Novela histórica

Santiago Posteguillo: el poderoso ascenso de César

‘Maldita Roma’, la segunda entrega de la saga de Julio César, es un vigoroso fresco de las luchas políticas en el Senado, la rebelión de Espartaco, el Triunvirato con Pompeyo y Craso y el inicio de la guerra de las Galias

Santiago Posteguillo.

Santiago Posteguillo. / José Vicente Rodríguez

José Vicente Rodríguez

José Vicente Rodríguez

El afamado autor de novela histórica Santiago Posteguillo (Valencia, 1967) se ha embarcado en el titánico empeño de narrar lo más fielmente posible la vida de Julio César en nada menos que seis volúmenes, de los que ahora nos llega el segundo tomo. Si en ‘Roma soy yo’, la primera entrega de la hexalogía en curso, se abordaba el periodo más juvenil y desconocido del joven Cayo (que en sus inicios ejerció como abogado), en ‘Maldita Roma’ (Ediciones B) recorremos un lapso de 18 años en los que César -que arranca la novela con 24 años y la termina con 42- fragua su imparable ascenso al poder político, pese a la dura oposición de sus enemigos. Un proceso que es culminado con su nombramiento como cónsul, que le llevará a afrontar la célebre Guerras de las Galias.

El nuevo libro resulta todavía más fascinante por la plena entrada en escena de personajes universalmente conocidos como el esclavo Espartaco, el poderoso Marco Licinio Craso, el feroz Pompeyo el Grande, el oscuro Catilina, un tenaz Catón el Joven o el famosísimo Cicerón, de brillante oratoria. Posteguillo también apuesta por recrear, de forma paralela a los acontecimientos de Roma, la infancia de la princesa egipicia Cleopatra para preparar al lector de cara a los acontecimientos que se desarrollarán en futuros libros. De fondo, el tumultuoso clima político de una Roma que ya era la potencia dominadora del momento y que, a nivel político, seguía fracturada en dos facciones antagónicas: los optimates, que reunían a las familias nobles y que buscaban mantener sus privilegios, y los popularii (el bando de César), partidarios de ampliar derechos a la plebe y de conceder la ciudadanía romana a la población de las provincias conquistadas.

Santiago Posteguillo, en los restos de la fortificación gala de Bibracte, en Francia.

Santiago Posteguillo, en los restos de la fortificación gala de Bibracte, en Francia. / ASÍS AYERBE

La política, campo de batalla

Si ‘Roma soy yo’ apostaba en su trama por la intriga judicial, en ‘Maldita Roma’ el motor de la acción a lo largo de sus casi 900 páginas es el despiadado juego de la política, con el Senado como verdadero campo de batalla. El conocimiento de Posteguillo sobre el funcionamiento de la política romana es ciertamente notable, al igual que su pericia para transmitirlo al lector. César teje alianzas y va ocupando cargos de cuestor, edil, pontifex maximus, pretor, y propretor de la Hispania Ulterior. Finalmente, es elegido cónsul gracias a su alianza con Craso y Pompeyo (lo que se conoce como Primer Triunvirato), impulsando leyes como la reforma agraria.

Como sucede en casi todas las novelas de Posteguillo, la trama ofrece múltiples saltos de localización y de perspectiva, según el personaje desde el que se narra la acción. El libro arranca con el exilio de César, que abandona Roma ante el acoso de sus adversarios políticos, y con su captura por unos piratas cuando viajaba por el Mar Egeo rumbo a Rodas para estudiar oratoria. En paralelo, asistimos a la campaña de Pompeyo en Hispania contra Sertorio, que permite al lector recorrer enclaves como Valentia, Calagurris, Tarraco o Bengoda. Otra parte especialmente atractiva es la narración de la famosa rebelión de esclavos liderada por el tracio Espartaco y que incluye una dramática secuencia de decimatio, el cruel castigo que, de forma excepcional, se aplicaba a las legiones que huían de forma deshonrosa de un combate.

Posteguillo afirma que, a la hora de escribir sus novelas, y para completar los grandes huecos a los que inevitablemente no han podido llegar los historiadores, recurre a lo que llama «hipótesis probables», es decir, a acontecimientos y diálogos que sean verosímiles, al encajar con las evidencias que sí tenemos. El autor valenciano, además, exhibe una gran afán didáctico, con constantes referencias a la antigüedad clásica que hacen muy gratificante la lectura. El periplo de Julio César por el Egeo nos lleva, por ejemplo, a contemplar maravillas del mundo antiguo como el templo de Artemisa en Éfeso y las ruinas del Coloso de Rodas, a compartir citas de Heráclito y poemas de Catulo o a comprobar cómo la huella de las proezas de Alejandro Magno estaban presentes en la mente de los romanos. También en las de César, por supuesto, quien cuando estuvo en Hispania para su campaña contra los lusitanos visitó el templo de Hércules en Gades (nuestro Cádiz). Cuenta la Historia que allí, al contemplar una estatua de Alejandro, César rompió a llorar porque, teniendo la misma edad que el conquistador macedonio cuando murió, él no había conseguido aún ninguna hazaña memorable.

Un retrato de César más allá del mito

‘Maldita Roma’ recrea también la vida personal y familiar de César, tratando de ofrecer un perfil razonable del hombre que hay detrás del mito. En este tomo se abunda en la estrecha relación que mantuvo con su madre, Aurelia, en su amor por su hija Julia (a la que tuvo que casar con su enemigo Pompeyo) y en el gran dolor que le causó la muerte de su esposa, Cornelia. Tras un desastroso segundo matrimonio con Pompeya (que acabó con el famoso episodio de ‘ser honesta y también parecerlo’), desposa a Calpurnia, aunque el libro deja claro que César tuvo muchas amantes, entre ellas Servilia, madre de Bruto (uno de los conspiradores de su asesinato).

Posteguillo, en definitiva, sigue mostrando una gran admiración por el personaje de César, al que describe como una persona con un profundo sentido de la justicia y decidida a cambiar Roma en favor de las clases populares. Aunque con el curso de los años evolucionó a una posición más pragmática y acabó como dictador de Roma, el autor valenciano no cree que su figura sea equiparable a la de dictador contemporáneo, ya que era un personaje muy complejo y de muchos matices. En este sentido, Posteguillo comparte la idea de que no podemos aplicar una revisión ideologizada a este tipo de personajes históricos, ya que que no se pueden valorar moralmente desde el presente acciones cometidas hace más de 2.000 años. En todo, caso la evolución de César la seguiremos viendo en los próximos volúmenes de la saga.

Santiago PosteguilloEl poderoso ascenso de César

Portada de 'Maldita Roma' / Ediciones B

Maldita Roma

  • Autor: Santiago Posteguillo
  • Editorial: Ediciones B
  • Páginas: 889 
  • Precio: 24,90 €