Entrevista | Pablo López Cantante, músico y compositor

«Si eres natural escribiendo desde el primer día, la música no miente»

El de Fuengirola actuará el próximo 31 de mayo como uno de los cabezas de cartel del esperado 101 Music Festival, que tendrá lugar en la plaza de toros de La Malagueta

Pablo López, en concierto.

Pablo López, en concierto. / Ricardo Rubio / Europa Press

Saray Fajardo

Pablo López es de esos artistas que transmite verdad cada vez que canta. Y lo hace mirando a los ojos de su público, quien le ha acompañado durante estos diez años de trayectoria musical. A ellos les agradece ese «voto de confianza» depositado durante cada espectáculo, que se convierte, a su vez, en una «grandísima responsabilidad», que debe demostrar cada vez que sube al escenario. En mayo formará parte del cartel del 101 Music Festival.

Celebra diez años en la música con todas las entradas en muchas de las ciudades de esta gira. ¿Podría decir que ha sido una década llena de éxitos?

Lo hablaba hoy con mi hermano. Ha sido una década y están siendo unos días, a pesar de lo extraordinario, llenos de equilibrio. Al final no deja de ser el verdadero éxito. Poder ir a tocar a València después de todas las veces que he ido. He ido a la Plaza de Toros que es lo que soñaba. Y después poder ir a mi casa y seguir siendo hijo de mi madre, tropezar y equivocarme, ese es el verdadero éxito. Si el éxito es vivir el equilibrio normal y, de vez en cuando, vivir cosas extraordinarias, ha sido una década de éxitos.

Ha decidido celebrarlo con una gira íntima en teatros. ¿Por qué ese cambio cuando podría haber llenado estadios?

Hay muchas razones que comprenden el concierto. En este caso es una cuestión de concepto. Esta parte de la gira, que estamos haciendo, son 32 conciertos desde primeros de marzo y hasta finales de mayo. Son tres meses y luego iremos a otra cosa. Tiene que ver con homenajear, hacer una respiración en el camino y hacer un tributo absoluto a quién realmente soy. Una persona que sueña con tocar. No se puede abrazar mejor y dar las gracias que desde cerca. Se puede mandar un Whatsapp, se puede tocar en cualquier parte… Pero poder mirar a los ojos, cantar y saber que estás agradeciendo, eso sólo te lo pueden dar los auditorios. Eso es, como mínimo, una buena excusa para poder hacerlo.

¿Qué siente al subir al escenario, mirar a los ojos a la gente y ver que todo está lleno?

Por un lado, siento alivio porque uno siempre tiene la pesadilla recurrente de que ese no pase. Por otro lado, me doy cuenta que tengo una responsabilidad grandísima. No sólo hacerlo bien, sino seguir generando canciones. Y tener el voto de confianza de la gente que lo llena con los esfuerzos que eso significa, no sólo económicamente, sino dedicarme un día a mí. Tengo que concentrarme en que tengan ganas de volver y que, cuando vuelvan, tenga algo nuevo que ofrecerles.

Y acude un público de todas las edades.

De todas las edades, condiciones, pensamientos, sexualidades e, incluso, de planetas. Es increíble no poder sacar un baremo, pero es maravilloso. Todo el mundo que acude sabe a lo que va y siempre trae a alguien al lado. El público viene y le gusta juntar gente como yo. Ese amigo lleva a otro. El mensaje que se mandó en su día quedó claro. Estamos haciendo una red social.

El patio es una de las canciones más reclamadas en los conciertos, ¿este tema sigue teniendo la misma magia que al principio?

Me la pidieron un día sólo y creo que no la toqué ese día. El patio es tan mágica que yo se la pido al público. Es más del público que mía, te lo juro de verdad. Puede sonar a intención poética, pero es increíble la sinergia que tiene ella y todas las canciones. Pero es verdad que El patio tiene algo místico.

¿Podríamos decir que es el tema que ha marcado y, probablemente, marcará su carrera musical?

No. Yo diría que ha marcado, sin duda alguna. Pero si dijera que marcará sería hablar en un futuro pasado y eso sería muy peligroso. Si pensara que es la canción que más me va a revolver el alma, yo ahora no tendría que estar hablando, tocando ni tendría que tener tanto sentido de la responsabilidad. Cada día tengo más claro que nadie ha venido a verme por si estoy más guapo o menos, por si salgo más o menos en la tele… La gente viene por fortuna y por canciones. Si yo dijera que todo se va a quedar en El patio, yo me apagaría por dentro. La mejor canción está por venir.

Salir en programas como La Voz ha hecho que la gente quiere acercarse más a su música.

Supongo que sí. La Voz lo bueno que tiene es que es real. Si una persona que se arriesga a ser real va a un sitio que es real, la ecuación es fácil de resolver. Estás hablando como le hablas a tu amiga o a tu madre y todo en un contexto musical. He tenido la suerte que La Voz ha hecho que pudiera hablar igual de bajito, pero que sonara más fuerte.

Aunque hayan pasado diez años, tus temas son canciones que siguen enganchando.

Lo he hablado muchísimo. Para mí es difícil hacer una canción y, por eso, le doy ese carácter largoplacista. Canto Vi y lo hago al lado de Quasi y no sabría decirte cuál de las dos es más nueva.

¿Cree que ha habido una evolución musical durante esta década?

Hay evolución musical. Por ejemplo, físicamente uno evoluciona, aunque tenga menos neuronas cada día o te dure más una resaca, no deja de ser un cambio o una evolución. Si eres natural escribiendo desde el primer día, yo creo que la música no miente. La evolución ha sido casi física.

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