Exposición

James Rielly en el CAC: rostros ocultos y lágrimas para inquietar

Cuarenta pinturas y acuarelas, realizadas desde el año 2002, habitan las paredes del CAC Málaga en la mayor exposición hasta la fecha en nuestro país del creador británico

José Luis Picón (EFE)

Los personajes que protagonizan las obras del artista británico James Rielly, que inauguró este viernes una exposición en Málaga, tienen frecuentemente sus rostros ocultos o surcados por las lágrimas, y el resultado son unas piezas inquietantes que invitan al espectador a la reflexión y a crear sus propias historias. Rielly inaugura en el Centro de Arte Contemporáneo (CAC) de Málaga su exposición más importante hasta la fecha, con casi cuarenta pinturas y acuarelas creadas desde 2002.

«Estas lágrimas no son siempre de tristeza, sino que pueden ser también de alegría. No soy particularmente religioso, pero me gusta la iconografía católica y ese imaginario en el que las lágrimas tienen distintos significados», precisó ayer el artista en la presentación de la exposición.

Esos niños que lloran en algunas de sus obras surgen también de su propia experiencia como padre de dos hijos y se relacionan con su «deseo de protegerlos, aunque no se les pueda proteger del mundo exterior». Sobre los rostros ocultos con bolsas de papel, de tela, capuchas o manchas, apunta que «todos escondemos algo», y cita el ejemplo del reciente uso generalizado de mascarillas durante la pandemia, cuando pensaba que podría reconocer a las personas solo por sus ojos, pero descubrió que era «incapaz».

«Me gustan las historias simples que esconden algo. En los cuentos siempre hay cosas que se dicen y otras que no se dicen, que están latiendo», añade el artista afincado en Francia, que también se inspira en las historias que ha escuchado en sus viajes, especialmente a la India, donde residió en un monasterio durante su juventud.

Rielly, ayer delante una de sus obras. | ÁLEX ZEA

Rielly, ayer delante una de sus obras. | ÁLEX ZEA / josé luis picón. málaga/efe

James Reilly asegura desconocer cómo va a reaccionar el público ante sus creaciones. «Creo en la libertad de expresión del artista, y pienso que cada uno inventará sus propias historias y evocará algo».

Para el comisario de la exposición, Fernando Francés, hay «una serie de temas recurrentes que han acompañado a Reilly durante toda su vida, como esos niños que lloran, rostros que nunca sonríen, caras tapadas y cuerpos camuflados que nos hablan permanentemente de que algo no está bien».

Son obras que «reflexionan sobre la proximidad de la vida y sobre temas que tienen que ver con la evolución de la vida, sobre todo en sus primeros momentos, de la infancia y la adolescencia a la juventud y la madurez, y con qué cosas pasan en esos momentos que de alguna manera se nos quedan trabadas», según Francés.

La exposición puede visitarse desde este 16 de septiembre hasta el 27 de noviembre de este 2022.