Literatura

Luz de agosto recupera a Onetti

El sello editorial de Rafael García Maldonado y Mariló Rubio Borrego publica 'Los adioses'

Rafael García Maldonado y Mariló Rubio Borrego

Rafael García Maldonado y Mariló Rubio Borrego / La Opinión

Víctor A. Gómez

Víctor A. Gómez

Rafael García Maldonado y Mariló Rubio Borrego fundaron en plena pandemia Luz de Agosto, un nuevo sello editorial «que viene a ocupar un espacio que parece semivacío en el panorama editorial español, el de la exigencia literaria y la dedicación sin prisas a los libros: a lo que llevan dentro y a lo que son por fuera». Y con mimo y excelencia, ambición y cercanía, lanzaron su primera referencia, 'Benito Cereno', de Herman Melville, con prólogo de Juan Benet. Ahora han llevado a las librerías 'Los adioses', de Juan Carlos Onetti.

«Yo le debo buena parte de mi estilo y mi literatura a Juan Carlos Onetti. Por eso quiero empezar a devolverle algo el año que viene publicando 'Los adioses'. De hecho, en 2023, lanzaremos 'La vida breve'. Está poco y mal editado, casi olvidado, y es extraordinario, colosal, pero difícil y oscuro, algo que en estos tiempos es anatema», comenta el también escritor Rafael García Maldonado. 

Ejemplares de 'Los adioses'

Ejemplares de 'Los adioses' / Luz de Agosto

Luz de Agosto editará «poco». «No somos tanto una editorial clásica como un sello, por así decirlo, de culto, sabemos que esto es minoritario. Tenemos dos ejemplos, dos referentes, que son Javier Marías y Carmen López (Reino de Redonda) y Jacobo Siruela e Inka Martí (Atalanta)», dice García Maldonado. Cada ejemplar del sello malagueño incluye una carta manuscrita. Y remata Rubio Borrego: «Ir a contracorriente también es eso, el gusto por las cosas artesanales, incluida la escritura a mano, el tiempo lento".

De mucho de eso se trata en 'Los adioses', en la que Onetti reflexiona sobre el poder de la escritura a través de las peripecias de un hombre que llega a una localidad de montaña para ingresar en un sanatorio para tuberculosos; allí se niega a participar en los ritos sociales de sus compañeros enfermos y se dedica casi exclusivamente a leer y escribir las cartas que le llegan de dos mujeres.

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