Sucesos

La pistola del hombre que amenazó de muerte a varias personas en La Roca era simulada

El joven, que dio positivo al igual que varios de los policías que intervinieron en su arresto, fue trasladado a un centro para su evaluación psiquiátrica

Avenida Luis Buñuel

Avenida Luis Buñuel / L. O.

El arma que portaba el joven detenido el viernes en Málaga después de que presuntamente amenazara de muerte a varias personas al grito de "Alá es grande" mientras alzaba un Corán era simulada, según han confirmado fuentes policiales. Pese a las dudas iniciales de que la pistola pudiera estar manipulada, los investigadores comprobaron en sede policial que era una réplica de una Glock del calibre 9 milímetros, circunstancia que no sabían ni las víctimas a las que abordó empuñándola ni los policías nacionales que lograron reducirlo y arrestarlo tras un gran forcejeo.

Según ha podido saber este diario, una vez detenido, el hombre fue sometido a una prueba de Covid-19 que arrojó resultado positivo. Esto, sumado al estado mental que presentaba, impidió que fuera puesto a disposición judicial, por lo que se ordenó su traslado a un centro médico para su valoración psiquiátrica y para el aislamiento que exige el protocolo sanitario, han explicado hoy fuentes judiciales. Otras fuentes han confirmado que el positivo del detenido obligó a practicar las pruebas a los policías que intervinieron en su arresto, varios de los cuales también dieron positivo.

Los hechos ocurrieron a mediodía del viernes 29 de enero en la avenida Luis Buñuel, en el barrio de La Roca. Un taxista que se encontraba en la parada del centro comercial Rosaleda se acercó a un vehículo de la Policía Nacional que pasaba por la zona para advertirles de que un joven que portaba un arma y un Corán le acababa de amenazar de muerte al grito de «Alá es grande». La víctima les dio una descripción del hombre y les dijo que se había dirigido hacia el parque infantil que hay en la acera de enfrente de la avenida, donde fue localizado inmediatamente. Las fuentes explicaron que estaba de espaldas, pero al girarse y ver a los policías levantó el Corán que llevaba en una mano y dirigió la otra a la zona delantera del cinturón al tiempo que comenzó a gritar que los mataría en nombre de Alá. Los agentes llegaron a ver la empuñadura del arma, pero se abalanzaron sobre él rápidamente y no le dieron tiempo a que la agarrara. Tras un gran forcejeo al que se sumó un agente fuera de servicio que pasaba por la zona, lograron reducirlo.

Las posteriores gestiones llevadas a cabo en la zona permitieron localizar a otras dos víctimas, otro taxista que contó la misma versión que su compañero y una joven que estaba en el parque que aseguró que también sufrió amenazas.