Influencer Marketing Talks

Influencers: un poco de suerte y mucho de trabajo

Ana Vera y Luh, dos de los influencers malagueños más destacados nos cuentan su experiencia laboral y trayectoria profesional

La popularidad y la familia, dos temas «candentes» en la vida de nuestros influencers

La popularidad y la familia, dos temas «candentes» en la vida de nuestros influencers / JULIÁN NIETO. MÁLAGA

Dos de los personajes malagueños con más reputación online en la actualidad, Luh y Ana Vera, conversaron virtualmente con La Opinión de Málaga para contarnos su experiencia profesional que les reporta millones de seguidores.

El pasado miércoles 2 de junio La Opinión de Málaga y Prensa Ibérica organizaron Influencer Marketing Talks, un evento digital que tuvo como objeto dar visibilidad al trabajo de dos personas influyentes de la provincia malagueña en sus respectivos campos de trabajo como son Ana Vera (moda) y Luh (videojuegos), a través del análisis de su trayectoria profesional, formación y aptitudes para desarrollar una profesión como es la de influencer, una labor muy seguida y demandada por las jóvenes generaciones pero quizá también muy desconocida para los usuarios de las RRSS y seguidores de estos líderes de opinión . Este encuentro virtual contó con el patrocinio del Área de Educación, Juventud y Fomento del Empleo del Ayuntamiento de la capital malagueña, cuyo concejal, Luis Verde, se encargó de dar la bienvenida a todos los asistentes al encuentro.

Verde quiso poner en valor el gran trabajo que llevan haciendo desde hace años estos dos malagueños, «referentes internacionales que transmiten siempre valores en positivo». El concejal del Área de Juventud indicó que la mayor parte de sus seguidores «desconocen cómo han llegado al lugar de privilegio donde están Ana y Luh» y comentó que la fórmula del éxito de los dos malagueños se ha basado «en que nunca dejaron de estudiar para hacerse influencers, una actividad donde la formación y el esfuerzo son fundamentales», señaló.

Uno de cada cuatro jóvenes menores de 25 años admiten que quieren ser influencers, una nueva profesión de la que todo el mundo habla pero de la que muy pocos conocen cómo ejercerla y cómo conseguir buenos resultados a largo plazo, y en la que la marca personal y la formación y el trabajo constante juegan un papel importantísimo para conseguir dedicarse al Content Marketing.

Dos de los más reputados influencers malagueños, Ana Vera y Luh, participaron en el encuentro que fue moderado por la periodista de La Opinión de Málaga, Ana Montañez.

Ana Vera comparte en su blog y en sus redes sociales sus cosas favoritas de la vida, desde su pasión por la moda y los viajes hasta consejos de belleza y estilo de vida. Cuenta con su propia marca, VeraBlonde, y destaca en las redes sociales por su naturalidad y espontaneidad, y siempre trabaja con marcas que se alinean con su filosofía para producir contenido visual de alta calidad y generar confianza dentro de su comunidad.

Por su parte, LUH es licenciado en Publicidad y Relaciones Públicas. Tras conseguir experiencia en agencias de publicidad, actualmente está especializado en marketing, afiliación, promoción y acciones online centradas en el entretenimiento interactivo bajo su seudónimo de Luh. Este malagueño ha conseguido obtener desde 2012 una audiencia joven y activa en el sector de los videojuegos y del entretenimiento en Twitch, YouTube, Twitter e Instagram.

Tanto Ana Vera como Luh han trabajado muy duro mucho tiempo antes de tener la visibilidad de la que gozan ahora. Sus comienzos no fueron los deseados. No desesperaron ante la falta de resultados iniciales y siguieron incidiendo en lo que ellos consideraban el inicio de su vida profesional, siguieron formándose y poco a poco empezaron a recoger los frutos. «En mi caso -comenta Ana Vera- empecé a facturar en el año 2016, tres años después de abrir la cuenta de Instagram». Luh nos da su receta: hay que ser constante, ser paciente, todos los días no son buenos. Al principio no fue fácil y fue muy duro».

Con el paso del tiempo empezaron a surgir oportunidades, Ana Vera reconoce que siempre quiso ser empresaria « el business me ha gustado siempre mucho, me especialicé en finanzas porque creía que era lo más útil en una empresa. Siempre hay que saber de números», matiza. Tiempo después montó Verablonde, su marca de bolsos y marroquinería, como resultado de una creatividad innata en todo lo referente a la moda y a una audacia emprendedora de la que se siente orgullosa.

