Crónicas de Málaga

Las cosas de Paco, los mil y un planes y el entorno

Imagen de cómo quedará el futuro recinto ferial del Cortijo de Torres combinando usos.

Imagen de cómo quedará el futuro recinto ferial del Cortijo de Torres combinando usos. / José Antonio Sau

José Antonio Sau

José Antonio Sau

Málaga va a dejar abrir a las discotecas y salas de fiesta como si fueran, claro, locales hosteleros, restaurantes y bares de toda la vida. Como el Framil, donde desayuno de vez en cuando, o el Tres de oro, donde desayunaba en los primeros años de profesión. Hacer pasar una discoteca por un bar de bocadillos debe de ser complejo, pero lo cierto es que como dice uno de los dueños del Liceo y empresario gastronómico, Pedro Marín, poca gente va a ir en verano a locales cerrados sin terraza, por muchas sillas, mesas y comida sin preparación que puedan ofrecer. Se ha hecho una interpretación creativa del famoso decreto autonómico 155 por parte del equipo de Comercio y Vía Pública, que dirige Elisa Pérez de Siles, como un medio de ofrecerle un salvavidas al sector. Marín ha dicho esta semana a este que les habla que lo importante aquí son las ayudas, y la Junta, el Estado y la Diputación los han dejado fuera. El Consistorio, se queja, también. Esta semana aún en curso ha dejado más noticias interesantes: por ejemplo, la idea de reordenar el recinto ferial de Cortijo de Torres, un proyecto que, al final, consiste en que darle a aquel enorme espacio un mix de usos: del ferial de agosto al ferial y congresual propio del Palacio, se le mete un hotelito al lado y se deja espacio para ampliar el edificio congresual, que, por cierto, es algo que lleva años sobre la mesa. Marisa Bustinduy, portavoz socialista hace unos años, ya propuso hacer una city financiera en esos terrenos. La nueva propuesta prevé edificios híbridos en cuyo zócalo pueda haber casetas de feria y arriba, oficinas. Va a estar muy divertido ver al administrativo de turno bajar entre trámite y trámite a tomarse un vinito y una loncha de jamón, y luego, ya convenientemente cocido, subir a seguir con la tarea de cada día. Eso en agosto. La historia puede salir por más de 232 millones de euros. Hay quien cree que se podía haber buscado otro lado para el recinto ferial y ese inmenso terreno podría haberse usado para dar servicio al palacio y acoger hoteles, oficinas, restaurantes y un polígono acorde con los nuevos tiempos. En fin, habrá que ver si cuaja esa idea y si la colaboración público-privada funciona aquí. O no. Que ahora se pide dinero al empresario para todo. Y no está mal: pero ya se le ha solicitado para el auditorio, para el soterramiento del frente litoral, y así sucesivamente. Ellos se benefician indirectamente de todo lo que la ciudad acoge y ofrece, pero también es correcto fijar prioridades, elegir un proyecto de legislatura y conseguir dinero para hacerlo realidad. La dispersión, marca de la casa, sólo lleva a no sacar nada adelante, a no avanzar. Hay quien se queja de eso. Y tiene razón. También se debatió en las comisiones del pasado lunes sobre el plan especial del Guadalmedina: IU y Podemos han solicitado al equipo de gobierno que se mire lo del plan sobre el río, que es un embovedamiento encubierto, dicen, y le piden cambiar esa filosofía por la de renaturalizar el río, como han solicitado grupos como Ecologistas en Acción, que ya renaturalizó el Manzanares. Y no es mala idea. El equipo de gobierno defiende los puentes plaza para conectar las dos zonas de la capital, la cicatriz hídrica que es también, o fue, socioeconómica. Uno ve con mejores ojos eso de la renaturalización: va a costar menos y es más propio para una ciudad como esta. En la parte norte del río, aguas arriba, se plantea la vía ciclista, que está a la espera de no sé qué papel que no llega. A todo esto, el uso del SARE en Huelin y Cruz de Humilladero ha crecido. Hubo manifestaciones y hay un amplio rechazo a esta medida en ambos barrios. Pero los datos son los datos: los aparcamientos pagados se usan cada vez más. El equipo de gobierno quiere seguir haciendo las respectivas pruebas en ambos barrios durante unos seis meses y luego verá si la historia ha sido un éxito o no. De momento, el uso sigue siendo bajo pero crece. El alcalde, por otro lado, ya dijo hace un par de viernes que quiere sacar a los corredores del paseo marítimo Pablo Ruiz Picasso, después del desastroso invento de reservar un carril para los ciclistas sobre la calzada. La solución es hacer un carril bici segregado, como quiere hacer provisionalmente Francisco de la Torre hasta que la Junta haga el metropolitano que pasa por allí y llegará a Rincón de la Victoria. Para mí que ese carril autonómico es como lo de soterrar el frente litoral, una utopía cada vez más utópica si se quiere que los empresarios aflojen pasta. Hay titulares todos los días, la maquinaria funcionando para engrasar noticias y mensajes, pero pocos de esos proyectos acaban concretándose. Ya hay hasta protocolo para que vuelvan los cruceros, cuando aún no hemos pasado el 10% de población vacunada (y ya estamos pensando en regalar vacunas a otros países); han cubierto de tierra los restos arqueológicos del Astoria hasta que se sepa el resultado de las excavaciones y si hay algo que merezca la pena mantener, pero lo más extraño de la semana, para mí, ha sido ver al alcalde de Estepona, José María García Urbano, inaugurando junto a De la Torre la nueva muestra del Carmen Thyssen el pasado jueves. Tendrá una explicación oficial y otra oficiosa. Habrá quien se haya puesto nervioso, estoy seguro de ello. ¿Qué pinta García Urbano ahí? Al alcalde le gusta el notario como sucesor. Hay muchos proyectos en danza ahora para la ciudad, mil y un planes, pero este es el preferido del regidor. Las cosas de Paco, que diría el entorno de Elías Bendodo. Qué me gustaría a mí también tener un entorno que hablara por mí, como si fuera yo. Cuando tienes entorno es que las cosas van bien.