El Ayuntamiento de Ojén rindió ayer homenaje a Juniper Bird, la primera bebé que ha nacido en el pueblo en los últimos 40 años. Y es que en las últimas cuatro décadas todos los niños de esta localidad -que no llega a los 3.400 habitantes- han sido alumbrados en hospitales situados fuera del término municipal.

Por este motivo, el Ayuntamiento ojeneto ha decidido rendirle un homenaje. En el acto, el regidor de la localidad les entregó una insignia del municipio a la niña y otra a sus padres. El regidor les deseo todo lo mejor en esta nueva etapa de sus vidas.

La pequeña nació el pasado 21 de noviembre en el domicilio familiar y la madre dio a luz asistida por dos matronas. No fue hasta ayer cuando el Ayuntamiento de Ojén comunicó el alumbramiento de la pequeña Juniper y trascendió su llegada al mundo.

Sus padres, Bradford Grant Bird,de nacionalidad sudafricana, y su esposa Carolyne Bird, de origen brasileño, tan sólo llevan unos meses viviendo en el municipio de Ojén.

No obstante, la madre de la pequeña declaró: «Desde el primer momento en el que llegamos a este pueblo supimos que queríamos tener a nuestro bebé aquí».

Para el alcalde de Ojén, José Antonio Gómez, el nacimiento de Juniper supone una doble alegría. «Por un lado, el hecho de recibir una nueva vida siempre es una buena noticia a lo que se le une que es el primer bebé nacido en este municipio desde hace más de cuatro décadas».

Por ello «queremos rendir homenaje a esta recién llegada ojeneta y a sus padres, que eligieron nuestro acogedor pueblo para que su pequeña viniera al mundo» declaró el edil en el acto de entrega de la insignia del municipio.

A este hecho singular se le une una curiosidad y es que el nombre que los padres han elegido para la pequeña, Juniper, y la historia del municipio están relacionados.

La palabra Juniper es el equivalente al nombre científico (juniperus) y significa «enebro», una de las especias cuya cepa se utilizaba como combustible para encender el fuego que calentaba el alambique en el proceso de elaboración del tradicional aguardiente de Ojén antiguamente.

Un dato que los padres desconocían cuando eligieron el nombre para su bebé: «pero ahora que conocemos esta parte de la cultura ojeneta estamos aún más convencidos de que hemos elegido el lugar perfecto para el nacimiento de nuestra hija» remarcó la madre.