Crónicas de la Ciudad

El anuario de San Telmo y el coronavirus de Vermeer

La Real Academia de Bellas Artes de San Telmo presenta el anuario de 2020, lleno de informaciones sugerentes pese a crecer en lo más recio de la pandemia

Portada del anuario 2020.

Portada del anuario 2020. / Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

El famoso astrónomo de Vermeer no acaricia un globo en el que están reproducidas las constelaciones sino la funesta esfera de un enorme coronavirus. Este collage de Javier Boned conforma la portada del Anuario 2020 de la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo y de paso simboliza cómo fue el año del confinamiento y de la perpetuación en la pantalla del doctor Fernando Simón.

Pese a todo, el anuario bulle de actividades e informaciones. No hay que olvidar que, justo antes de decretarse el estado de alarma, en febrero de 2020 la academia volvió a su sede del Museo de Málaga, el Palacio de la Aduana, tras el desalojo del Palacio de Buenavista.

En Málaga las ‘situaciones provisionales’ suelen durar lustros y décadas; lo saben desde los vecinos de Los Asperones hasta los académicos de San Telmo.

2020 fue el décimo aniversario de la muerte de Alfonso Canales. Los académicos lo recordaron con emocionados trabajos y con un libro de homenaje a Beethoven (Gran Fuga) en el que se recuperaron los versos de Canales y la pintura de José Manuel Cabra de Luna.

También se recordó, en un estupendo volumen, la vinculación entre Benito Pérez Galdós y Málaga, en el centenario de su muerte y no se olvidó la institución de conmemorar el milenario de nuestro paisano Salomón Ibn Gabirol.

Y entre las colaboraciones, la de Elías de Mateo sobre el impacto mediático en España y América del hallazgo del Cristo de Mena en el ático del retablo mayor de Santo Domingo, en 1883. El escultor Gutiérrez de León constató que «era obra del purísimo buril del artista del siglo XVII (Pedro de Mena)», informaba ‘El Avisador Malagueño’.

Por su parte Marion Reder presenta, tras más de un siglo ilocalizable, uno de los cinco bocetos de las vidrieras del Ayuntamiento, en concreto el que representa la entrada de Felipe IV en Málaga. El constructor Antonio Baena ya se lamentaba en 1918 de que los bocetos estaban «rodando» por las oficinas municipales.

Además, el arquitecto Ángel Asenjo presenta su proyecto de Muelle Cuatro lleno de rascacielos, una propuesta que mueve sin duda al debate.

Por último, Pedro Rodríguez Oliva nos desvela la larga historia detrás de una inscripción en latín procedente de la Hacienda de San José, originaria de las tierras que los Heredia tenían en Almería.

Hay muchos más asuntos interesantes en este anuario forjado en plena pandemia y que ya se puede descargar en la web www.realacademiasantelmo.org/anuarios/. Felicidades.