Educación

Historia viva de la educación en Málaga

Una exposición de fotografías en la calle Larios recorre la historia de los institutos Vicente Espinel y Nuestra Señora de la Victoria, herederos del primer centro oficial de enseñanza media de la provincia, creado en 1846 - El patrimonio humano y material del Gaona y el Martiricos se ha plasmado en 76 paneles con imágenes antiguas y actuales y testimonios de exalumnos

Un grupo de alumnas en el patio de columnas del Gaona, en una imagen antigua

Un grupo de alumnas en el patio de columnas del Gaona, en una imagen antigua / L. O.

El impresionante patio de columnas del Gaona está casi vacío, pero las mesas redondas y las sillas de diseño amarillas no tardarán en llenarse. El moderno mobiliario hace pensar en un hotel, pero el que fuera palacio de los Condes de Buenavista y más tarde casa de estudio de la congregación de San Felipe Neri continúa dedicado a la educación desde 1846. Ese año nació el Instituto Provincial de Segunda Enseñanza, entonces único centro oficial de enseñanza media de la provincia. Sus herederos, los IES Vicente Espinel y Nuestra Señora de la Victoria, celebran ahora el 175 aniversario, orgullosos de su pasado «ilustre», con un presente «innovador» y un futuro «garantizado».

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Algunas de las fotografías que pueden contemplarse en la exposición de la calle Larios / Álex Zea

Este es uno de los mensajes que quiere transmitir Julia del Pino y Pino, directora del conocido como Gaona, junto a Diego Palacios Gómez, al frente del instituto de Martiricos, quienes van de la mano en esta celebración porque «Martiricos no se entiende sin Gaona ni Vicente Espinel sin Nuestra Señora de la Victoria».

El aniversario se celebró en el patio del centro educativo. | ÁLEX ZEA

Museo de Historia Natural del Martiricos / L. O.

El centro primitivo, que en 1901 pasó a denominarse Instituto General y Técnico, se dividió en dos tras la Guerra Civil: uno masculino y otro femenino. Durante veinte años más continuaron conviviendo en el edificio de la calle Gaona, pero terminaron separándose ante la necesidad de espacio.

Los alumnos varones, agrupados en el Nuestra Señora de la Victoria, se mudaron en 1961 al edificio diseñado por el reconocido arquitecto Miguel Fisac en Martiricos, llevándose consigo no obstante gran parte del patrimonio del instituto original.

El primero de los actos que recuerda la historia de estos referentes educativos malagueños es la exposición ‘Gaona y Martiricos. 175 años del Instituto de Málaga (1846-2021), inaugurada ayer en la calle Larios. Una muestra con 76 imágenes que muestran el patrimonio humano y material de estos centros educativos por los que pasaron alumnos ilustres como Pablo Picasso, Emilio Prados o el Nobel Severo Ochoa.

La exposición, comisariada por Rafael Maldonado, Víctor M. Heredia y Jesús Jiménez Pérez, reúne fotografías de los edificios y de los materiales históricos que aún hoy albergan, como la famosa corbeta de la antigua escuela náutica de San Telmo. Pero la muestra también recuerda por ejemplo a las primeras mujeres que llegaron al centro en 1878, como Fanny Medina, que se convirtió en la primera mujer en ejercer la Medicina en Andalucía.

Tienen además protagonismo antiguos alumnos ilustres como Valeriano Claros, que fuera director de la Agencia Espacial Europea, y otros más recientes, y de los que estos institutos se sienten igualmente orgullosos, como Famma Mohamed Mohamed, de la escuela de adultos del Gaona.

Junto a fotos de alumnos actuales, completan la exposición frases de algunos de los que han pasado por estas aulas.

Los directores de Martiricos y Gaona, Diego Palacios y Julia del Pino.  | Á.Z.

El aula didáctica de Náutica del Gaona. / La Opinión

Uso pedagógico de la historia

Un patrimonio y una historia que sin duda marcan hoy al Gaona y al Martiricos aunque no desde la mera contemplación sino que se aprovechan pedagógicamente. Pasado y presente confluyen entrelazados por la innovación y mirando así al futuro.

«Conjugamos la historia con el presente, un presente innovador». Así se expresa la directora del Vicente Espinel, que lo primero que muestra del edificio es el patio que alberga un hermoso árbol casi centenario, un aguacate alrededor del que un grupo de alumnos siembra distintas plantas como parte de la asignatura Medio Ambiente y Salud a través del Huerto Escolar. Es la primera muestra de como se conjuga un lugar histórico con una enseñanza del siglo XXI.

