La vacunación devuelve la normalidad a las urgencias hospitalarias

Durante los primeros meses de pandemia, el porcentaje de pacientes que acudían a las urgencias de los hospitales con patologías no relacionadas con la Covid-19 disminuyó casi un 80%. El miedo al contagio propició este descenso, que retrasó la atención a pacientes con patologías graves que precisaban asistencia urgente. A día de hoy, y desde que comenzase el proceso de vacunación, el número de personas que acuden a urgencia se ha incrementado y los procesos patológicos, afirman los sanitarios, son ya similares a los de antes de la pandemia.

Según una encuesta realizada por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), el 30% de los españoles consideró muy inseguras las urgencias de los hospitales a raíz de la pandemia. Los circuitos Covid, las campañas de información y, más recientemente, la vacunación contra la Covid-19 han contribuido a que la población comience a perder el miedo a acudir a los servicios de urgencia. Ahora, el perfil de los pacientes que acuden a urgencias está cada día más cerca de la normalidad.

Cólicos renales, procesos traumatológicos, ictus, infartos… Las patologías potencialmente graves están volviendo a acaparar las urgencias hospitalarias. «Desde hace algunas semanas los pacientes que realmente necesitan venir y ser atendidos en un servicio de urgencias están acudiendo, por lo que podemos darle solución al problema en tiempo y no se retrasa la atención a estos pacientes que precisan asistencia urgente», explica la jefa del servicio de Urgencia del Hospital Regional, Eva Fragero.

La paulatina vuelta a la normalidad tranquiliza a los profesionales de urgencias, que acudieron alarmados al descenso de consultas de patologías graves: «Esta ha sido una de las grandes consecuencias ocultas de la pandemia. Ha habido muchísimas patologías graves que no han llegado al hospital, con las consecuencias que ello conlleva», expone Félix Martínez, jefe del servicio de Urgencia del Hospital Quirónsalud. Esta misma tendencia se observó en las urgencias del Regional, en las que hubo un descenso importante de pacientes que presentaran síntomas graves de código infarto o ictus, destaca la doctora Fragero: «Este tipo de pacientes no venían y cuando lo hacían, venían ya tarde».

Tanto fue así que el Hospital Regional llevó a cabo un llamamiento para tranquilizar y advertir a la población sobre la importancia de acudir a tiempo a los servicios de urgencia. Así, el centro transmitió la seguridad que daba contar con un circuito específico y separado para pacientes Covid. Esto, asegura la jefa de Urgencias, propició que durante los meses posteriores se fuera recuperando la normalidad de forma gradual.

En los últimos días, los procesos traumatológicos están repuntando en las urgencias, señala Fragero. Asimismo, se está observando una mayor afluencia de pacientes mayores «que antes tenían miedo de venir a las urgencias porque no estaban vacunados y ahora, con la vacunación, se sienten más seguros y están consultando con más frecuencia», apunta. Del mismo modo, se han incrementado el número de pacientes con patologías banales que podrían usar los recursos de urgencia de atención primaria o la atención primaria de forma programada.

«Ha sido un proceso progresivo, poco a poco ha empezado a venir el paciente grave o potencialmente grave. Y a continuación, ha comenzado a venir el paciente con patologías menos graves que, a priori, no debería consumir tiempo en una urgencia hospitalaria», manifiesta Félix Martínez. La normalidad está volviendo a todos los niveles y con ella, la vuelta de una tendencia popularmente extendida antes de la pandemia: el uso indebido de las urgencias hospitalarias. En este punto, Eva Fragero resalta la importancia de usar de manera racional los servicios sanitarios: «Eso nos ayuda a que podamos volcar muchos más recursos en los pacientes graves y ofrecerles una atención más inmediata y rápida. La colaboración de los ciudadanos en el uso de las urgencias es fundamental».

Acudir a urgencias por causas superficiales era una tónica a la que ya estaban acostumbrados los profesionales de este servicio. Las patologías banales -que podían perfectamente ser tratadas en centros de atención primaria- restaban tiempo y esfuerzo que podía ir dedicado a patologías realmente graves.

Es por ello que la jefa del servicio de Urgencia del Hospital Regional, Eva Fragero, considera primordial concienciar a la población en un uso racional de las urgencias e instan a que respetar y contribuir a poder dar una mejor atención a los pacientes que realmente necesitan del servicio de urgencias.