Epidemia

Los dermatólogos, impactados ante la viruela del mono: «No sabemos ante qué estamos»

El doctor Eliseo Martínez García, del Hospital Clínico y miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología, indica que el tratamiento para los pacientes es de soporte, porque no hay ningún antiviral recomendado

Las manos de un paciente afectado por la viruela del mono. | CDC

Las manos de un paciente afectado por la viruela del mono. | CDC / nieves salinas. madrid

Nieves Salinas

Incertidumbre y preocupación entre los especialistas de Dermatología ante la nueva alerta sanitaria que ha saltado en España por los casos preliminares de positivos de infección por viruela del mono detectados en Madrid. Desconcierto porque, explica el doctor Eliseo Martínez García, dermatólogo en el Hospital Clínico Universitario Virgen de la Victoria de Málaga, los médicos no saben a qué se enfrentan. «No sabemos ante qué estamos. No hay expertos en esta enfermedad porque, en España, no se ha visto nunca», indica el médico que, fuera de África, donde la dolencia es endémica, se remite a un brote registrado en Estados Unidos hace casi veinte años, que afectó a 72 pacientes y que no registró ningún fallecido.

El médico también advierte de que no es una «infección que esté muy estudiada, como pasa con tantos problemas que afectan a países en vías de desarrollo y que son ignorados hasta que nos llegan a nosotros». Insiste en que se trata de una dolencia casi desconocida en nuestro país, de la que se han detectado 30 casos confirmados en Madrid y que le sorprendió conocer que en España se habían detectado casos.

«Nos ha pillado a todos por sorpresa. Es que, incluso, la vacuna de la viruela dejó de administrare hace décadas (tras la erradicación de la enfermedad en 1979). No sé cuál ha podido ser el origen. Entiendo que están haciendo un trabajo de investigación», añade el coordinador del Grupo Español de Epidemiología y Promoción de la Salud de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV).

Sería la primera vez que se produciría una cadena de transmisión en Europa no está vinculada a un viaje a zonas de África

Contagios que asustan ya a los médicos de la Comunidad de Madrid, principalmente porque se trata de una enfermedad muy infrecuente y esta sería la primera vez que se produciría una cadena de transmisión en Europa que no está vinculada a un viaje a zonas de África, principalmente oriental y central, donde es más común este virus. Ante estos posibles contagios el Ministerio de Sanidad ha asegurado que el Sistema Nacional de Salud ya está en alerta para una detención precoz de todos los casos que se produzcan y ha explicado en qué consiste esta enfermedad y cuál es su origen.

El departamento que dirige Carolina Darias, según ha confirmado este diario, ya tiene finiquitado un protocolo de actuación ante la aparición de casos. «No sé lo que harán. Lo que sabemos es lo que se hizo en Estados Unidos y en ese país los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) llegaron a promover la vacunación de la viruela en gente que había tenido contacto estrecho o en personas que se consideraron grupos de riesgo, fundamentalmente trabajadores que podían atender a estos pacientes», indica el dermatólogo.

El doctor se remite a ese 2003 en donde el país detectó un brote de viruela del mono. «Se sabe que la vacuna ofrece cierta protección, por lo que tendría sentido plantearse la vacuna en personas con mayor riesgo. La vacuna post-exposición es más controvertida», afirma.

Diferencias con «la viruela clásica»

El doctor Martínez, indica que, con los datos que los especialistas tienen hasta el momento, monkeypox es una dolencia parecida a la viruela clásica pero «con algunos aspectos diferenciales y, sobre todo, con una mortalidad que parece que es muy inferior. Y es una enfermedad que, aunque es infecto-contagiosa, la capacidad para transmitirse de persona a persona no es tan alta como en el caso de otras como podría ser el covid, por remitirnos a alguna alerta sanitaria más reciente», añade.

