Fundación Málaga inaugura la exposición ‘Jaime Pimentel, el escultor de los iconos malagueños’

La Fundación Málaga ha inaugurado la exposición ‘Jaime Pimentel, el escultor de los iconos malagueños’, en la que se muestra la popularidad de sus obras como icono y símbolo de la ciudad de Málaga en una época, los años sesenta que representaba el auge del turismo, que fue un factor clave en el desarrollo de Málaga como capital de la Costa del Sol en aquellos años. La muestra puede visitarse en la Sala de Ámbito Cultural de El Corte Inglés hasta el 11 de febrero del año próximo, en horario de 17.00 a 21.00 horas.

Al acto han asistido el presidente de Fundación Málaga, Juan Cobalea; Jaime Pimentel, escultor; Lourdes Jiménez, historiadora del arte y comisaria de la exposición y Juan José Bedoya, coordinador de la exposición. La muestra ha contado asimismo con la colaboración imprescindible de Pimentel, que ha prestado los fondos -susceptibles de poder exponer en la sala por sus dimensiones-, de su taller de Almayate.

Jaime Pimentel (Málaga, 1933) es uno de los escultores malagueños más reconocidos internacionalmente y su obra está presente en numerosas colecciones públicas y privadas. Las esculturas de Pimentel han quedado integradas en el imaginario popular y patrimonial de la ciudad, conviviendo con otras propuestas coetáneas y foráneas en el paisaje urbano.

En Pimentel reconocemos, por un lado, la herencia de la escultura pública decimonónica con raíz en el costumbrismo. Es el caso de algunas de sus obras más icónicas: El cenachero, convertido en símbolo de Málaga, El biznaguero, La niña de Benalmádena o El burrito Platero, obras de gran potencia escultórica. Por otro lado, nos encontramos con el escultor que trabaja otra vía de experimentación, investigando sobre la gravedad y cómo vencerla a través de la elaboración del modelo en bronce, que le permite anclar muchas de sus esculturas sostenidas en un punto, desafiando el centro de gravedad y que parecieran volar, como el famoso conjunto escultórico de Las gaviotas del Parque del Retiro de Madrid, o las innumerables piezas dedicadas al deporte: Esquiador, Vela…

En estas diferentes formas de enfrentarse a la escultura se hallan influencias de dos grandes escultores nórdicos, como es el caso de Vigeland de Noruega y Milles de Suecia, referencias que son claves en su formación y años de estudio en Noruega, adonde viajó como estudiante de ingeniería industrial, actividad que compaginaba con su verdadera vocación, la escultura.