Crisis

Malagueños atrapados en Perú: "No tenemos esperanza en que nos vayan a ayudar"

Vera Lorbach y Andrés Domínguez intentan salir del país desde el día 13, cuando se quedaron tirados en Machu Pichu -Tuvieron que recorrer a pie 60 kilómetros hasta Cuzco, donde esperan que el aeropuerto recupere su actividad

Vera Lorbach y Andrés Domínguez, durante su viaje en Perú.

Vera Lorbach y Andrés Domínguez, durante su viaje en Perú. / L.O.

Ana I. Montañez

Ana I. Montañez

Vera Lorbach y Andrés Domínguez iniciaron el 25 de noviembre un extenso viaje por Perú, con la ilusionante meta de conocer gran parte del país. Desde luego, según relatan, así fue: Lima, Iquitos, Ica, Paracas, Arequipa, Puno... con un par de mochilas a cuestas y combinando aviones con trenes y autobuses para sacar el mayor partido de un viaje que ellos mismos habían planificado al detalle.

La última parada era Cuzco, una ciudad en la mitad sur del país desde donde pretendían coger un vuelo hasta Lima y de allí tomar otro hasta España. El plan incluía, por último, una visita al Valle Sagrado de Perú y, por tanto, a Machu Pichu, a donde solo se puede acceder por tren, que llega hasta al pueblo de Aguas Calientes, desde donde se emprende el camino hacia la ciudadela inca.

"Nosotros entramos el último día que se pudo entrar a Machu Pichu el día 13 a las 6:30 de la mañana y a las 7:30 habíamos terminado", explica Vera a este periódico. Sin embargo, al poco descubrieron que el tren que les había traído había cancelado todos los viajes por riesgo de piquete.

Vera y Andrés, en el Valle Sagrado de Perú.

Vera y Andrés, en el Valle Sagrado de Perú. / L.O.

Así fue como ambos amigos se vieron sumergidos en el caos del país, azotado desde hace días por las manifestaciones y disturbios que han seguido al intento de golpe de estado del expresidente Pedro Castillo y el inicio del mandato de Dina Boluarte. Desde el pasado 13 de diciembre intentan salir del país para regresar a Málaga.

60 kilómetros a pie

Sin posibilidad de salir de Machu Pichu por tren, tal y como habían llegado, Vera y Andrés decidieron echarse a caminar siguiendo las vías, ya que al día siguiente debían coger un avión en Cuzco rumbo a Lima. Una caminata de 60 kilómetros.

"Nosotros queríamos salir sí o sí porque el día 14 por la noche teníamos nuestro vuelo, lo que hicimos fue empezar a caminar por la vía del tren. Fueron 30 kilómetros de vías del tren y otros 30 kilómetros hasta llegar a Ollantaytambo", relata la malagueña, de raíces argentinas.

Andrés y Vera, en Perú.

Andrés y Vera, en Perú. / L.O.

Por el camino los recogieron un par de vehículos en los que avanzaron unos pocos kilómetros entre piquete y piquete, lo que les sirvió más para descansar algo que para avanzar en el camino.

Por último, pagaron un pasaje de autobús que les garantizó que les dejaría a unos 25 minutos de Cuzco, aunque cuando echaron a caminar el trayecto acabó prolongándose más de una hora. "A las 10 de la noche, todos los que nos bajamos del autobús, que por suerte eramos un grupo, llegamos caminando hasta Cuzco. Nos dejó en una zona super mala y con piquetes".

Actualmente todavía hay turistas atrapados en Machu Pichu a la espera de que se reactive el servicio ferroviario para volver a Cuzco.

La entrada al Aeropuerto Internacional Alejandro Velasco Astete de Cusco

Entre piedras y pelotas de goma

Una vez en Cuzco, se refugiaron una noche en el hotel que tenían reservado en la Plaza de Armas pero al día siguiente decidieron desplazarse temprano hasta el aeropuerto para asegurarse de que llegarían con tiempo, debido a que todos los medios de transporte están paralizados.

Vera recuerda aquel camino como una "película" ya que acabaron quedando atrapados entre el frente de los manifestantes, desde donde volaban las piedras, y el de la policía, que respondía con pelotas de goma.

Andrés carga con sus mochilas en la ciudad peruana.

Andrés carga con sus mochilas en la ciudad peruana. / L.O.

"Yo sé que me sacaron fotos porque era de película, con la pinta de turistas que teníamos y corriendo. Me puse a llorar y todo porque en la vida había vivido algo así". Según Vera, acabaron refugiándose un par de horas en la casa de unos vecinos que se ofrecieron a darles cobijo mientras pasaban los disturbios.

A la espera de un vuelo

Cuando llegaron al aeropuerto, descubrieron que se encontraba cerrado y con los vuelos cancelados. Desde el día 15 se alojan en un hotel cercano mientras esperan a que el recinto aeroportuario recupere la actividad para poder volar a Lima.

"Hoy es posible que a las 12 del mediodía abran pero la compañía tiene cancelados todos los vuelos. A nosotros Jetsmart nos han dado vuelo para el día 19 de Cuzco a Lima y Air Europa nos han dado pasaje el día 21". Por cierto que Air Europa les ha hecho un cargo de 630 euros por solicitar un cambio de fecha en los billetes tras el cierre del aeropuerto. "Yo eso no lo entiendo porque hay un estado de alarma vigente y cobran por un cambio de fecha que es por causa de fuerza mayor. A mí no me parece normal".

Vera, junto a la entrada del aeropuerto de Cuzco con las puertas cerrasas y custodiadas por la policía.

Vera, junto a la entrada del aeropuerto de Cuzco con las puertas cerrasas y custodiadas por la policía. / L.O.

Tanto Vera como Andrés denuncian una deficiente atención recibida por parte del consulado y la embajada, que solo emiten cierta información y sin posibilidad de vías de comunicación disponibles.

"En el consulado de España en Cuzco han hecho un chat, nos van pasando información pero muy básica y no permite interactuar con personas. Ellos solo pasan información pero no permiten preguntar nada. No nos han facilitado nada. No tenemos esperanza en que nos vayan a ayudar". Por ahora, Vera y Andrés solo esperan poder regresar a España para darse una "buena ducha", recalcan, y descansar.

"El resto del viaje todo ha sido precioso, maravilloso... después de un tiempo nos acordaremos de esa parte nada más", concluye Vera.