Diario de lecturas

Adiós a Ramona Fradon, una dama de los tebeos

Ramona Fradon.

Ramona Fradon. / L. O.

Me hago mayor, y muchos de los nombres que me han sido conocidos en la vida ya son los de gente que ha muerto. Esta semana, Ramona Fradon ha pasado a formar parte de esa ya larga lista de desaparecidos. Sé que Fradon no es un nombre muy popular, así que explico algo sobre esta artista. Ella fue una pionera en un campo profesional eminentemente masculino: dibujante de cómics. Ramona Fradon comenzó su carrera en 1950, y durante siete décadas dedicadas al dibujo nos ha dejado la creación de Metamorpho -personaje de DC al que le tengo un enorme cariño-, muchísimas páginas de Aquaman, a quien ella recuperó del olvido en los 50, así como quince años dedicados a narrar en tiras de prensa las aventuras de Brenda Starr, entre otras muchas maravillas que se beneficiaron de un estilo de dibujo amable y muy clásico, con una luminosidad carente de sombras pero siempre con carácter y cierto humor en sus figuras, muy lejos de la agresividad oscura en la que cayó el género en los 80. Ramona Fradon nunca ha estado olvidada, hasta el punto de que los creadores de Bob Esponja requirieron de ella para que dibujara algunos de los tebeos en los que aparecía la versión de Aquaman que se cruza con el cocinero del Crustáceo Crujiente. Como siempre en estos casos, uno es de rituales y homenajes, voy a leerme alguno de sus tebeos, y creo que será alguno de Super Friends. Un abrazo, y gracias.