Luh tiene muy claro que siempre desde el día 1 hay poner toda la carne en el asador en lo que se hace en el mundo tecnológico y digital y lanzarse de cabeza a por ello, y nos da su receta: «La clave puede estar en pensar qué puedes aportar no como marca y sí como persona. Tienes que tener claro que no hay que tirar la toalla nunca y que todos los inicios son muy duros. En gaming estamos orientados al contenido efímero, no nos gusta ver nada viejo. Todo es instantáneo, si fallas tres días te olvidan, pero siempre hay posibilidades de hacerse con un huequecito».

¿Y qué pasa cuando uno logra sobrevivir en esa jungla llamada internet y en las redes sociales? Nuestros dos protagonistas lo tienen muy claro. Ana cree vital «no compararte con nadie mejor o peor. Hay que seguir tu camino sin mirar a los lados, siempre al frente. Es la única manera de seguir avanzando».

Luh traduce sus pensamientos a lo numérico: «No hay que fijarse en las cifras, en este ámbito un día estás arriba y al día siguiente estás abajo. Hay factores externos que no dependen de ti y que influyen directamente en tu trabajo. Hay que asumirlo, lo único que queda es poner todos tus valores en tu trabajo».

Vera y Luh recelan mucho de la imagen que la gente, sobre todos los jóvenes, tienen de influencers como ellos y de los líderes de opinión de las redes. «La gente quiere ser influencer porque lo ven muy fácil, pero muchos no saben la trabajera tan grande que hay detrás. Hay mucho desconocimiento» subraya Ana Vera. Luh vuelve a echar mano de los datos y de los números para dar su opinión: «En esta actividad hay un 5% de suerte y un 95% esfuerzo. Los chicos se fijan en lo que ven y no en todo lo que hay detrás» y da un consejo a los que se plantean empezar en esto: Yo empezaría como hobby y nunca imitaría a los que me gustan, intentaría ser yo mismo, y si no salen las cosas bien al principio hay que abandonar la frustración».

Además, muchísimas veces, como casi todo en esta vida, lo difícil no es llegar a lo más alto sino mantenerse. Ante los vaivenes de una actividad que está muy sujeta caprichosamente a los gustos de una comunidad, Ana Vera da un consejo: «Si te atascas es que hay algo que haces mal y es necesario averiguarlo. A lo mejor no estás haciendo nada mal, pero seguro que sí hay algo que no estás haciendo. Hay que estar muy alerta de lo que se cuece en la aplicación en la que trabajas y sobre todo estar muy atento de las tendencias». «El algoritmo frustra mucho -apostilla Luh- el creador de contenidos se agobia mucho y se pregunta constantemente por qué dejo de molar y siempre llegas a la misma conclusión: es por el algoritmo, por lo tanto, hay que seguir con tus valores y mirar a más largo plazo».

Para finalizar, nuestros invitados en este Influencer Marketing Talks quisieron despedirse alentando a todos los que quieren iniciar sus pasos en el mundo de las redes sociales sobre todo a que se sigan formando «todo conocimiento es bueno para mantener la curiosidad y la iniciativa». Ellos lo hicieron así y les ha ido muy bien.

La «fama» y la conciliación familiar

Tanto Ana Vera como Luh, este más recientemente, son padres de una niña y un niño respectivamente. Quisimos saber si este profundo cambio vital les había afectado a la hora de desarrollar sus labores profesionales, muchas veces presididas por interminables jornadas de trabajo de lunes a domingo.

«Ahora trabajo menos -nos comenta Luh- casi diría que hago media jornada. Tengo un niño de siete meses e intento cortar a las 20,30 horas. Hoy mismo he delegado trabajo a un editor que colabora conmigo. Antes de nacer mi hijo echaba mucho más tiempo, 10 horas mínimo. Ana Vera también reconoce que ha pisado el freno desde que es madre: «Dentro de la aplicación trabajo mínimo tres horas de lunes a domingo. Después hay mucho trabajo detrás y ahí tengo a mi mano derecha, Paula, que me lleva muchos de estos aspectos».

Otro de los temas con los que tienen que lidiar Luh y Ana es el hecho de ser conocidos por cientos de miles de personas, esa pérdida de anonimato como consecuencia de su actividad profesional: «Yo no me considero famosa, hay mucha gente que me ve todos los días y me considera su amiga. Lo llevo muy bien», indica la promotora de Verablonde. Luh dice que le conocen por la calle y que no es persona que le guste la fama. «No soy nada divo. Cuando me paran por la calle, lo intento llevar bien. Ten en cuenta que la persona que me para me conoce pero yo a el no».