Los artificios lingüísticos que ‘fragua’ Ali Smith

La escritora británica publica ‘Fragua’, un nuevo relato inteligente que, con la actualidad de la Covid como escenario, fustiga la estupidez de los negacionistas o la perversión inhumana de los gobiernos y la bella historia de una herrera y una cerradura única 

Ali Smith

Ali Smith

Ali Smith es una escritora de un marcado corte historicista que se atiene a la realidad del momento presente y en é sabe encontrar todas las historias que burbujean en sus relatos. Esa limitación a las coordenadas del presente no lo es tal en la pluma de Smith que en los libros publicados hasta ahora, especialmente en los cuatro últimos que componen el cuarteto estacional: ‘Otoño’, ‘Invierno’,‘ ‘Primavera’, ‘Verano’ ha demostrado su genialidad para capturar con ingenio y precisión las actuales turbulencias que agitan nuestro mundo moderno, sus incertidumbres, sus realidades caóticas y esa capacidad absurda que tenemos los humanos de equivocarnos en las mismas cosas y lugares que ya lo hicieron otros con anterioridad.

Smith no es una escritora convencional, no se atiene a las tramas lineales de la ficción. Por contra, su narrativa necesita romper esos cánones preestablecidos. Este reto lo salda a su favor con solvencia gracias a su enorme saber mundano, que le permite hablar de arte o literatura con la sapiencia de un experto y gracias también a su gran conocimiento de la lengua que le permite construir ingeniosos juegos de palabra, creando una brillante sensación de fuegos de artificio lingüísticos espectaculares.

Todo esto está presente en las páginas de ‘Fragua’, su última novela recién llegada a España de la mano de editorial Nórdica. Si en sus novelas anteriores Smith se atenía los sucesos del momento, como el Brexit, la crisis de los refugiados o el cambio climático, en Fragua, es el Covid y sus efectos devastadores el que sirve de escenario a una serie de sucesos amalgados y permite sus diversas lecturas.

El libro se inicia con los secretos de una cerradura de gran valor y se cierra con la historia de la joven herrera que en el siglo XV pudo fundir dicha cerradura.

En medio de la pandemia por Covid y teniendo a su padre hospitalizado, la protagonista Sandy Gray recibe la llamada de Martina Pelf, antigua compañera de la universidad, que es ahora conservadora ayudante de un museo nacional. Había regresado de un viaje para custodiar una cerradura de importancia histórica de finales de la Edad Media. Era la cerradura de un arcón del siglo XVI perteneciente a un barón. Posee un mecanismo complejo y original que resulta casi imposible forzar.

Al llegar al control de seguridad fue retenida sin explicaciones ni nada durante siete horas. Estando allí sola oyó una voz que parecía de la habitación de al lado que dijo «zarapito o cubrefuego, tú eliges».

El resto de la acción del libro se desarrolla en un intento de comprender esta comunicación, aunque, como siempre, lo que Smith ofrece es mezcla de tramas e historias aparentemente distintas que permiten lecturas diversas.

Una de ellas refleja similitudes con su novela ‘Cómo ser ambos’, en el que emparejó a Francesco del Cossa un artista italiano del siglo XV que cambia de género y que murió joven a causa de la peste, con el dolor de George, una joven brillante que destaca en el periodismo y la economía y traumatizada por la muerte prematura de su madre. En ‘Fragua’ tenemos a la protagonista, Sandy, una pintora de mediana edad que traslada a los lienzos bellos poemas y a una talentosa herrera del siglo XVI que también vivió en tiempos de plagas y que podría ser la autora de la histórica cerradura.

'Fragua', de Ali Smith

'Fragua', de Ali Smith

Ali Smith 

Fragua

Editorial: Nórdica

Traducción: Magdalena Palmer 

Precio: 19,90 € 

En la historia de esta joven encontraremos datos y señales para dar sentido al mensaje inicial que recibió Martina Pelf: «zarapito o cubrefuego, tú eliges». La joven fue violada para impedir así que pudiera seguir en el gremio de los herreros. Los violadores cometieron su felonía aprovechando el inicio del cubrefuego o periodo de toque de queda. La tiraron a una zanja y la dieron por muerta, pero al despertar halló a su lado un polluelo de zarapico. Ella crió al pájaro y fueron inseparables.

El compromiso político del libro tiene un poder innegable, con su ira ante la violencia sexual y la violencia indirecta de la pobreza y la explotación; también cuando castiga la irresponsabilidad estúpida de los negacionistas del Covid. Así las hijas de su amiga Martina, con engaños, se van colando en su casa. Ella se va y los deja, por miedo al contagio y los Pels al completo se instalan en su hogar. Ella se indigna porque han quebrado el tesoro de su soledad y porque son negacionistas del Covid, se burlan de la enfermedad. Son descuidados, superficiales, grotescos: el tipo de personas, piensa Sandy, que prosperan hoy en día.

Smith fustiga así también a la clase política esa que, mientras morían mil personas al día, decía que el país (Gran Bretaña) era el mejor; que promulgaba leyes para impedir que ningún solicitante de asilo pudiera entrar en el país ni recibir ayuda o que abandonaba a su suerte en Afganistán a personas que habían trabajado por el país.

‘Fragua’ quizá no consiga el alto nivel de sus cuatro novelas de las estaciones, pero mantiene la fuerza y el reto narrativo que han hecho de Ali Smith una de las escritoras mas admiradas por su original escritura.

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