Otra de las joyas del edificio del Gaona son los azulejos del Quijote, la mayor colección mundial de azulejos sevillanos de la novela de Cervantes, instalados sobre 1933. Un patrimonio sobre el que los alumnos trabajan con realidad aumentada y a través de códigos QR con los que van descubriendo frases y capítulos del libro.

En esta primera planta del edificio se encuentran otros dos espacios señeros del Vicente Espinel: el aula didáctica de Severo Ochoa y la de náutica. La primera, una recreación de la época en la que el Nobel estudió en Málaga, no recibe sólo visitas tradicionales, sino que se emplea por ejemplo como escenario para un scape room del departamento de Matemáticas.

Rafael Maldonado, responsable del departamento de Geografía e Historia y comisario de la exposición, explica que en el aula de náutica también se realiza un proyecto de innovación con materiales históricos como una colección de cartas náuticas o el elemento más llamativo, la corbeta descubierta en los años 80 que perteneció a la Escuela Naval de San Telmo. Un barco que un grupo de alumnas descubrió mientras «hacía piarda» en la cripta del Gaona y medio enterrada entre trastos viejos.

«Todo lo relacionado con la historia en este instituto está a flor de piel», destaca Maldonado.

Historia viva   de la educación en Málaga

El aniversario se celebró en el patio del centro educativo / Álex Zea

Otra anécdota es la que cuenta el director del Nuestra Señora de la Victoria al hablar de la ‘mudanza’ de otro de los tesoros del antiguo instituto, el museo con cientos de animales disecados que en el siglo XIX se usaban para estudiar Historia Natural. «Cuentan que durante un trimestre los alumnos, en la clase de Ciencias, iban al Gaona a recoger los animales y en procesión venían hasta aquí con ellos».

Hoy, el museo es visitado por alumnos de otros centros y barajan poder abrirlo al público al menos una vez al mes. Una labor para la que necesitarían recursos materiales y humanos, como admite Palacios. Pese a haber sido declarado Instituto Histórico, igual que el Gaona, la gestión de su rico patrimonio histórico es realizada de forma altruista por voluntarios entre los que destacan el historiador Víctor Heredia y los profesores Pepe Jiménez y Rafael Maldonado.

Heredia, como explica el director de Martiricos, está actualmente organizando el inmenso archivo de expedientes de alumnos que atesora el centro, que va mucho más allá de los de los nombres ilustres como los de Blas Infante, Manuel Altolaguirre, Ortega y Gasset o Vicente Aleixandre.

La biblioteca del IES Nuestra Señora de la Victoria es otro de los espacios históricos, con sus más de 23.000 volúmenes los más antiguos del siglo XVI y entre los que el director destaca una obra de Benito Jerónimo Feijoo de 1732.

En el edificio modernista de Martiricos, que cuenta con el Premio Nacional de Arquitectura, destaca también la hermosa capilla, usada hoy como salón de actos.

Estos son algunos de los tesoros que guardan los herederos del Instituto Provincial de Segunda Enseñanza. No obstante, los directores del Gaona y Martiricos reivindican que el mayor patrimonio son sus alumnos y la educación pública.

«Tenemos claro que el aniversario tiene que servir para dar a conocer el trabajo excepcional que se hace en los centros, que están muy vivos. No sólo somos historia, sino presente», afirma Diego Palacios.

«Queremos que sea una celebración de la educación pública en mayúsculas. Yo la hago extensiva a todos los centros», recalca Julia del Pino, decidida a que la historia de estos institutos siga escribiéndose durante muchos años más.

Multiculturales y centrados en atender la diversidad

Los institutos Vicente Espinel y Nuestra Señora de la Victoria coinciden hoy en ser multiculturales, con alumnos de 30 nacionalidades el primero y 22 el segundo. Catalogados como centros de compensatoria por albergar a alumnos socialmente desfavorecidos, ambos tienen por bandera valores como la igualdad, la tolerancia y la inclusión. El Gaona, con unos 600 estudiantes este curso entre la ESO, el Bachillerato y la enseñanza de adultos, es comunidad de aprendizaje desde hace tres años y destaca por sus prácticas innovadoras y el uso de la tecnología. Por su parte, en Martiricos tienen claro que, pese a la historia, sus 550 alumnos actuales son lo primero. Entre su oferta destaca la FP Básica Dual de Comercio, la primera que se implantó en Andalucía.