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El 'mágico' mundo de color de Cruz-Diez en la nueva exposición del Centre Pompidou

'El color en movimiento' podrá disfrutarse desde el 21 de marzo hasta el 29 de septiembre en el Pompidou malagueño

Alrededor de 40 obras que transforman la percepción visual y destacan el color como fenómeno efímero y autónomo se recogen en la exposición

David Ariza Llanero

Un viaje por el arte óptico-cinético del artista caraqueño Carlos Cruz-Diez se podrá visitar en esta exposición que el Centre Pompidou acoge bajo la consigna de “El color en movimiento” hasta el 29 de septiembre de 2024. Con la colaboración de la Fundación “la Caixa”, esta muestra está dispuesta a desafiar la percepción visual del visitante poniendo el color en el centro.

La exposición que cuenta con alrededor de 40 obras que, en su mayoría, se han incorporado recientemente a la colección del Centre Pompidou, ofrece una retrospectiva y un espacio de experimentación. Con este tipo de exposiciones culturales de nivel mundial, aseguraba Gerardo Cuartero que “Málaga seguirá siendo un estandarte de la cultura a nivel nacional”.

Todas sus investigaciones sobre la luz y el color se encuentran en la muestra presentada hoy 21 de marzo por José María Luna (director de la Agencia Pública para la Gestión de la Casa Natal de Pablo Picasso y Otros Equipamientos Museísticos y Culturales), Carlos Cruz Delgado (hijo del artista y director del Atelier Cruz-Diez), Miguel Gauthier (comisario de la exposición), Juan Carlos Barroso (responsable territorial en Andalucía, Ceuta y Melilla de la Fundación “la Caixa”) y Gerardo Cuartero (director comercial de Andalucía Oriental Sur de CaixaBank).

Sobre Cruz-Diez

Carlos Cruz-Diez, nacido en Caracas en 1923 y fallecido en Neuilly-sur-Seine en 2019 celebraría en 2023 su centenario. El artista después de establecerse en 1960 en París participó en exposiciones que marcaron la historia del movimiento óptico y cinético.

Su trabajo está plenamente dedicado a poner de relieve el color como fenómeno al mismo tiempo efímero y autónomo, y se organiza en grandes series, cada una de ellas dedicada a un aspecto específico de la vida del color. Dos efectos ópticos principales destacan: la inducción cromática, que corresponde a todas las alteraciones de tonalidad y claridad que experimenta el ojo cuando ve simultáneamente distintos colores; y la ‘postimagen’, que se atribuye a la aparición de colores que se produce tras haber contemplado otros.

Exposición temporal 'Cruz-Diez. El color en movimiento', en el Centre Pompidou Málaga.

Exposición temporal 'Cruz-Diez. El color en movimiento', en el Centre Pompidou Málaga. / Alex Zea / LMA

Su obra a partir de descubrir las Fisicromías en 1959 giró en torno a esa experimentación. Pero, a partir de 1967, el artista también diseñó proyectos para el espacio público, donde su intención era ofrecer ‘obras compartidas y manipulables’ cuyos efectos ópticos dialogarán directamente con la retina y el cerebro, sin mediación cultural. En este sentido, en 1969 indicaba que, en sus obras, “el color aparece y desaparece en el transcurso del diálogo que se genera entre el espacio y el tiempo reales”.

Fisicromías

Aun residiendo en Venezuela, en 1959, Cruz-Diez comenzó su serie más importante: Fisicromías. Este concepto se explica como obras ‘evolutivas’ cuyo aspecto varía en función de la posición del espectador y de la intensidad de la luz, que determinan la interacción de los colores. El artista siguió trabajando durante toda la vida en el principio óptico de esa serie que desarrolló en 1959.

Las formas y colores de las pinturas de esta serie cambian a medida que la persona que las contempla se desplaza frente a ellas debido a las finas tiras verticales dispuestas de manera perpendicular al plano rayado del cuadro. Así, cada obra contiene una inagotable reserva de pinturas que los visitantes podrán contemplar al ir situándose en distintos lugares. Es por ello que, las pinturas del artista no solo implican una experiencia en el plano espacial, sino que también en el plano temporal: “yo propongo el color independientemente. Sin anécdota desprovisto de simbolismo, como un hecho evolutivo que nos implica” aseguraba Cruz-Diez.

Exposición temporal 'Cruz-Diez. El color en movimiento', en el Centre Pompidou Málaga.

Exposición temporal 'Cruz-Diez. El color en movimiento', en el Centre Pompidou Málaga. / Alex Zea / LMA

La exposición promete ofrecer una experiencia única a cada uno de sus visitantes debido a la gran importancia espacio-temporal que las obras del artista poseen. En el recorrido el público podrá darse cuenta como aseguraba el hijo del artista, Carlos Cruz Delgado, de que “el color es algo personal. Cada quien tiene su forma de apreciar el color. Aquí cada quien va a recibir su resonancia”. Y se espera que el visitante pueda experimentar algo parecido a lo que el comisario, Michel Gauthier, experimentó con las obras del artista “después de la obra de Cruz-Diez se llenó de color”.