Cine femenino con acento andaluz

Los besos sonoros, el "ponte una rebeca que hace frío" y los "ten cuidaito", no pueden faltar en la jerga de una madre. Y precisamente detrás de cada consejo y de cada 'ten cuidaito' hay una historia, como la que cuentan Lucía Criado Rosas y Cinta Guerrero Guerra en su corto 'Ten Cuidaito'.  Una de Málaga y la otra de Sevilla 'pero malagueña adoptiva' que han querido trasladar a la gran pantalla esta esencia.

En 13 minutos desgranan "el proceso que vivimos los jóvenes a día de hoy para independizarnos y lo que viven las madres cuando los hijos se van de casa. Es una parte normal de la vida pero no están preparadas para ello; ni por una parte ni por otra", afirma Lucía Criado. 

Este corto lo protagonizan Paqui (Inma Valverde) y María (Loren Mairena), ambas actrices malagueñas: "Inma desde el principio supimos que era Paqui. Es una mujer que siempre ha trabajado en otra cosa y llegó un momento en su vida en el que se dio cuenta de que ella quería ser actriz”, cuentan.

En su Paqui buscaban "una mujer fuerte, de barrio y una madre coraje". O como ellas dicen "el poderío femenino, ese arte andaluz y esa fuerza".

Con el título han querido transmitir cercanía: "Es muy de madre y lo decimos diariamente sin darnos cuenta. Nuestro corto transmite cercanía, cuando lo ves no es nada frío", afirma Cinta. 

La esencia andaluza es algo que no han querido dejar de lado en su narrativa, como tampoco han dejado pasar por alto los problemas a los que se enfrentan los jóvenes cuando salen al ámbito laboral: "Tratamos la emigración, como al final los jóvenes se tiene que ir fuera a buscar su futuro", dice Cinta. 

Lucía y Cinta se conocieron estudiando un máster de Cine de la School Training en Málaga.  Guerrero es de Sevilla, pero estudió en la UMA; mientras que Criado lleva cuatro años entre Madrid y Málaga trabajando al sector audiovisual 

Un corto que tiene tintes autobiográficos de ambas directoras: "Es el primero que hacemos juntas y hemos querido representar mucho a las mujeres y a Andalucía. Además escribimos desde la perspectiva de los jóvenes y también de las madres. Lo teníamos muy claro y dijimos vamos a revolucionar el cine. Las mejores historias son cuando te sientes identificado", asegura Criado. 

"La idea surgió hace un año en un autobús de seis horas de Madrid a Málaga, con resaca. Y dijimos ¿y si contamos la historia de una madre y su hija, que vuelve a casa desde hace mucho tiempo y se da cuenta de que no esta agusto en el barrio y se quiere ir? Y empezamos a escribir", recuerdan.

Y también a buscar referencias, entre ellas Carmina Barrios, Paquita Salas o el  ‘El viaje al cuarto de una madre’ de Ana Castillo: "Todo eso llevado al costumbrismo andaluz, que es lo que tenemos en común".

Ahora su objetivo es presentarlo al Festival de Cine de Málaga, antes de iniciar su recorrido por festivales nacionales e internacionales: "No podía faltar el Festival de Málaga, desde un primer momento pensamos en él. Las actrices son malagueñas, ha sido rodado en Málaga y además, ambas hemos sido jurado en el Festival, le tenemos gran aprecio y sería un gran orgullo. Queremos darle la mayor visibilidad", indican. 

Vivir del cine, un reto complicado

A pesar de su vocación, tanto Lucía como Cinta se han encontrado con retos para poder formar parte de esta industria. El primero la inestabilidad laboral, que va unida a la precariedad económica: "Seguimos luchando por trabajos dignos. Nos gusta la profesión, pero no está remunerado", denuncia Criado.

"La industria del cine es volátil. Nosotras pagamos por trabajar y a veces acabas perdiendo la ilusión cuando ves que siempre es lo mismo" añade Guerrero.  

Otro de los obstáculos es ser mujer y ser joven en el cine: "Cuesta mucho que te tomen enserio. En casi todos los trabajos estoy en en dirección,  y el 90% de veces soy la única mujer. De todos los cortos que he hecho he conocido a dos mujeres directoras", afirma con resignación Criado. 

 A pesar de que Málaga se está convirtiendo en los últimos años en un referente cinematográfico, aún muchos se ven obligados a salir fuera de su ciudad en busca de una oportunidad: “Nosotras estamos entre Málaga y Madrid. Te dedicas a esto por vocación, vas con ilusión y se aprovechan porque saben que aunque no te paguen lo vas a hacer.  Hay mucha gente que se dedica a otras cosas porque hay muy poca gente que puede comer de esto", subrayan.

Ahora se encuentran inmersas en otro proyecto: "Será más reivindicativo. Trataremos la salud mental y los jóvenes", adelantan.