Instalaciones municipales

Urbanismo da un paso clave para retomar las obras del pabellón de Puerto de la Torre

Las lluvias de septiembre de 2019 hicieron caer la cubierta y ahora se pagan a la adjudicataria 235.079 euros por los trabajos ya hechos de retirada de elementos

Daños producidos por las lluvias en el pabellón de balonmano del Puerto de la Torre.

Daños producidos por las lluvias en el pabellón de balonmano del Puerto de la Torre. / josé antonio sau. málaga

José Antonio Sau

José Antonio Sau

Urbanismo adjudicó, por más de 1,79 millones de euros, a la empresa Obras Generales del Norte SA, el pabellón de balonmano del Puerto de la Torre. El plazo de ejecución era de doce meses y las obras comenzaron el 30 de noviembre de 2018. Sin embargo, el 17 de septiembre del año siguiente se paralizaron los trabajos después de los daños estructurales que produjeron las lluvias en la noche del 13 al 14 de septiembre: en concreto, la cubierta del polideportivo colapsó y cayó sobre el suelo y las gradas. Ello motivó una serie de obras que asumió la adjudicataria y que luego reclamó a Urbanismo. Finalmente, en el Consejo de Administración de la Gerencia de este jueves se aprobará el pago de una suma de 235.079 euros a la constructora Ogensa en concepto de indemnización, desbloqueando así el retomar estos trabajos.

La constructora, en concreto, pidió 321.424,16 euros, según un escrito del 22 de diciembre pasado, en concepto de indemnización de los gastos que soportó, que no estaban incluidos en el proyecto, y que se derivaron de las condiciones de emergencia en las que debió intervenir, ya que había riesgo sobre las viviendas colindantes debido a la caída de la cubierta. Finalmente, el Servicio Jurídico Administrativo del Departamento de Arquitectura de la Gerencia estima parcialmente la intención de la compañía, concluye que el techo colapsó por una superposición y conjugación «de un cúmulo de circunstancias sobrevenidas, imprevisibles, anormales en el desarrollo propio de la naturaleza de las obras y no imputables al contratista (sobrecarga por lluvia que se acumuló en el centro del techo, presión por vientos de 48 km/h, succión interior de la cubierta por dichos vientos a causa de los huecos existentes en la fachada y que no se encontraban cerrados), que incidieron negativamente en la continuidad de la ejecución del contrato». No se trata ni de un caso de fuerza mayor ni de un supuesto de riesgo y ventura, aspectos que hubieran devenido en una indemnización afín a la solicitada por la constructora, sino que se está ante un «riesgo imprevisible que altera de forma muy notable el equilibrio económico del contrato», por lo que se fijan esos más de 235.000 euros.

La empresa debió actuar una vez que Urbanismo constató que había caído toda la cubierta del pabellón. De esta forma, el Servicio de Conservación alertó de riesgo estructural por la situación de inestabilidad de los restos, así como de la posibilidad de mayores daños, de manera que el empuje que sufre el cerramiento lateral podría haber derivado en la caída en la caída de paneles prefabricados o rotura del vidrio de la fachada lateral, afectando a inmuebles cercanos.

La empresa retiró los elementos inestables de la cubierta y procedió al desescombro del resto de materiales dañados que formaban parte de los cerramientos e instalaciones. Si bien no se trata de un caso de fuerza mayor, dice Urbanismo, «sería negar la evidencia no considerar la relación existente entre las lluvias caídas durante la madrugada del 13 al 14 de septiembre de 2019 y los daños de la cubierta».