Sucesos

Aumentan las denuncias por hurtos de patinetes particulares en el Centro de Málaga

La Policía detecta un repunte de sustracciones que suelen producirse cuando los dueños dejan aparcados sus vehículos en la calle sin medidas de seguridad suficientes

Un hombre en un patinete.

Un hombre en un patinete. / L. O.

Un joven con mascarilla entra a un bar de la calle San Juan y se coloca en la barra para pedir algo al camarero, pero antes inicia una conversación con un cliente que toma café en una mesa. Son las 9.54 de la mañana del pasado domingo 14 de agosto y la conversación que propone el primero es banal. Gesticula exageradamente y su interlocutor, que está escuchando audios con su móvil y de vez en cuando mira a través de la cristalera el patinete que ha dejado en el exterior, le hace el caso justo para no ser descortés.

El tipo de la mascarilla termina pidiendo un vaso de agua, se la baja unos instantes para bebérselo de un tirón y se marcha de local. El dueño del Vehículo de Movilidad Personal intuye algo y sigue con la mirada la trayectoria del joven, que se dirige directamente hacia su patinete. Cuando reacciona, es tarde. El caco se sube en él, lo pone en marcha de forma instantánea y desaparece del plano de la cámara de seguridad mientras la víctima, que tropieza un par de veces en la calle al intentar esquivar a otros peatones, intenta dar alcance al ladrón.

La escena apenas dura un minuto, pero al ratero profesional (también al ocasional) le hace falta mucho menos tiempo para robar un elemento que ya forma parte del paisaje de la ciudad. Tienen una buena salida en el mercado negro y si le pillan será autor de un delito leve de hurto (siempre que su valor no supere los 400 euros, que es la mayoría de las veces). Más allá de los patinetes de alquiler orientados al turismo, cada vez son más los malagueños que adquieren un patinete eléctrico para moverse por la ciudad de una forma rápida y sostenible. Y también son cada vez más los que denuncian la sustracción de los mismos en el Centro de la capital. Así lo han confirmado a este diario fuentes de la Policía Nacional, quienes han notado un aumento significativo de este tipo de denuncias por parte de particulares y en situaciones muy similares a la de la cafetería.

Las fuentes aseguran que muchas de esas sustracciones se producen por el exceso de confianza de los propietarios, que deciden dejar el patinete en la calle el tiempo que tardan en entrar en bar a hacer un pedido, comprar el pan o hacer cualquier gestión que lleve unos minutos. Aunque muchos de estos usuarios ni siquiera usan medidas de seguridad, los que tienen previsto dejarlos aparcados más tiempo suelen utilizar candados que suelen ser más disuasorios que efectivos y los delincuentes cuentan con herramientas para cortarlos o desactivarlos con facilidad, por lo que es recomendable invertir en un buen sistema antirrobo o en un localizador GPS. Para evitar malos ratos, las fuentes consultadas recomiendan llevar consigo estos vehículos siempre que se pueda. Y en el caso de que no sea posible, dejarlo aparcado y asegurado en una zona que esté a la vista y conservar los números de serie para una posible identificación posterior del mismo.

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