Crónicas de la ciudad

La estela de Invader en el Paseo de los Curas

Una extraña obra incrustada en uno de los pilares de la verja del puerto parece seguir la estela de los aciagos marcianos del artista francés Invader

La obra, en un pilar de la verja del puerto

La obra, en un pilar de la verja del puerto / Álex Zea

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

En 2017 Málaga padeció una invasión de marcianitos. Salieron del magín de un artista francés anónimo conocido como ‘Invader’, en homenaje al videojuego de los 80 ‘Space Invaders’.

Sin naves bien equipadas que nos protegieran del portento del país vecino, Invader aprovechó una muestra del CAC Málaga y la caída de la noche para repartir su arte marciano por donde le vino en gana. 29 mosaicos de marcianos nos endosó, 15 de ellos en el Centro Histórico, sin permiso alguno de los propietarios de los inmuebles agraciados con su arte de otro planeta.

Como saben, no se anduvo con miramientos y entre los edificios donde estampó su sello personal -sustentado con mortero de alta resistencia y fraguado rápido- se encontraron dos bienes de interés cultural tan preciados como el Palacio de Salinas y el Palacio del Obispo. Este último amaneció por calle Santa María presidido por una pixelada flamenca.

La hazaña bélica terminó en juicio, responsable del CAC incluido. La línea divisoria entre el arte y la gamberrada incívica la atravesó con desparpajo nuestro anónima criatura.

Buena parte de la marcianada hizo mutis por el foro y se repararon los daños perpetrados en los BIC, sin embargo, todavía quedan algunos retazos de estos Encuentros Malagueños en la Tercera Fase.

Sin duda, el punto más enigmático lo encontramos en el Paseo de los Curas, en la entrada al Palmeral de las Sorpresas, a la altura del recinto Eduardo Ocón.

En uno de los pilares de la verja del puerto, Invader estampó un alienígena cangrejero escoltado por una palmera. El mosaico infractor fue retirado pero más tarde, hacia finales de 2018, reapareció en el mismo sitio -actualmente ya no está-.

Al parecer, en varios países hay grupos que reivindican las marcianadas de Invader y reponen las que han ‘abandonado’ la vía pública. Como ya aventuró el siglo pasado Rafael el Gallo, «hay gente pa tó».

Pero sin duda, algo muy llamativo lo encontramos justo en el pilar de enfrente, el de la izquierda y que flanquea la entrada peatonal. En él nos encontramos con otra obra ‘incrustada’, aunque no tenga el estilo del artista galo. Se trata de una especie de marciano verde acompañado de la educativa leyenda ‘Fuck Humans’, que realiza ‘una peseta’ al respetable -según Luis Aragonés, ‘una peineta’- Está firmada por FOSR.

De tan preciada obra ya había testimonio gráfico en 2017, el mismo año de Invader. ¿Alguien siguió su estela? Cría cuervos alienígenas...