Yacimiento ‘comercial’ en la calle Juan del Encina

En los años 60 y sobre todo los 70 estuvieron en boga los módulos en las tiendas del Centro de Málaga, de tal manera que a los edificios históricos les aplicaban ‘incrustaciones’ que a la vez que daban un aire de modernidad a los establecimientos, degradaban la imagen general del inmueble.

Y eso, cuando al dueño no se le ocurría la insensatez de llenar la fachada de ‘teselas’ de cuarto de baño, como ocurrió con la sede del actual Museo Carmen Thyssen, felizmente liberada de ese toque autóctono tan intrínsecamente merdellón.

Los tiempos cambiaron, la normativa de protección del Centro Histórico desterró los módulos y otras incrustaciones, y fue al retirar esas avejentadas moderneces que, en ocasiones, aparecieron los restos del establecimiento original, más a tono con el edificio.

De esos hermosos ‘yacimientos comerciales’ nos queda, por ejemplo, la preciosa fachada de la desaparecida joyería y relojería de Ghiara, en la esquina de calle Granada con calle Santa Lucía, una tienda que visitó la reina Victoria Eugenia y que conserva preciosas pinturas de comienzos del XX en el techo.

También se han recuperado, en Puerta Nueva, esquina con la calle Muro de Puerta Nueva, los rótulos originales de una tienda de tejidos muy popular que estuvo abierta hasta hace pocos años y que surtía de ropa a muchos malagueños que acudían de los pueblos. «Establecimiento de tejidos de E. García. Artículos de punto y confecciones», puede leerse en la fachada.

En los dos casos, tiendas nuevas con otros usos comerciales preservan las antiguas fachadas y de paso revalorizan sus negocios.

En la antigua calle del Cauce, la actual calle Juan del Encina, muy cerca ya del antiguo Cuartel de Capuchinos, también nos encontramos con la fachada superviviente de otro negocio desaparecido. Esta sección ya dio cuenta de ella en 2005 y de momento resiste, aunque no es probable que se mantenga, por la naturaleza del negocio y porque, probablemente, acoja un futuro bloque de viviendas.

Hablamos de una casa tapiada que luce a grandes caracteres el siguiente rótulo: «Electromecánicos de mármoles. Heredero viuda de Baeza. Exposición y ventas Santa María, 17». Además, hay un número de teléfono: 3786.

La empresa, fundada en 1883, estaba especializada en lápidas funerarias y el Baeza al que se hace referencia se llamaba Rafael. De esos tiempos de una Málaga con números de teléfonos de cuatro cifras nos queda la fachada comercial de este desaparecido taller.