La UMA ofertará el próximo curso el doble grado de Derecho y Criminología

La Facultad de Derecho de la Universidad de Málaga ofertará a partir del próximo curso una nueva titulación: el doble grado de Derecho y Criminología.  Este nuevo grado, aprobado ya por la Junta de Centro de la Facultad de Derecho y el Consejo de Gobierno, abarca todas las materias obligatorias de Derecho y de Criminología, por lo que se ha establecido que su duración sea de seis cursos académicos, con un total de 396 créditos.

Los responsables de la facultad tienen mucha confianza en estos nuevos estudios, ya que «pueden complementar las aspiraciones de los estudios criminológicos con los juristas», asegura Juan José Hinojosa Torralvo, decano de la Facultad de Derecho.

De esta forma, los interesados en estudiar el Grado de Derecho pueden complementar sus estudios con una visión más penalística y los interesados en estudiar el Grado de Criminología pueden complementar sus estudios con una perspectiva jurista.

La Facultad de Derecho de la Universidad de Málaga ofrece actualmente en sus instalaciones tres grados universitarios: el Grado de Derecho, el de Criminología y, por último, un doble Grado de Derecho y Administración y Dirección de Empresas (ADE). Por lo tanto, esta nueva incorporación de Derecho y Criminología que se estrena el curso que viene se convertirá en el segundo doble grado que oferta la facultad.

A esta oferta académica, se suman cinco másteres de investigación: el Máster en Asesoría Jurídica de Empresas, el de Criminalidad e Intervención Social en Menores, el Máster en Derecho Penal y Política Criminal, el de Mediación y, por último, el Máster en Derecho de la Ordenación del Territorio, el Urbanismo y el Medio Ambiente.

Además, la Facultad de Derecho también ofrece un máster de profesionalización, el Máster de Abogacía. Este es el establecido para el ejercicio de la profesión de abogado, que ofrece 160 plazas, pero siempre cuenta con muchas más solicitudes, lo que sitúa a estos estudios en el segundo puesto, después del Grado de Derecho en el ranking de los más demandados de la facultad.

Este desequilibrio entre la demanda y las plazas disponibles se extiende a todos los másteres que oferta la facultad, ya que siempre es superior el número de solicitantes que el de plazas disponibles. En algunos de ellos la cifra de demandantes llega a ser 10 veces mayor que la oferta. «La demanda es constante e, incluso, creciente», asegura Juan José Hinojosa Torralvo.

Hace una década, los estudiantes interesados en cursar el Grado universitario de Derecho no necesitaban una calificación alta, ya que la nota de corte en el 2012 para acceder a este grado en la Universidad de Málaga era un 5,950. Sin embargo, poco a poco y con el paso de los años, esta cifra se ha ido elevando. Este año, la nota de corte que ha quedado como referencia para los estudiantes interesados el año que viene es un 7,730. 

Este fenómeno de crecimiento de la nota de corte tiene lugar debido a la alta demanda que existe en el grado, que es el más demandado de la Facultad de Derecho. Cada año se ofertan 325 plazas pero suelen ser más los estudiantes que se matriculan -por traslado de expediente, los estudiantes extranjeros- por eso está establecido un 10% más. Se puede afirmar que cada año ingresan en el Grado de Derecho unos 380 alumnos aproximadamente, a pesar de que la cifra de plazas ofertadas sea menor.

El funcionamiento de las notas de corte es algo que confunde a muchos estudiantes, ya que piensan que deben superar la nota establecida para ingresar en la Universidad. Sin embargo, son los propios estudiantes los que determinan esa nota. 

La competitividad y las ganas de acceder a la Universidad es lo que provoca que las notas de corte se eleven, perjudicando de esta forma a los propios estudiantes, recuerdan desde la UMA.

Una gran comunidad

La Facultad de Derecho cuenta con 3.200 alumnos, unos 200 profesores -sumando los permanentes y los no permanentes- y 30 personas de administración y servicio. 

«No todo es perfecto», afirma el decano sobre el funcionamiento de una institución de este volumen, pero piensa que la opinión general de los alumnos sobre la facultad es «bastante aceptable», aunque asegura que habrá estudiantes que hayan tenido algunos problemas con trámites, reclamaciones, notas o cualquier otro aspecto.

El centro puede conocer la opinión del alumnado a través de encuestas. Sin embargo, la participación en estas es muy baja debido a que son voluntarias. «Cuando una encuesta te lleva más de dos minutos, ya empiezas a desesperarte», comenta Juan José Hinojosa. Sin embargo, con encuestas breves es difícil saber la opinión de los alumnos para poder mejorar.

Otra forma de hacer sugerencias o quejas es el conducto habitual actualmente: vía correo electrónico. El centro tiene un total de tres correos habilitados -dos se abrieron para sobrellevar la difícil situación académica durante la pandemia- que están a disposición de los alumnos para sugerencias, quejas o reclamaciones.

Durante la época de la pandemia, fue muy necesaria esta vía debido a que surgieron conflictos entre profesores y alumnos sobre la forma de dar las clases. Con dedicación, se utilizó este sistema de mediación y se resolvieron los problemas que pudieron surgir.

«Tenemos un decanato muy abierto, ya que reclamación que se recibe, reclamación que se estudia. Esto no tiene nada que ver con lo que había cuando estudiaba yo», cuenta el decano.

Esto evidencia los cambios que ha tenido el ámbito educativo en los más de 40 años que suma la Facultad de Derecho de la UMA. Así, hoy en día la participación del alumnado en la toma de decisiones ha aumentado de forma más que considerable.

Inserción laboral

Casi la mitad de los estudiantes de Derecho estudian posteriormente unas oposiciones, por lo que acceden al mercado laboral años más tarde de terminar los estudios universitarios.

Los alumnos de estos grados que deciden no estudiar oposiciones acceden al mercado laboral de manera autónoma o independiente con posterioridad. En general, el Grado de Derecho es uno de los que tradicionalmente goza de una inserción laboral muy alta, ya sea ejerciendo como abogado por cuenta propia, como empleado en un despacho o en el ámbito empresarial, entre otras opciones. 

«El ámbito del Derecho ha sido desde siempre un mundo con una ocupación prácticamente segura», afirma Juan José Hinojosa.

Necesidades de espacio

En cuanto al estado de las instalaciones que albergan esta facultad desde principios de los 90, desde hace algunos años se espera que se pueda acometer la ampliación del edificio. En el centro existen un conjunto de necesidades -anteriores a la pandemia del Covid-19-, que se quedaron detenidas con la crisis provocada por el coronavirus, pero que hoy esperan que se puedan cumplir. 

Una ubicación determinada para los alumnos de postgrado, un salón de actos intermedio a los que ya tienen -uno con 500 plazas y otro con 100-, espacios de trabajo aislados para los alumnos que lo requieran, zonas de esparcimiento y, por último, un comedor. Estos son algunos de los nuevos espacios que Derecho necesitaría y que espera lograr con una ampliación.