Sucesos

Una familia numerosa lo pierde todo en un incendio en el barrio de Santa Cristina

María del Carmen y Leo, la pareja afectada, están en paro y han pasado la noche con sus cinco hijos en casa de familiares

Ana L. Moreno

La solidaridad de vecinos y familiares está sosteniendo hoy a una familia de siete personas en el barrio malagueño de Santa Cristina. Su casa mata ardió ayer sobre la una del mediodía, el fuego ha arrasado con todo, afortunadamente sin ningún daño personal ya que María del Carmen, la madre, se encontraba sola en la vivienda.

El suceso se produjo en el salón, aparentemente en la zona de la televisión, donde se estaba cargando una patineta eléctrica y otros pequeños electrodomésticos. María del Carmen estaba en una estancia de la casa y cuando vio humo y fuego salió inmediatamente, no había nadie más.

“Los bomberos hicieron un trabajo impecable, arriesgaron su vida y no pararon hasta sacar a todos mis animales con vida”, comenta María que estaba sola en la vivienda y asegura que aunque tardaron “15 o 20 minutos en llegar, se me hizo eterna la espera”. La familia se compone de María del Carmen Fernández Jurado, su pareja Leonardo Villalba Pedrosa, y los hijos de ella de 17, 13, 12, 10 y 4 años. Además, tienen 4 perros, un conejo y pájaros, todos las mascotas han sobrevivido gracias a la existencia de un patio al que no alcanzaron las llamas, menos los pájaros que se encontraban en el interior.

Hasta el viernes pasado en la vivienda que pese a ser amplia tiene 3 habitaciones así es vivían nueve miembros ya que la hija mayor de María, de 19 años, habitaba allí con su pareja. “Se acaban de independizar”, explica la madre. 

El fuego recorrió la casa entera en pocos minutos, de hecho, las viviendas contiguas han sufrido algunos daños, en palabras de Leo “una placa de internet ha ardido en la casa de la derecha y la de la vecina de la izquierda se llenó de humo y ha afectado al techo”. La pareja de María, Leonardo, vive a caballo entre esta casa en la calle Almargen y la casa de sus padres, ya mayores. Ambos están desempleados.

Incendio en una vivienda en la barriada Santa Cristina

Álex Zea

La ayuda de vecinos y familiares está siendo indispensable en estas primeras 24 horas, en las que la gestión y la fraternidad ha sido absoluta. Muchas personas se acercan a la pareja para darles enseres, ropa y alimentos, el problema: no tienen dónde almacenar estas cosas. “Lo que más me urge es un alquiler”, asegura María, que dice que no es fácil siendo una familia tan numerosa. “El seguro nos lo paga, pero tenemos que buscar nosotros la casa y no hay, con tanto espacio y que permitan niños y mascotas es casi imposible”, a todo ello se le suma que necesitan entrar a vivir desde ya. Mientras encuentran un hogar para poder habitar hasta que el seguro les de respuesta, los vecinos les guardan los víveres en sus domicilios.

Esta mañana ha llegado la policía forense para ver cuáles eran los daños objetivos, al parecer la estructura no se ha dañado demasiado y la causa procede de un cortocircuito. Según Leo, “el seguro nos cubrirá el 90% de la obra, pero los electrodomésticos y el mobiliario tiene que correr a nuestra cuenta”. También el seguro les ofrecía anoche un hotel para dormir, sin embargo, con la cuantía de 180€  no podían suministrar todos los costes, “siete personas en una habitación de hotel no se puede”.

La familia, sobre todo, intenta buscar la comodidad para sus hijos, que son menores de edad y pequeños aún. ”Los niños han perdido todos sus juguetes, esta mañana mi hijo me ha preguntado que dónde estaba el cepillo de dientes”, se apena María que se siente “desubicada y agobiada”.

Han dado muestra de ánimo y apoyo algunas madres del colegio de los niños, una de ellas se dirigía a María “todo se recupera, lo importante es que estáis todos bien, ahora toca ayudar”. Desde la dirección del Colegio Público Neil se ha informado al vecindario del suceso para que todos puedan aportar un grano de arena y amparar a la familia. 

“Supuestamente venían a desescombrar hoy”, añade la pareja de María, esperando que el proceso no dure demasiado. Como recurso desesperado, María se ha puesto en contacto con la inmobiliaria Aliseda, propietaria de una casa de la barriada con las mismas características que la suya y que lleva en venta mucho tiempo. Los afectados pretendían poder alquilarla con rapidez y de forma excepcional, sin embargo, tras explicarle su situación la inmobiliaria ha dado una escueta negativa.

María, Leo y los niños tienen que recuperarse de esta trágica experiencia, esperan encontrar un domicilio pronto donde sus hijos puedan descansar. Toda ayuda, en estos momentos, es poca.

El fuego en la casa tuvo su origen en el cargador de un patinete eléctrico

El fuego en la casa tuvo su origen en el cargador de un patinete eléctrico / Álex Zea