«Todos tenemos corazón así que todos podemos sentir el flamenco»

La cantaora, una de las imprescindibles del jondo, abre el ciclo Flamenco Lo Serás Tú, del Teatro Cervantes, con su espectáculo Imagen de tu huella, en el que reúne un repertorio íntimo e imprescindible fruto de la pasión de Carmen Linares por el teatro y la poesía

«Estar encima de un escenario me apasiona, así que mientras esté bien seguiré aquí», asegura la cantaora, que celebra sus cuatro décadas de impecable trayectoria musical

La cantaora, en una imagen reciente.

La cantaora, en una imagen reciente. / Alba Vigaray

Rubén López

Ha actuado en los mejores escenarios del mundo. ¿Por qué cree que el flamenco triunfa allá por donde va?

Porque es un arte total, con una gran calidad musical y una danza y unas letras muy hermosas. Todos tenemos sensibilidad y corazón, así que cualquiera puede emocionarse con el flamenco. Incluso la gente de fuera que lamentablemente no entienden la letra. Un arte como el flamenco nunca pasa desapercibido y llega directamente al corazón. Y eso es lo que intento hacer yo en cada actuación, llegar al corazón del público.

¿Qué es el flamenco para usted?

El flamenco es una forma de ser y una forma de ver la vida. Siempre me han dicho que por fuera, por mi imagen exterior, no parezco una cantaora, pero mi vida interior es distinta, está llena de flamenco. Cuando canto es como que me vacío. Me siento muy viva y muy orgullosa, porque el arte alimenta el alma de muchas personas, aunque sea una frase muy utilizada. Por eso es increíble lo que ha conseguido el flamenco, un arte con una raíz tan profunda que ha logrado representar a España por todo el mundo. Tiene algo especial, aunque en España tenemos un folclore riquísimo.

Quizá una de sus características (y de sus virtudes) es que se le entiende muy bien cuando canta. ¿Se ha esforzado para que así sea?

Sí, porque la letra es muy importante para mí y siempre quiero que se entienda, aunque, eso sí, sin sacrificar expresión. Es algo además que me agradece mucho la gente porque hay cantaores a los que no se les entiende demasiado. El flamenco siempre se ha hecho con letras populares, que son auténticas joyas, pero desde hace ya tiempo se incorporaron poesías de grandes autores. Yo he cantado a Miguel Hernández, a Machado y a Lorca y siempre he pensado que no tenía mucho sentido elegir esos poemas y que luego pasaran desapercibidos.

En el flamenco hay puristas quizá demasiado ortodoxos. ¿Qué opinión le merecen?

Pues que a veces son muy radicales. El flamenco es un arte vivo y todo lo vivo tiene que evolucionar. Le ocurre a todos los géneros y disciplinas. Que el flamenco evolucione es algo lógico y sano. Eso no quita para que cualquier artista flamenco deba conocer muy bien la raíz, porque si no la conoces no puedes evolucionar y hacer algo innovador.

¿Su forma de cantar también ha evolucionado con los años?

Por supuesto. Yo escucho cosas de cuando tenía 20 años y me sorprendo a veces. Todas las vivencias que vamos acumulando a lo largo de la vida, el aprendizaje... Todo eso te enriquece mucho y cambia tu forma de cantar.

Mantener la frescura y la ilusión 40 años después

La suya ha sido una carrera muy de fondo. Pese a llevar más de 40 años encima de los escenarios y tener un conocimiento enciclopédico del cante, la discografía de Carmen Linares no es tan extensa como la de otros contemporáneos. Linares confiesa que nunca tuvo prisa por grabar, y que su trayectoria tuvo pausas que coincidieron con el nacimiento de sus hijos (Miguel, Eduardo y Lucía) o el fallecimiento de algunos de sus seres más queridos, como su padre o su hermana, que la mantuvieron algunos años alejada de los escenarios y los estudios de grabación.

La cantaora mantiene la frescura y la ilusión por su oficio 40 años después y lo demuestra en la presentación de su nuevo proyecto discográfico, Carmen Linares. 40 años de flamenco. Se trata de un maxi-single en edición de vinilo para coleccionistas, adelanto de Cantaora: 40 años de flamenco, un disco de 21 temas grabados en directo durante su última gira, la que conmemoraba sus cuatro décadas cantando, con más de 30 conciertos -se grabaron todos- que la mantuvo en los escenarios entre 2020 y 2022 (pandemia mediante).

El proyecto arrancó a mediados de 2019. «La idea surgió de una conversación de sobremesa, esas que nos gusta tener en familia», explica Miguel Espín Pacheco, hijo y representante de la cantaora que además dirige la discográfica familiar Discos Salobre, que pusieron en marcha en el año 2008 para poder trabajar con más libertad. «Hablábamos de la fuerza que tienen los discos en directo y sobre la necesidad de hacer algo especial por el cuarenta aniversario de Carmen en el cante». El resultado es un recorrido por la obra de la cantaora, acompañada por sus músicos habituales (Salvador Gutiérrez y Eduardo Espín Pacheco -otro hijo- a la guitarra o Pablo Suárez al piano, entre otros), pero también con otros 14 invitados realmente especiales, como Joan Manuel Serrat, Luz Casal, Martirio, Silvia Pérez Cruz, Arcángel, Pepe Habichuela, Estrella Morente, Rafael Riqueni, Miguel Poveda o su propia hija, Lucía Espín Pacheco, que es actriz y se está iniciando también en la música. «Me ha encantado la experiencia, porque hay cosas que ocurren en los conciertos, momentos de duende, que yo sé que en un estudio no salen», explica la cantaora de Linares.

Y la emoción y la pasión, ¿ha cambiado eso desde sus inicios?

Eso se mantiene intacto. Yo empecé a cantar con mi padre. Era ferroviario de profesión pero tocaba la guitarra y era muy aficionado al flamenco, así que desde muy chica tuve la música dentro. La verdad es que todo surgió de una forma muy natural.

¿Cómo afronta el futuro? ¿Su adiós a los escenarios aún está lejano?

Bueno, lo que el cuerpo aguante [Risas]. Mientras siga teniendo ilusión, que es lo más importante, y mis condiciones físicas me lo permitan, seguiré. Obviamente mi actividad artística ya no es tan frenética como antes, pero estar encima del escenario me apasiona y me mantiene viva.

En el apartado de reconocimientos está bien servida. Premio Leyenda del Flamenco, el Princesa de Asturias, el Latin Grammy...

Solo puedo estar eternamente agradecida. El Princesa de Asturias de las Artes me hizo una ilusión especial porque creo que sirvió para seguir reconociendo el flamenco y eso es muy importante para mí. Soy una afortunada por haberme podido dedicarme a mi gran pasión.

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