La UMA certifica el «buen estado» de las playas pese a los temporales de este año

Un estudio de la Universidad de Málaga realizado sobre un total de 55 playas y pequeñas calas de los 14 municipios costeros de la provincia subraya el «buen estado» de las aguas y de las arenas de cara al verano. A pocos días de que miles de malagueños tomen las áreas costeras con motivo de la Noche de San Juan, este exhaustivo análisis tiene una mayor relevancia tras las numerosas regeneraciones de esta primavera.

El doctor en Ciencias y director de la cátedra de Ciencias del Litoral de la Costa del Sol, Francisco Franco, incide en que tras los importantes temporales de invierno y del inicio de la primavera «tenía gran interés conocer estos resultados, que han sido excelentes» frente a lo que pudiera temerse.

«Hemos realizado este año pruebas en el agua y en la arena de más de medio centenar de playas e incluso pequeñas calas en zonas urbanas como Pedregalejo, en Málaga capital, donde se acumula una importante presencia de bañistas», expresa este experto. «Queríamos comprobar el análisis de los sedimentos aportados mediante regeneración, porque ha habido muchas playas que por el temporal casi habían desaparecido», aclara.

Franco hace hincapié en que la calidad de las aguas de baño se regula mediante una directiva de la Unión Europea, que pone parámetros a la presencia de excrementos desde un punto de vista microbiológico. Y es ahí, desde un control sanitario, donde aguas y arenas en la Costa del Sol responden a un estado de excelencia u óptimo justo en el arranque del verano. «Los malagueños pueden pensar que la calidad de las aguas no es la adecuada por una turbidez que está más vinculada a la presencia de polvo en suspensión, presente en las arenas y de las algas. Pero los parámetros que marcan las directivas actuales vienen dados por aspectos microbiológicos», confirma.

El estudio ha peinado playas de Manilva a Nerja, en todos y cada uno de los 14 municipios costeros, y en los 55 tramos analizados la presencia de E. coli o de enterococos «ha sido nula o mínima», sostiene el responsable universitario.

Que la calidad de las aguas sea excelente en base a las directivas comunitarias y la normativa española no debe no obstante relajar a la ciudadanía que a partir de la próxima semana pueda abarrotar los arenales malagueños. Además, en base al criterio sanitario y los posteriores análisis, los estudiosos podrán evaluar y variar la calificación con la que se parte este verano en el litoral de la provincia.

Acerca de la calidad de los sedimentos, Franco reconoce que por las características de los mismos en la provincia «a unas personas les gustará más la gravilla o la arena fina. Es un criterio particular el que marca si nos gustan más las playas de Cádiz o de Baleares, o bien los cantos rodados de Nerja, que hacen que las aguas allí sean muy transparentes», reconoce.

«Pero lo que no admite duda es el análisis sanitario. Y también hemos medido la calidad sanitaria de las arenas, analizando la microbiología vinculadas a los excrementos y aguas residuales. Así hemos visto que igual que las aguas son excelentes, las arenas también tienen calidad sanitaria excelente. Era importante este dato, como decíamos, porque muchas de las playas que vamos a disfrutar este año proceden de regeneraciones», incide.

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Para el experto que está al frente de la cátedra de la UMA encargada de desarrollar este informe periódico, «como conclusión podemos decir que partimos de una situación ideal y que esperamos que se mantenga la misma a lo largo del verano en sucesivos análisis que iremos realizando».

Ahí toma una especial relevancia la concienciación ciudadana, a la hora de evitar el depósito de residuos orgánicos o no orgánicos, así como al evitar ese aporte de excrementos o el vertidos de aguas residuales. Al mismo tiempo, las administraciones locales y comarcales añadirán barcos quitanatas para retirar residuos flotantes en la lámina del agua.

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Los temporales irán a más en un litoral «especialmente sensible»

Los máximos responsables de la cátedra de Ciencias del Litoral de la Costa del Sol sitúan a la provincia malagueña entre los territorios «especialmente sensibles» a los temporales, en un territorio próximo al Atlántico y que está a merced del calentamiento global de los fondos marinos. La evolución de la meteorología en los últimos años hace presagiar nuevos episodios de grandes temporales como los que se han registrado este mismo año.

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