Camilla Läckberg: pobres niños ricos

La reina de la novela negra, Camilla Läckberg, da un giro de tuerca y nos presenta ‘Verdad o reto’, una pequeña novela, una delicadeza, cuya estructura se sale de lo normal y nos presenta el desarrollo desde su inicio para dejarnos el suceso casi como parte del desenlace con el cierre.

Tampoco es el prototipo de protagonista y detective. Aquí tenemos a cuatro adolescentes ricos de Estocolmo, es la noche de Fin de Año y vamos a asistir con ellos a esa última cena anual, sólos, en un chalet de grandes dimensiones, mientras sus padres están a pocos metros, en otro chalet, todos situados en el lujoso barrio de Skuru. Todos son amigos de la infancia comparten estatus social y mentiras, muchas, todas las que esconden de sus familias y con sus familias, en un silencio que no se comprende entre amigos.

Una fiesta con tintes amargos por la soledad que respiran, asomándose continuamente a ver la fiesta de sus mayores, donde la decadencia es un hecho, y que a su vez les lleva a su propia decadencia. Para amenizar la noche deciden jugar al típico juego infantil de ‘verdad o reto’ y aunque en un principio el reto será la mayoría que escojan, la verdad irá dando luz a todos los secretos que esconden.

Maltrato infantil, violación, adicción al alcohol, problemas económicos y familias desestructuradas van pintando de negro la novela y les llevará a un juego de autodestrucción y violencia rayando en lo inverosímil al dejar salir todo el infierno que han sufrido en sus vidas. Esos amigos que en principio traen sus traumas de forma individual, verán que a través del juego que desarrollan, se convierten en un equipo y la salida de sus problemas tienen un denominador común. El horror de lo cotidiano, lo normal, aunque sea en un estatus social alto, vuelve a convertirse para la autora en el fundamento del relato. La noche de Fin de Año se convierte de forma esclarecedora en el amanecer de un nuevo futuro para los protagonistas. Nada volverá a ser igual. Porque ellos no volverán a ser los jóvenes que comenzaron la fiesta.

La novela corta, con menos de 150 páginas, muestra el ritmo de una novela negra, con un coro de protagonistas que se convierten en víctimas y verdugos de ellos mismos. Cuatro secretos, uno por cada uno de los muchachos serán la tensión del relato y la denuncia de la autora de la sociedad en la que vivimos. Es verdad, también, que la cortedad de la misma hace que el desarrollo de los personajes se nos quede un poco escueto pero nos da las líneas generales de los personajes para completarlos a través de sus acciones y sus hechos.

Original, rápida y bien cerrada, esta nueva obra de Camilla Läckberg la hace idónea para una lectura rápida en una buena tarde de invierno cercana a estas fechas navideñas y sin duda la reflexión bien puede desarrollarse tras la lectura, analizando la sociedad del consumo que rodea a ciertas estructuras familiares y a la educación de algunos pobres niños ricos. Un relato sin dramatismo y crudo, sin complejos, que ahonda en nuestro futuro, nuestros hijos.