Análisis

Los retos de De la Torre

El alcalde de Málaga ha confirmado que volverá a ser el candidato del Partido Popular en las elecciones municipales de mayo. En su explicación, el regidor alega que aún quedan grandes proyectos por desarrollarse en la ciudad

Recinto de la Expo 2027 proyectado en Málaga. | L.O

Recinto de la Expo 2027 proyectado en Málaga. | L.O / ana i montañez. málaga

Ana I. Montañez

Ana I. Montañez

Después de meses de mutismo y respuestas largas sobre si Francisco de la Torre volvería a ser el candidato del Partido Popular para dirigir el Ayuntamiento de Málaga en las elecciones de mayo, se deshojó la margarita.

Lo hizo De la Torre el pasado martes en una rueda de prensa en los jardines de Pedro Luis Alonso, junto a la Casona del Parque, en una convocatoria comunicada a los medios apenas unas horas antes y sin especificar el motivo. No era difícil de imaginar.

Allí Francisco de la Torre comunicó que volverá a pelear en unas municipales por seguir sosteniendo la vara de mando del Ayuntamiento de Málaga por séptimo mandato consecutivo, si se cuentan los años en los que fue nombrado alcalde de la ciudad tras la marcha de Celia Villalobos a Madrid.

«He estado, estoy y estaré», sentenció De la Torre, al tiempo que aseguraba que su decisión de continuar su carrera como regidor cuatro años más estaba basada en los grandes proyectos estratégicos que la ciudad tenía por delante, aún pendientes de desarrollarse y en los que quiere estar como alcalde. A partir de aquí, un repaso de ellos:

El primero, sin duda, es la candidatura de Málaga como ciudad sede de la Exposición especializada que se celebrará en 2027.

Antiguo cartel en el que se promocionaba el auditorio en San Andrés. | L.O

Antiguo cartel en el que se promocionaba el auditorio en San Andrés. | L.O / ana i montañez. málaga

Traer este evento internacional a la capital es la última gran ambición de De la Torre, que en más de una ocasión ha confesado que es un objetivo que persigue desde que Zaragoza celebró la Expo del Agua en 2008.

Tanto es así que hace unos meses creó una Dirección General en el consistorio específica para la Expo 2027 y puso al frente a Jerónimo Blasco, una de las mentes que idearon la Expo 2008 y consiguieron traerla a España.

Esta próxima semana la candidatura se enfrenta a un examen clave para convencer a los miembros del Bureau International des Expositions (BIE) de que la propuesta de Málaga «La Era Urbana: hacia la ciudad sostenible» está por encima de los proyectos de Minnessota (Estados Unidos), Belgrado (Serbia), Phuket (Tailandia) y San Carlos de Bariloche (Argentina).

De hecho, De la Torre espera que ser sede de la Expo 2027 funcione como un acicate para impulsar proyectos estancados en la ciudad, como es el caso del Auditorio de Málaga.

Esta gran infraestructura que el alcalde imagina al estilo del Palacio Euskalduna de Bilbao lleva años paralizada, a la espera de que el Ayuntamiento de Málaga y el Puerto lleguen a un acuerdo sobre el precio del suelo y las condiciones en las que se compensará a la Autoridad Portuaria por la pérdida de espacio logístico en la Plataforma de San Andrés, donde está proyectado.

De la Torre ha manifestado ya su intención de que la Expo reactive la construcción del Auditorio de Málaga por la necesidad de crear nuevos espacios congresuales y culturales durante el evento, pero también en la etapa post-Expo. Tal y como se recoge en el dossier de la Expo, esta infraestructura tendrá capacidad para entre 1.622 y 1.905 butacas en su Sala Principal.

Infografía de la plaza de la Marina, incluida en el Plan Litoral. | L.O

Infografía de la plaza de la Marina, incluida en el Plan Litoral. | L.O / ana i montañez. málaga

Asimismo, se recoge la ampliación del Palacio de Ferias y Congresos, más que necesaria debido al crecimiento exponencial del sector MICE (reuniones, incentivos, conferencias y exposiciones) en la ciudad. La edificación aumentaría sobre rasante alrededor de 25.000 metros cuadrados y bajo rasante unos 50.000 metros cuadrados, lo que permitiría construir unas 1.300 plazas de aparcamientos.

Plan Litoral y Guadalmedina

Es el macroproyecto por excelencia, el Plan Litoral, el soterramiento del tráfico rodado desde la altura del Gran Hotel Miramar, pasando por el Paseo de los Curas hasta el Muelle Heredia, lo que supondría peatonalizar un tramo de 2,5 kilómetros. La inversión prevista supera los 700 millones de euros.

Se trata de un proyecto que no cuenta con el respaldo de la oposición -que ha llegado a proponer acortar su longitud- y que levantó asperezas después de que se incluyese como proyecto estratégico en el dossier de la Expo 2027.

El propio alcalde ha reconocido que se necesitarán fondos europeos y apoyos externos para poder asumir la obra.

Por otro lado, se incluye la integración del río Guadalmedina en la ciudad, un cauce sobre el que se mantiene más que vivo el debate sobre como recuperarlo. De la Torre sigue defendiendo el modelo de los «puentes-plaza» y el soterramiento del tráfico en las vías paralelas. Las asociaciones ecologistas y los grupos de la oposición piden una renaturalización del río.

Repsol

Otro proyecto no exento de polémica en la ciudad -no incluido en el dossier- es la venta de los terrenos de Repsol. Durante su comparecencia sobre su pretensión de continuar en la alcaldía, Francisco de la Torre se refirió a esta zona entre La Princesa y Dos Hermanas como el «parque de Repsol», que debería ser «compatible con elementos de centralidad urbana», aseguró, en referencia a las tres torres de 28, 30 y 32 plantas, y la zona terciaria que se va a construir.

La subasta de este suelo municipal, con un precio de salida de 53 millones de euros, se ha encontrado este verano con la presión de la plataforma ciudadana Bosque Urbano, que siempre ha defendido la creación de un gran pulmón verde en esta zona.

Este colectivo pidió la paralización cautelar de la venta a través de un recurso contencioso-administrativo que llegó a ser admitido a trámite pero que finalmente no ha tenido recorrido. La Gerencia de Urbanismo espera retomar el proceso de venta a finales de octubre.

Limpieza

En 2020 echó a andar el nuevo modelo 100% público de limpieza de la ciudad. Se pasaba de Limasa a Limasam, lo que suponía un ahorro económico para las arcas municipales. Un cambio con dos premisas, según De la Torre: un control de la productividad de los trabajadores y una encuesta de satisfacción a los vecinos.

No obstante, la municipalización de este servicio no ha despejado la discusión sobre el grado de suciedad en los barrios de Málaga. Es más, volverá a ser el caballo de batalla de cara a las próximas elecciones.

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