Alta Velocidad

El AVE a Málaga, contado sin maquillaje

Rafael Esteve y Juande Mellado narran en ‘El AVE en Málaga. El gran salto del s.XIX al s.XXI’, que se presenta hoy, los 20 años de gestación de esta infraestructura, gracias al movimiento ciudadano y pese a la reticencia inicial de populares y socialistas e incluso de un sector de Málaga.

Rafael Esteve Secall, esta semana delante de la estación del AVE, con el libro sobre el tren de alta velocidad.

Rafael Esteve Secall, esta semana delante de la estación del AVE, con el libro sobre el tren de alta velocidad. / A.V.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

«En Málaga nos ha costado mucho conseguir las cosas: la Universidad, la Aduana para Málaga y también el AVE», resume el profesor de la UMA y economista Rafael Esteve Secall. En sus manos tiene ‘El AVE en Málaga. El gran salto del s.XIX al s.XXI’, que este viernes a las 18 horas se presenta en la Sociedad Económica de Amigos del País, editado por la Cámara de Comercio y la Fundación Málaga.

La obra, escrita a la par con el director general de Canal Sur y exdirector de La Opinión de Málaga, Juande Mellado, cuenta con las colaboraciones del ingeniero de Caminos José Alba y el periodista de ‘Sur’ Ignacio Lillo y recoge los 20 años de lucha del movimiento ciudadano por lograr el AVE para Málaga, frente a las reticencias iniciales de populares, socialistas y de algunos sectores de Málaga.

El director general de Canal Sur y exdirector de La Opinión de Málaga Juande Mellado.

El director general de Canal Sur y exdirector de La Opinión de Málaga Juande Mellado. / Yaiza Laguna

Como explica, el pistoletazo de salida lo dio el propio Rafael Esteve en enero de 1987 con un artículo en el periódico ‘Sur’ en el que pedía el tren de la alta velocidad para Málaga y la Costa del Sol. «Era la gran oportunidad de romper la isla que era Málaga; aunque con la carretera de las Pedrizas empezó a romperse el aislamiento, el tren de alta velocidad era el futuro», explica.

El respaldo de Aesdima

Rafael Esteve consiguió el respaldo de su colectivo, la Asociación para el Estudio del Desarrollo Integral de Málaga (Aesdima), que presidía Enrique van Dulken, y en la que también se encontraban el ingeniero de Caminos José Alba y el exdiputado de UCD Francisco de la Torre. Los cuatro formaron el núcleo duro de esta reivindicación, que en 1989 el propio Esteve presentó en un congreso ferroviario en Sevilla, con la idea de prolongar el nuevo AVE hasta Málaga, de cara a la Expo 92.

El presidente de Aesdima Enrique van Dulken.

El presidente de Aesdima Enrique van Dulken. / Arciniega

«Era nuestra oportunidad, Sevilla no tenía entonces capacidad hotelera, ese era el gancho para justificar la conexión con Málaga porque si no, nos quedaríamos descolgados en un extremo de Europa», relata.

El libro detalla todos los pasos y transformaciones de este movimiento ciudadano que como detalla su coautor, Juande Mellado, fue un «trabajo silencioso» al que se sumaron el Centro de Iniciativas Turísticas de José Sánchez Rosso, la Cámara de Comercio, Aehcos, Aehma «y que primero formaron la Plataforma Pro AVE y luego la Fundación AVE».

La plataforma ciudadana, constituida en 1997, estaba presidida por el exalcalde de Málaga Cayetano Utrera, pero sin embargo no recibió el plácet en algunas altas esferas. «El tacticismo político se mantuvo durante 20 años para sacar rédito electoral entre distintos gobiernos de España y de la Junta de Andalucía y los políticos de Málaga tuvieron que hacer malabarismos para defender los intereses de su tierra con las directrices políticas que emanaban desde Madrid», explica Juande Mellado, al tiempo que reivindica el papel de la popular Celia Villalobos y la socialista Magdalena Álvarez.

El exalcalde y presidente de la plataforma ciudadana por el AVE a Málaga, Cayetano Utrera.

El exalcalde y presidente de la plataforma ciudadana por el AVE a Málaga, Cayetano Utrera. / DANIEL PEREZ

A este respecto, Rafael Esteve recuerda que, ante el nacimiento de la plataforma ciudadana, «hubo sectores políticos interesados en decir que eso era una estrategia política contra el Gobierno de Aznar», mientras que en la Junta, gobernada por los socialistas, estaban centrados en el AVE a Sevilla y había poco interés por Málaga. «No tenían visión a largo plazo y eso era fundamental», estima. Con respecto a resistencias en sectores de Málaga, el principal argumento es que «había otras prioridades».

Sin embargo, la llegada de la plataforma, con sede en el restaurante El Chinitas de José Sánchez Rosso y luego de la fundación terminaron por vencer al tacticismo político: en 2001 se colocaba la primera traviesa del AVE.

Colocación de la primera traviesa del AVE en 2001, con Celia Villalobos, Francisco de la Torre, José Mª Aznar y Francisco Álvarez Cascos.

Colocación de la primera traviesa del AVE en 2001, con Celia Villalobos, Francisco de la Torre, José Mª Aznar y Francisco Álvarez Cascos. / ARCINIEGA

El libro incluye una prolija documentación de todos estos años de lucha, incluida una carta de Enrique van Dulken al presidente de la Generalitat de Cataluña, por las críticas que levantaba entre algunos políticos catalanes la llegada del AVE a Málaga.

El momento tan esperado se produjo el domingo 23 de diciembre de 2007 a las 12.33. El AVE ya estaba en Málaga.

Portada de La Opinón del día de la llegada del AVE, el 23 de diciembre de 2007.

Portada de La Opinón del día de la llegada del AVE, el 23 de diciembre de 2007.

De ese día escribe José Alba: «Sentí una gran tristeza porque no estuvieran presentes ni Enrique van Dulken ni Rafael Esteve, pues no habían sido invitados al acto. Sin embargo, allí estaban quienes se habían opuesto todo lo que habían podido a que el AVE llegara a Málaga». La historia de esta infraestructura, sin maquillaje.

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