ENERGÍA

Criteria y Abu Dabi avanzan hacia una opa conjunta para controlar Naturgy

El brazo inversor de la Fundación LaCaixa elevará su presencia en el capital de la energética española por encima de su 26,7% actual, pero aún no hay un acuerdo cerrado sobre cuánto lo subirá o si igualará su participación con la que tendrá la emiratí Taqa.

Sede en Madrid en Madrid de Naturgy.

Sede en Madrid en Madrid de Naturgy. / EP

David Page

David Page

Los movimientos para revolucionar el accionariado de Naturgy avanzan a buen ritmo. Criteria, el brazo inversor de la Fundación La Caixa, y el grupo Taqa, controlado por el emirato de Abu Dabi, negocian el lanzamiento de una opa conjunta para tomar el control de la mayor gasista y tercera mayor eléctrica española y renovar el actual cartel de grandes socios de la energética. Las conversaciones siguen en marcha y aún quedan términos cruciales por acordar, así que las partes no manejan plazos concretos para dar arranque a la operación.

Los planes de Criteria y Taqa pasan por poner en marcha una operación coordinada para acabar lanzando una oferta de compra por el 100% de las acciones de Naturgy y sellar un acuerdo de socios para gestionar la energética de la manera conjunta. La participación activa de CriteriaCaixa en la compra y en la gestión futura de la compañía es una condición indispensable para conseguir el visto bueno del Gobierno español a la operación que cambia el control sobre un grupo que se considera estratégico para España.

El grupo emiratí Taqa confirmó hace semanas que negocia con los fondos CVC y GIP la adquisición de sus participaciones en Naturgy (en total un 41,3%, valorado en más de 9.960 millones de euros tras las subidas en bolsa desde que se conoció la operación en ciernes), lo que le obligaría a lanzar una opa sobre la totalidad de las acciones del grupo al superar el tope legal del 30%. La capitalización bursátil de Naturgy supera ahora los 24.100 millones, a lo que habría que sumar una prima en el precio de la oferta generosa. En el mercado se anticipa que la oferta de compra rondará los 27 euros por acción -frente a la cotización actual de la energética 24,8 euros-, valorando la compañía en unos 26.200 millones.

La operación conjunta que se prepara contempla que Criteria eleve su participación actual en Naturgy, que se sitúa en el 26,7% del capital y que le convierte en el mayor accionista. Las negociaciones para determinar cuánto elevará LaCaixa su paquete accionarial no están cerradas, y las partes aún no han determinado si Criteria y Taqa acabarán teniendo participaciones iguales en el futuro accionariado de Naturgy, según confirman fuentes al tanto de las conversaciones.

La sacudida accionarial en marcha implicará la salida de los fondos CVC y GIP con la venta de su 41,3% y se da por hecho que a la opa acudirá una parte importante de los accionistas minoritarios que acumulan en conjunto un 13% de la compañía. La gran duda es si optarán por acudir a la opa el fondo australiano IFM (que controla un 15% y que no participa en las negociaciones en marcha) y el grupo gasista argelino Sonatrach (con un 4,1%).

El papel del Gobierno

El Gobierno, que públicamente había expresado ciertos recelos hacia la entrada de Emiratos en el capital de una de las grandes energéticas del país, está dispuesto a apoyar la operación de Abu Dabi si es pactada con CriteriaCaixa, que se convertiría en garante de la españolidad de la empresa y de los intereses estratégicos nacionales, y si contempla un plan industrial a largo plazo.

La operación de entrada de Emiratos Árabes en Naturgy deberá recibir la autorización del Gobierno español, pasando el filtro del denominado ‘escudo antiopas’. Una legislación reforzada el pasado verano y que obliga a grupos extranjeros a recibir el permiso del Gobierno para tomar participaciones superiores al 10% en compañías de sectores que se consideran estratégicos y a los que se les puede imponer condiciones.

El Gobierno ya utilizó el ‘escudo antiopas’ en Naturgy e impuso en 2021 condiciones al fondo australiano IFM para aprobar su opa parcial con la que buscaba tomar un 23% del capital (una operación que fracasó, sólo consiguió comprar en torno a un 10% y luego ha ido adquiriendo pequeños paquetes en el mercado hasta controlar actualmente un 15% de la energética española).

Entonces la operación de entrada de IFM en el grupo energético estuvo condicionada al apoyo a la inversión en proyectos estratégicos renovables para España, al mantenimiento de la sede de la compañía y de la gestión de los negocios en España, a una política de prudencia en el reparto de dividendos, a mantener una parte significativa de la plantilla en España o una ratio de endeudamiento dentro del grado de inversión. Unas condiciones que se da por hecho que serán similares a las que el Gobierno puede imponer también a Taqa para entrar ahora en Naturgy.