Política

Militantes del PSOE de Torremolinos registran una moción de censura contra el secretario general de la agrupación

Culpan de "la situación catastrófica" del partido en la ciudad costasoleña a Antonio Navarro, quien se defiende asegurando que "es un ataque contra el PSOE de Torremolinos guiado por intereses personales y económicos"

El secretario general del PSOE de Málaga, Dani Pérez, acompañado por Antonio Navarro, Jorge Padilla y otros militantes en su visita de la semana pasada a Torremolinos.

El secretario general del PSOE de Málaga, Dani Pérez, acompañado por Antonio Navarro, Jorge Padilla y otros militantes en su visita de la semana pasada a Torremolinos. / L. O.

Cristóbal G. Montilla

Cristóbal G. Montilla

El mismo día en el que el PSOE recuperaba la alcaldía de Humilladero, a la dirección provincial de Dani Pérez se le han aparecido los estragos de la crisis interna que vive el socialismo en Torremolinos. Militantes de esta agrupación costasoleña, especialmente herida desde que el PP le arrebató la alcaldía a José Ortiz con una moción de censura, han reunido 124 firmas para exigir la salida del secretario general torremolinense, Antonio Navarro, quien también es concejal y diputado provincial. Los firmantes aseguran que representan, prácticamente, a la mitad de la militancia y esto obligaría a debatir la continuidad de Navarro los próximos días en una asamblea extraordinaria. Con un tercio de los militantes representado en las firmas ya es necesario hacerlo. Una vez que se convoque, quedaría sometido a la voluntad de las bases un cargo al que Navarro llegó tras ganarle por una diferencia de doce votos al exconcejal Antonio Ruiz Jaime, considerado entre sectores de la militancia como principal impulsor de este órdago, aunque la moción de censura interna ha sido registrada por el militante José Luis Negrillo, quien ya inició hace un tiempo otra recogida de firmas contra el dirigente local.

En declaraciones a este periódico, Antonio Navarro defendió la gestión de su equipo y aseguró que se trata de "un ataque contra la agrupación guiado por intereses personales y económicos por gente a la que no le importa dañar al partido con tal de ganar cuotas de poder y en algunos casos tienen vínculos con la derecha". "Primero habrá que comprobar la validez de las firmas y luego iremos si es necesario a una asamblea a la que no le tengo miedo, la vamos a ganar porque defendemos un partido limpio que trabaja por todos y no sólo por los intereses de unos pocos", recalcó Navarro antes de recordar que desde hace un año está poniendo en conocimiento de la dirección del partido a nivel federal, regional o provincial la existencia de nuevas afiliaciones "realizadas con datos falsos y tramitaciones irregulares". "Incluso, la semana pasada se produjeron, no tiene sentido que firmes una moción de censura cuando llevas sólo dos días como militante", agregó Navarro durante una reacción en la que situó, principalmente, detrás de las maniobras contra su gestión a la exportavoz municipal y concejala, Maribel Tocón, y a la exconcejala Maribel Baeza.  

Apoyos al órdago

Entre los firmantes de la moción de censura se encuentran dos de los cinco concejales, Nieves Rosales y la hasta ahora portavoz municipal y candidata a la alcaldía el 28M Maribel Tocón, el exalcalde y exlíder local José Ortiz o la Secretaria de Turismo en la ejecutiva provincial del PSOE y exconcejala Maribel Baeza u otro exedil del Gobierno municipal socialista como César Carrasco, según confirmaron fuentes próximas a la reciente recogida de firmas.  

Este movimiento confirma que, desde hace un tiempo, Navarro no goza del apoyo de los afines de Tocón ni de los de Ruiz Jaime ni de los de Ortiz, lo que no lo dejaba precisamente en una holgada mayoría dentro de la agrupación. Aunque en la asamblea de gestión celebrada el pasado mes de enero sacó adelante con poco margen el balance de su trabajo, si la participación en el debate de la moción de censura es mayor su futuro como líder local puede verse en peligro.  

En el texto firmado por más de un centenar de militantes para justificar la moción de censura, se califica la actual situación del PSOE de Torremolinos de "catastrófica". "La llegada en el año 2022 del actual secretario general vino a empeorar aún más las cosas, con un importante retroceso de votos y concejales en las elecciones municipales", se añade antes de lanzarle entre otros reproches a Navarro su "incapacidad o falta de voluntad de unir el partido mediante la integración de las distintas sensibilidades", "el languidecimiento de la actividad orgánica y menosprecio a la militancia", "obstruccionismo interesado de las nuevas afiliaciones", "el incumplimiento de los porcentajes de presencia masculina/femenina en la Ejecutiva" o el "indisimulado enfrentamiento entre el secretario general y una parte del grupo municipal que ha derivado en la sustitución de la portavoz con el consiguiente desgaste de nuestra imagen para regocijo de la derecha".

También se alude a las once dimisiones que se han producido en la dirección local. Tras la salida de la concejala Nieves Rosales del equipo orgánico, ya ascendían a diez las dimisiones en la ejecutiva de la agrupación durante los dos años que lleva Antonio Navarro como secretario general y, con el cambio en la portavocía municipal que apartó a Tocón en beneficio de Jorge Padilla, las renuncias se elevaron a once con la marcha de otro miembro, José Manuel Domínguez.

Antecedente en Fuengirola

Con la fragmentación interna como estado de ánimo, el nutrido sector crítico del PSOE de Torremolinos no había perdido de vista lo acontecido hace unos meses en otra agrupación costasoleña especialmente dividida, la de Fuengirola. En octubre del año pasado, el aparato andaluz del partido desautorizó a la ejecutiva fuengiroleña. Y la dirección provincial del PSOE creó una gestora que puso fin a la etapa como secretaria general de Carmen Segura, quien precisamente se había negado a debatir una moción de censura presentada contra la dirección local por el 40% de la militancia. En Torremolinos, la posibilidad de articular una moción de censura contra Antonio Navarro estaba cada vez más presente en el ambiente y ahora se ha convertido en un órdago real.