Espadas y Marín se encomiendan a la campaña tras el mal trago de la encuesta del CIS

A la misma hora en la que Juanma Moreno exhibía músculo triunfalista en Málaga, sus adversarios del PSOE y Ciudadanos, Juan Espadas y Juan Marín, demostraron que no les ha quedado otra que encomendarse a las dos semanas de campaña electoral para encajar el mal trago que ha supuesto para ambos la encuesta del CIS. En respectivos mítines celebrados en Jaén y Jerez de la Frontera, el líder socialista insistió en la movilización de su electorado como receta para ganarle al PP y el candidato de Cs endureció su discurso alertando de la proximidad "de un régimen de derecha" ante un hipotético pacto PP-Vox. 

Lo dijeron solo unas horas después de que el sondeo del Gobierno español los alejara de sus objetivos. De hecho, a Marín ni siquiera se le garantiza su escaño en la provincia de Sevilla y el único en toda la comunidad que Cs tendría atado sería el de Málaga. Y, en el caso de Espadas, al PSOE se le ve estacando en las proximidades de los 33 escaños cosechados por Susana Díaz en 2018 y, encima, su candidato a la presidencia sufriría un doloroso escarmiento en casa. 

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Pese a estimaciones tan sangrantes como las que en el sondeo del CIS le asignan una derrota inédita para el PSOE en la provincia de Sevilla, con él como cabeza de lista a diez puntos del PP, Espadas siguió empeñado en la movilización del electorado progresista: "En Jaén, arrancamos una campaña que afronto con la misma ilusión que cuando decidisteis darme vuestro apoyo como candidato. Estoy convencido del éxito de nuestro proyecto, que va a ser posible gracias a la movilización de cada rincón de Andalucía ¡Vamos a ganar!", señaló contra viento y marea.

El candidato socialista asoció, igualmente, el inicio oficial de la campaña con la llegada de la hora de la verdad: "Llega la hora de salir con fuerza a la calle. Somos el PSOE, un partido fuerte, que sabe, como ahora, cuando lo necesita Andalucía. Son las elecciones más importantes y nos vamos a dejar la piel", prometió.

Espadas insistió en que "el 19J será un 28F, y las y los socialistas vamos a volver a hacer posible que Andalucía avance con decisión y ganas". "El 19J va de decidir si queremos un gobierno que crea en la Autonomía", señaló con un dardo dirigido al PP y Vox.

En sus ataques a la gestión del Gobierno andaluz esta última legislatura, el líder socialista sostuvo que "la Junta del PP ha dejado caer uno de los pilares básicos del Estado del Bienestar: los servicios públicos". "¿Qué ha aportado Moreno Bonilla a la sanidad pública?", se cuestionó.

Por su parte, el líder de Ciudadanos, Juan Marín, relativizó los malos presagios que ponen en peligro su sillón en el Parlamento durante un acto iniciático que tuvo lugar en la ciudad de Inés Arrimadas, Jerez de la Frontera. Con la ausencia de la jefa nacional aunque con la compañía de la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, Marín endureció su discurso aseverando que, tras el "régimen" de 37 años de los gobierno del PSOE, hay que evitar que Andalucía "se convierta ahora en el cortijo de la derecha". Sin perder de vista -aunque sin mencionarlo- un pacto de gobierno PP-Vox, el candidato liberal subrayó que "el único cambio que ha funcionado es el de Cs". "El cambio no es posible donde no estemos nosotros", sostuvo.

El sanluqueño apeló a la defensa de la gestión de su partido en la Junta de Andalucía, como venía haciendo toda la precampaña: "Somos el proyecto que hizo del sueño por el cambio una realidad para todos los andaluces. La transformación de Andalucía solo ha sido posible gracias a un gobierno de Ciudadanos. Este 19J ese cambio debe continuar, no hay mejor opción que esta".

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Era su manera de pasar por alto las encuestas que le dan un resultado testimonial a su proyecto y le llevan a perder la práctica totalidad de los 21 escaños que elevaron al PP a la presidencia. Hace tiempo que, en los discursos de Marín, los sondeos no tienen ningún valor: "El partido empieza 0-0, invito a los andaluces a darle la vuelta a las encuestas", dijo en la tarde-noche jerezana antes de emprender un viaje a Sevilla para la pegada de carteles, como el que también hizo desde Málaga Juanma Moreno.  

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