El paso de los años señala al Santiago Bernabéu como un territorio vedado para el Málaga. Un fortín inexpugnable en el que temporada tras temporada ha mordido el polvo una y otra vez. Y es que existe una ´espinita´ clavada en el malaguismo desde su refundación como Málaga Club de Fútbol: no haber conseguido la victoria en la ´casa blanca´.

Es Chamartín el teatro de los sueños de los malaguistas desde hace mucho tiempo. Su conquista es objeto de deseo de los ahora jugadores albicelestes, pero también de los ahora dirigentes de Martiricos, que no hace mucho intentaron sin éxito tocar el cielo con una victoria. Los Fernando Sanz, Valcarce, Sandro, Contreras o Dely Valdés tuvieron que colgar las botas sin conocer el sabor de la victoria con la elástica blanquiazul en el Paseo de la Castellana.

Cualquier futbolista que se precie espera su visita al Real Madrid para mostrar sus virtudes en ese escaparate gigante que se ha convertido el Bernabéu. Millones de aficionados de todo el mundo se centran en el duelo que los blancos juegan cada semana. Este domingo es el Málaga, que acude con muy poco que perder.

Porque la historia del club con la nueva denominación ha dejado un poso de tristeza cada visita a Chamartín. De los ocho encuentros disputados sobre el impoluto césped merengue, el Málaga ha cosechado siete derrotas y sólo un empate. Fue en la campaña 2001/02, cuando se rozó la proeza malaguista. Dely Valdés, con un gol en propia puerta –él no quería– adelantó a los blancos en el 14´, pero fue Sanz, el ahora presidente malaguista, el que consiguió el empate en el 76´. Aquella fue la única vez que el Málaga CF consiguió puntuar en el Bernabéu.

El resto se cuenta con derrotas. Sin embargo, sólo una de ellas es abultada. Las demás demuestran el magnífico papel que ha hecho el equipo malaguista en territorio ´sagrado´ para los merengues. El sacrilegio a punto estuvo de cometerlo la temporada pasada, cuando perdió 4-3 pese a colocarse tres veces por delante. Sin embargo, el santo Higuaín se apareció en el momento menos oportuno para marcar los cuatro goles locales y para inventarse un penalti inexistente.

Los goles de Eliseu, Baha y Apoño cayeron en saco roto. Lo mismo sucedió en la temporada 2000/01 en un partido espectacular y cargado de alternativas (4-3). Roteta, Dely Valdés y Darío Silva fueron los goleadores malaguistas, pero el Madrid no dio opción a la victoria. Todavía muchos dirigentes malaguistas que jugaron aquel encuentro recuerdan lo cerca que estuvieron de ganar en el Bernabéu.

Derrotas. La primera vez que el Málaga CF pisó el coliseo blanco fue en la campaña 99/00, recién ascendido de Segunda. Allí no se amedrentó y sólo perdió 1-0 con un gol de Rolando Zárate, hermano de Ariel Zárate, que más tarde desembarcaría en el Málaga.

También plantó batalla en el 2003/04, cuando perdió 2-1 con gol de José Juan Luque. Un año después, el Madrid sólo pudo ganar por la mínima al Málaga (1-0) con un tanto de Roberto Carlos. Y el año del descenso los malaguistas ofrecieron una digna imagen al perder 2-1 en el último minuto con gol de Sergio Ramos. A la postre fue la puntilla para que el equipo descendiera a la siguiente jornada ante el Racing de Santander.

Pero sin duda, la derrota más dolorosa fue el 5-1 encajado en la campaña 2002/03. Morientes y Raúl, ambos con dos goles, y Roberto Carlos, abusaron de un Málaga vendido a la suerte desde el principio. Manu hizo el tanto malaguista.

Ahora el Málaga pretende escribir una nueva historia. Un capítulo que está reservado desde hace mucho tiempo para la victoria. Pero lo tendrá que intentar en el estadio más inexpugnable de Primera en lo que va de temporada. El Real Madrid, junto al Mallorca, son los dos únicos equipos que no han cedido ni un punto en casa en los nueve partidos disputados. Así, los blancos cuentan sus partidos en el Bernabéu con victorias e incluso con goleadas, como a los tres últimos clasificados a los que les ha endosado un 3-0 al Tenerife, 6-0 al Zaragoza y 5-0 al Xerez. El promedio goleador del Madrid en casa es de marcar más de tres goles por partido y de encajar mucho menos de uno. ¿El Málaga, otra víctimas más?