha recordado que las elecciones andaluzas han sido las primeras de "un ciclo electoral que determinará si lo que ha pasado aquí sucederá en elecciones futuras, es decir si la entrada de un partido de ultraderecha con esta fuerza se va a repetir en otros parlamentos autonómicos y en los ayuntamientos".

Y ha inquirido si la estrategia de haber estado "todos contra el PSOE para blanquear y normalizar el apoyo de Vox" se va a repetir, pues "no se puede gobernar con 47 escaños" , en referencia a los conseguidos por el PP y Ciudadanos, los mismos que tuvo el PSOE en la anterior legislatura aunque fue apoyado por una "fuerza constitucionalista".

"Ellos solos no pueden aprobar un presupuesto, cualquier votación requiere el apoyo de Vox, que tiene que ser necesariamente un colaborador activo que se implique en la gobernabilidad", ha subrayado antes de señalar que "Rivera tendrá que decidir si quiere ser Macron o Salvini".

Por otra parte, se ha dirigido a los alcaldes socialistas para prometerles que el PSOE "se va a dejar la piel" con el fin de que los ciudadanos "entiendan la importancia de su voto".

"Hagamos el esfuerzo de representar no sólo a los que nos han votado, sino a los que no fueron y ahora se arrepienten de no haber ido a votar", ha pedido.