Reconocimiento

Odnoder: tallar la esencia para trascender

La plataforma europea Sculpture Network distingue el trabajo del escultor malagueño afincado en Madrid, que dialoga con la madera para buscar el cielo a través de la depuración de las formas. Arquitecto de profesión, Redondo ha encontrado en la escultura el placer de crear

Pablo Redondo

Pablo Redondo / ODNODER

Víctor A. Gómez

Víctor A. Gómez

La plataforma europea Sculpture Network, con casi veinte años dedicada a la promoción y difusión del arte en tres dimensiones, ha entregado su prestigioso premio anual al creador malagueño Odnoder, destacando su singular trabajo la madera de olivo y la encina, una de sus especialidades. El galardón no tiene dotación económica (al fin y al cabo, hablamos de una plataforma sin ánimo de lucro) pero sí garantiza un importante horizonte de promoción para quien lo recibe. Y es que Sculptura Network engloba a más de 800 artistas de diferentes países, comisarios, directores de museos, coleccionistas privados y amantes del arte.

¿Quién es Odnoder? Pablo Redondo (Odnoder es Redondo al revés), un arquitecto de profesión pero escultor por devoción que reside en Madrid. «He encontrado otra dimensión mucho más poética, más allá de los proyectos, planos, los concursos, los promotores y los intereses múltiples que rodean a la arquitectura actual. En definitiva, y mucho más importante, he encontrado el placer de crear gracias a la escultura de trazo corto, en la sencillez de sus formas y tengo que decirlo también en la calidez de la madera», se presenta el creador. Dice que sus piezas tienen una «inspiración orgánica y natural», que surgen de sus paseos por la montaña.

Dice Redondo que buena parte de su trabajo consiste en oír el material del que dispone: «Cada madera tiene una estructura celular diferente, y cada pieza una disposición de nudos y vetas única. Algunas maderas entregan gran libertad para ser talladas. Otras exigen no apartarse apenas del modo de crecimiento del árbol del que provienen. En ambos casos, cuando empiezo a tallar un trozo de madera, la forma que tengo en mi cabeza se ve alterada por la estructura interior de la pieza, invisible desde fuera. La madera me pide y yo voy modificando toda idea previa para adaptarme a ella. Mientras tallo me gusta pensar que algo similar ocurre cuando una persona te atrae y la empiezas a conocer. Su apariencia exterior es lo primero que te inspira, pero su presencia se modifica al ir descubriendo los misterios de su interior».

Algunas de las piezas del arquitecto y escultor malagueño Odnoder

Algunas de las piezas del arquitecto y escultor malagueño Odnoder / víctor a gómez. málaga

Se trata de una vuelta a los orígenes para extraer lo esencial, depurar, lijar y limar lo accesorio, lo superfluo en busca de un propósito abiertamente místico. «En este momento de impotencia, en que no entendemos tanto, las personas necesitamos una respuesta, identificarnos con todo aquello que alimenta el espíritu», aseguró hace unos meses a La Hora Cultural, de TVE. Y es que las piezas creadas por el malagueño siempre crecen hacia el cielo (Ascensión 0 es el título de una de sus exposiciones), buscan trascender, alargándose hacia el infinito. Por cierto, el gran artista, el gran innovador para Pablo Redondo siempre ha sido El Greco, conocido también por sus formas oblongas, su aspiración constante al cielo.

Pablo Redondo, Odnoder, lleva más de 15 años, como dice, «encerrado en su sótano», dialogando con lo que ofrece la tierra para buscar lo que le promete el cielo. Una meta en la que, gracias a premios como el de Sculpture Network, está cada vez más acompañado.