Diversidad

Nace el primer programa de atención a personas LGTBIQ

Entre 2013 y 2019, los delitos de odio aumentaron un 45%, lo que muestra la punta del iceberg de las distintas formas de LGTBIQfobia - Esta situación genera un clima de miedo e inseguridad para las personas LGTBIQ, afecta a su salud mental, y además es una vulneración de sus derechos fundamentales - Frente a ello, se ha creado una iniciativa para dar atención y apoyo profesional y terapéutico al colectivo

Marcha contra los delitos de odio al colectivo. En Andalucía el 65% de casos no se denuncian. | L.O.

Marcha contra los delitos de odio al colectivo. En Andalucía el 65% de casos no se denuncian. | L.O. / Mayte Ruiz. Málaga

Mayte Ruiz

Frente a una ola de odio desmedido; apoyo y atención a las personas LGBTIQ desde el Programa Atrio. El proyecto de ayuda al colectivo ha nacido esta semana pasada de la mano de la Asociación Engloba. Es pionero en Andalucía y pretende crear una red de apoyo mutuo con acompañamiento profesional terapéutico para personas LGTBIQ de todas las edades, géneros y nacionalidades, así como para sus familiares. Su primera convocatoria es en Málaga, Sevilla y Almería, aunque está abierto a lanzar programas en más provincias.

El proyecto cuenta con la aportación del 0,7% del IRPF autonómico enmarcado en la Agenda Global 2030. La inscripción para poder hacer uso de cualquiera de los servicios de Atrio ya está disponible a través de su web.

Desde el 23 de febrero, las personas LGTBIQ interesadas pueden inscribirse para formar parte de grupos de apoyo, o asistir a sesiones de terapia individual con profesionales de la salud mental. La mediación familiar, por su lado, también constituye uno de los elementos diferenciadores de Atrio, que incluye a las familias en las sesiones, y pretende ayudar en los procesos de aceptación y en la mejora de la comunicación. Finalmente, también está abierta la convocatoria a personas LGTBIQ con interés en realizar voluntariado y formación para la dinamización de grupos de apoyo y el desarrollo de actividades de ocio y tiempo libre inclusivo.

La Asociación Engloba, que impulsa este programa, cuenta con amplia experiencia de más de diez años en el trabajo con mujeres y familias en situación de vulnerabilidad, así como en el acompañamiento a la infancia, adolescencia y juventud.

El proyecto pionero Atrio, impulsado por la Asociación Engloba, ofrece grupos de apoyo o terapia individual, además de mediación familiar y la posibilidad de realizar voluntariado

El proyecto cuenta con varias líneas de actuación: La primera consta de espacios de encuentro que se realizan cada dos semanas en un local de Engloba. Estos grupos están diseñados para tres colectivos diana: personas del colectivo LGTBIQ que deseen compartir sus vivencias en un entorno empático y seguro; otros grupos pensados para familiares que necesiten apoyo para comprender a las personas del colectivo; y, finalmente, otros en los que podrán participar mujeres transgénero y cisgénero pertenecientes al colectivo LGTBIQ y que se enfocarán específicamente a la doble dificultad de inclusión social por ser mujeres LGTBIQ.

Además, en esta línea también se realizan sesiones de terapia individuales, gratuitas, para todos aquellos que lo necesiten.

Por otro lado, la participación comunitaria consta de actividades de voluntariado, relacionadas con los grupos de cuidado, en las que el fin es conectar personas, y ampliar el círculo social de todo el que acuda, para que su ‘entorno seguro’ sea cada vez mayor.

Santiago Ruiz Galacho, director del programa Atrio, explica que el origen de este proyecto fue la necesidad de responder ante una ola de agresiones que «se viene agravando con los años, y es necesario que pare».

Por ello, el programa centrará sus objetivos en la mejora de la salud mental y el bienestar subjetivo a través de grupos de apoyo mutuo, para «mejorar el empoderamiento a través de la participación comunitaria», afirma el director.

Entre 2013 y 2019, los delitos de odio aumentaron un 45%, según los datos que recoge el Portal Estadístico de Criminalidad del Ministerio de Interior. La suma de infracciones penales y administrativas pasó de 259 a 283, casi un 10% más. Estos datos muestran la punta del iceberg de las distintas formas de violencia LGTBIQfóbica, que no siempre alcanzan las estadísticas oficiales y que, según el Informe del estado de la LGTBIQfobia en Andalucía, no son denunciadas en el 65% de los casos.