Novela

Benjamín Labatut: la pesadilla de la razón

MANIAC, acrónimo de la computadora que se construyó para acelerar los cálculos que permitieron diseñar la bomba de hidrógeno, es una obra maestra sobre el momento tecnológico que vivimos

Benjamín Labatut

Benjamín Labatut / L. O.

Enrique Benítez

Enrique Benítez

Desde Goya sabemos que el sueño de la razón produce monstruos. Desde John von Neumann, el hombre más inteligente del siglo XX, científico poliédrico de origen húngaro, también podemos estar seguros de que el razonamiento científico, llevado a sus límites, ajeno a premisas éticas o morales, puede estar detrás de las peores pesadillas de autodestrucción de la humanidad. Benjamin Labatut, nacido en Rotterdam (1980) pero afincado en Chile desde muy joven, autor deslumbrante de ‘Un verdor terrible’, ha imaginado con acierto un sólido paralelismo entre la ciencia desatada de la primera mitad del siglo XX, que culminaría en el lanzamiento de las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki en 1945 y las terribles secuelas posteriores de la Guerra Fría, y la excitación actual de un puñado de programadores y empresarios, famosos y mimados, empeñados en llevar a su extremo la idea de singularidad, entregados a la construcción de una Inteligencia Artificial General que desborde la humanidad y (re)construya la civilización de una manera difícilmente imaginable para cualquiera de nosotros.

Lo que parece una novela compleja y difícil es, en realidad, un afinado ejercicio de reconstrucción de los primeros pasos de un proceso que se ha acelerado ante nuestros ojos en los últimos tiempos. Von Neumann y los físicos y matemáticos del primer tercio del siglo XX pusieron las bases, los cimientos y la inteligencia humana que desataría la destructiva carrera nuclear que tendría al mundo en vilo durante varios decenios de inseguridad y amenaza global. La teoría geopolítica de la disuasión, la idea de que la acumulación de potencia destructiva nuclear era el único mecanismo para mantener la balanza de poderes entre bloques equilibrada, es un producto de la teoría de juegos que, en su intento de reducir a un conjunto de ecuaciones matemáticas el complejo razonamiento humano, permitiría sentar las bases de algunas de las decisiones estratégicas más peligrosas y agresivas de los años de la Guerra Fría. Porque de eso va MANIAC, de los extraordinarios seres humanos que, ansiosos por llevar al límite sus conocimientos y las posibilidades de la física, la lógica y las matemáticas, diseñaron queriendo o sin querer, conscientes o inconscientes, el mundo tal y como lo conocemos hoy en día. Si en la Primera Guerra Mundial aprendimos con Clemenceau que la guerra es un asunto demasiado importante como para dejárselo a los militares, durante la Segunda Guerra Mundial nos quedó claro que cualquier guerra depende ahora de los científicos, de sus descubrimientos y avances, de sus inquietudes y dudas, de su patriotismo, sus escrúpulos, sus preguntas éticas y su relación emocional con el mundo que les rodea.

Labatut construye una recreación de aquellos momentos decisivos en torno a la figura indiscutible de von Neumann. A través de testimonios de familiares, amigos y colegas, articula una sólida narración sobre la personalidad del genio y los monstruos que fue capaz de crear gracias a su torrencial y descomunal inteligencia (sobre)humana. Una verdadera fuerza de la naturaleza, una mente privilegiada para resolver cualquier desafío científico, el autor de algunas de las investigaciones y descubrimientos más decisivos del siglo XX, casi por encima de Alan Turing, fue sin embargo un maníaco egocéntrico, al que le podía mucho más la vanidad, la demostración pública de su talento superior, que la preocupación por los efectos y consecuencias palpables de sus increíbles e inéditos razonamientos matemáticos.

En algunos momentos, el libro de Labatut recuerda algunas series de éxito de la ficción audiovisual contemporánea. Al mismo tiempo que seguimos la peripecia vital de von Neumann, sus méritos científicos, sus logros políticos y sus miserias personales y familiares, un reguero de personalidades acude a dar su perspectiva de la historia, su propia visión de los acontecimientos. Paul Ehrenfest, Kurt Gödel, Einstein, David Hilbert, Eugente Wigner, Heisenberg, los hermanos de Neumann, las mujeres de Neumann, Richard Feynman, Julian Bigelow o Sidney Brenner comparecen ante el lector para aportar ese ángulo desconocido, esa perspectiva poliédrica que, leída en su totalidad, permite hilvanar todas las complejas inquietudes colectivas desatadas alrededor de un proyecto tan inflexivo como el de la construcción de la primera bomba nuclear -cuyo mérito parece haber correspondido en exclusiva al cinematográfico Oppenheimer- y el posterior desarrollo de la simulación computacional que, hoy en día, ocupa y preocupa a gobernantes y ciudadanos enmascarada tras la afortunada expresión de ‘inteligencia artificial’.

En este sentido, el testimonio que enlaza aquellos momentos con el presente lo proporciona Wigner, cuando afirma que lo que les atrajo de forma irremediable a fabricar esas armas fue «el goce indescriptible de llevar a cabo esa ciencia» puesto que estaban descubriendo algo que «ni siquiera Dios había creado». El interés de von Neumann por los dioses y la religión en los últimos días de su vida explica los jugueteos con la inmortalidad de ese puñado de engreídos desarrolladores contemporáneos de inteligencia artificial que amenazan con superar los límites de lo humano. No en vano, Neumann ya advirtió, cerca de su prematura y dolorosa muerte, acaecida en 1958, que el vacío dejado por los dioses sólo podía ser ocupado por la tecnología. Su historia es la de un hombre que sólo alcanzó la lucidez moral cuando vio venir el final. Labatut nos la muestra con la transparente y sólida maestría del que conoce muy bien la terrible complejidad de lo que está hablando.

Benjamín LabatutLa pesadilla de la razón

Portada de Maniac / Anagrama

  • Maniac
  • Autor: Benjamín Labatut
  • Editorial: Anagrama
  • Precio: 22,00 €