Estrategias

La Caixa alimenta su ambición industrial

La decisión de entrar en ACS revela la importancia que otorga la entidad a este tipo de inversiones

Isidre Fainé, presidente de la Fundación La Caixa y de Criteria.

Isidre Fainé, presidente de la Fundación La Caixa y de Criteria. / SIMONE BOCCACCIO

Agustí Sala

Isidro Fainé, presidente de la Fundación La Caixa y de su brazo inversor, Criteria, no suele ocupar plaza de consejero en compañías participadas, con la excepción de Telefónica. El hecho de que vaya a hacerlo en ACS, la firma de Florentino Pérez, con el que mantiene una gran amistad y con el que ya mantuvieron alianzas en el nacimiento de Abertis, en representación de su participación del 9% como segundo accionista de la sociedad, revela la importancia que le otorga a esta inversión.

En la estrategia de esta nueva Criteria, en la que hace en enero entró Àngel Simón, el anterior presidente de Agbar y vicepresidente de Veolia, como consejero delegado junto con la renovación de Fainé en la presidencia, se refuerzan objetivos: empresas estratégicas, como las energéticas o las de telecomunicaciones, con participaciones significativas y formando parte de la gestión. En unos casos como apoyo del Gobierno, como es el 5% de Telefónica para construir un núcleo accionarial con el Estado para compensar la entrada de los saudís de STC. O en el caso de Naturgy, mediante una opa conjunta con la emiratí Taqa para blindar el capital con la venta del 40% que suman los fondos CVC y GIP.

El grupo, que también se hizo con el 3% de la multinacional catalana de moda, fragancias y cosmética, Puig, antes de su salida a bolsa, no ha parado en las últimas semanas siguiendo su hoja de ruta de construir un potente grupo industrial con el que alimentar la obra social a través de las participaciones a largo plazo en sociedades que arrojen unos buenos dividendos. Será, por ejemplo, primera accionista de Colonial, de cuyo capital salió hace una década, con el 17% una vez que se cierre una ampliación de recursos por 622 millones; y ahora formará parte del núcleo duro de ACS.

La estrategia, según Criteria, que en la principal accionista de CaixaBank, consiste en consolidar una cartera "con participaciones accionariales destacadas en sectores estratégicos de la economía, como la banca, la energía, las telecomunicaciones o el agua, entre otros". Su entrada en Puig o Colonial "ofrece mayor exposición a sectores como el inmobiliario y el de moda y belleza".

La vinculación con ACS nació en 2003, con la fusión de Acesa y Aurea para crear Abertis. En 2010, ACS vendió su participación en la concesionaria al fondo CVC, con la intención de reforzar su presencia en Iberdrola, una operación que nunca llegó a cristalizarse. Ocho años más tarde, cuando la italiana Atlantia (ahora Mundys), controlada por la familia Benetton, lanzó una opa sobre Abertis, ambos socios volvieron a aliarse para defender los intereses de la constructora española. Finalmente, aquella operación se saldó con Mundys tomando el 50% (y una acción más) de la concesionaria, con ACS como segundo partícipe, con el otro 50%. Criteria acudió a la opa de exclusión de bolsa de Abertis, vendiendo el 18,5% que conservaba por 3.350 millones de euros.

Pero ¿por qué ACS?

1. Una previsión de beneficios creciente

La entrada en el capital se produce tras la presentación del nuevo plan estratégico de ACS. La hoja de ruta de este grupo de infraestructuras se marca el objetivo de los 1.000 millones en beneficios en 2026. Con más de 135.000 empleados en todo el mundo, el grupo facturó 35.700 millones de euros en 2023, ejercicio que cerró con una cartera de proyectos que ascendía a 73.500 millones de euros. 

2. Una buena retribución al accionista

La compañía sitúa entre sus prioridades la generación de efectivo y flujo de caja, aumentando su reparto de dividendo hasta los 2.000 millones de euros. La política de retribución al accionista comunicada por ACS, "con un dividendo estable y creciente", previsto en su nuevo plan estratégico 2024-2026, "encaja en la estrategia de CriteriaCaixa de buscar opciones de inversión con enfoque de largo plazo que maximicen la rentabilidad por dividendo". Con estas remuneraciones, Criteria alimenta la obra social, que este año alcanza los 600 millones de euros.

3. Un negocio con potencial y diversificado

El brazo inversor de La Caixa destaca a ACS como una empresa "líder en un sector atractivo, con capacidad de crecimiento y generación de valor". Entre otros aspectos, valora el "alto nivel de diversificación geográfica" de la empresa "integrada por compañías líderes en el desarrollo, ingeniería, construcción y operación de proyectos de infraestructuras esenciales"; así como su "nueva estructura y foco en nuevos sectores en crecimiento, como la tecnología y digitalización, la transición energética, la movilidad sostenible y los minerales críticos".