El especialista del hospital malagueño abunda en que, si se habla de mortalidad, la tasa se situaría en el 10% pero, inmediatamente aclara, en el mencionado brote que se detectó en Estados Unidos en 2003, no hubo ningún fallecido. Además, precisa que ese porcentaje de mortalidad sería aplicable a África y no tanto por la propia infección en sí como por las complicaciones asociadas en un continente donde el acceso al sistema sanitario es mucho más limitado que en los países desarrollados.

«En Estados Unidos no hubo fallecidos -esperemos que sucederá también en España, augura- pero, en cualquier caso, la tasa de mortalidad está muy por debajo de la de la viruela clásica, que es una enfermedad muy grave y de mortalidad bastante alta», añade.

Síntomas de la enfermedad

Otro elemento diferenciador, abunda el dermatólogo, es que, entre los síntomas que aparecen en la conocida como viruela del mono figuran las adenopatías (inflamación en los ganglios) que pueden ser «bastante voluminosas y dolorosas y esto no pasa en la viruela clásica». Los síntomas dermatológicos no son realmente característicos porque no son específicos de la enfermedad, por eso hay que hacer una prueba -como es la PCR- que demuestre la presencia del virus, explica. Además, el médico describe que normalmente, el paciente presenta fiebre y, pasados unos días, aparecen los síntomas en piel y en mucosas (oral o faríngea, entre otras, explica).

En la piel, añade, lo habitual es que aparezcan primero lesiones en la cara que, rápidamente, se extienden al resto del cuerpo. «Empiezan siendo máculas (manchas no palpables) que se pueden ir sobre elevando y, cuando se erosionan, pueden dar lugar a pústulas, costras, vesículas... luego eso, a heridas. Si hay lesiones muy extensas y una posible complicación, se puede producir una sobreinfección cutánea por bacterias u otro tipo de problemas que es otra de las potenciales complicaciones que aparecen en la enfermedad», indica.

Precisa que, entre las pistas que pueden ayudar a diferenciar estas lesiones en la piel de otras que aparecen en dolencias como la varicela, es que en la viruela del mono es típico que, de forma general, «aparezcan lesiones en palmas y plantas y esto no es así en la varicela, aunque hay casos».

En cuanto a la transmisión de la enfermedad por contacto con mucosas durante las relaciones sexuales, tal y como ha apuntado la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid sobre los casos detectados, la propia ministra de Sanidad ha aclarado que el virus no es una enfermedad de transmisión sexual, y que se contagia de animales a personas por contacto estrecho o fluidos.

El doctor Martínez García indica que la contagiosidad no es tan alta como en otras enfermedades infecciosas y añade que, de hecho, los datos que barajan indican que dentro de una misma unidad familiar, el contagio a otro miembro de la misma familia se daría en menos de un 20% de los casos. «La mayor parte de la gente puede estar en una casa con una persona con esta enfermedad y no llegar a contagiarse. Dentro de eso, en la medida en la que se transmite por contacto aéreo y por fluidos, si son personas que han mantenido un contacto íntimo, la posibilidad lógicamente es superior», puntualiza.

Tratamiento de soporte

En Madrid, la Consejería de Sanidad está valorando el papel de la vacuna de la viruela para el control de la transmisión, así como el uso de antivirales de ser necesarios. En el caso de los antivirales, señala el médico, «no hay ninguno recomendado específicamente. Hay algunos que sí han demostrado eficacia en el caso de la viruela tradicional y que, según algunas publicaciones, parece que sugieren que podrían ser eficaces. Sería un uso fuera de ficha técnica, no que usemos habitualmente en una consulta y requeriría autorizaciones especiales».

«Esperemos que, como sucedió en Estados Unidos, el brote se controle y no haya fallecidos. Porque, a día de hoy, tenemos pocas herramientas frente a la enfermedad: sólo tratamiento sintomático, de soporte. Si hay dolor, analgésicos; si hay muchas costras en la piel, antibióticos», explica el dermatólogo. Como la mayoría de las enfermedades víricas, continúa, tiene tendencia a la resolución espontánea. Las lesiones de la piel van despareciendo. Eso sí, tardan varias semanas.

Suscríbete para seguir leyendo