Cuidados

Cudeca, 30 años acompañando a pacientes en el final de la vida

La Fundación es un referente de los cuidados paliativos, con más de 18.000 familias atendidas a lo largo de tres décadas, un millar de voluntarios y un centenar de empleados

La médico Gloria Mateo y la 
enfermera Tiffany Azuaga
atienden a un paciente en la 
Fundación.  daniel pérez / efe

La médico Gloria Mateo y la enfermera Tiffany Azuaga atienden a un paciente en la Fundación. daniel pérez / efe / gemma bastida / efe. málaga

Gemma Bastida / EFE

Con más de 18.000 familias atendidas, un millar de voluntarios y un centenar de empleados, la Fundación Cudeca, que este año celebra su 30 aniversario, se ha convertido en un referente de los cuidados paliativos en la Costa del Sol, donde prevé seguir creciendo con nuevos proyectos como la apertura de una unidad pediátrica para menores en fase terminal. «No podemos añadir días a la vida, pero sí vida a esos días». Así define la doctora Marisa Martín, gerente y directora médica de Cudeca, la labor que lleva a cabo esta organización no lucrativa fundada en 1992 por la británica Joan Hunt.

Después de que su marido muriera de cáncer en el Hospital Clínico de Málaga en 1991, esta decidida jubilada de 62 años se marcó el objetivo vital de mejorar los recursos y la atención médica, psicológica y humana a los enfermos terminales en la provincia. Lo hizo con la ayuda de Marisa Martín, que por aquel entonces trabajaba en un hospital y que dejó esta ocupación para dar forma al sueño de Hunt. El ‘alma mater’ de este ambicioso proyecto falleció a mediados de 2021 a los 92 años, pero su legado continúa más vivo que nunca, con nuevos proyectos en marcha que permitirán mejorar los últimos días de vida de pacientes en fase terminal.

Joan Hunt, fundadora de Cudeca, con una paciente. | CUDECA

Joan Hunt, fundadora de Cudeca, con una paciente. / Manuel Aguayo

Más de 1.600 pacientes

Cudeca atiende en la actualidad a más de 1.600 pacientes y cuenta en su sede de Benalmádena con una Unidad de Día y una Unidad de Ingresos, además de siete equipos de atención domiciliaria. Esta Unidad de Día dispone de servicios como peluquería, fisioterapia, gimnasio, podólogo, clases de reiki o spa, y el objetivo es que los pacientes que pasen por aquí recuperen la autoestima, las ganas de participar en actividades -las que ellos decidan- y puedan compartir su experiencia con otras personas en su misma situación.

«No es un sitio triste, sino todo lo contrario, es un sitio de vida, alegre y agradable. Aquí los pacientes recuperan la esencia de quienes son, los convertimos en un agente activo del proceso, ellos deciden en cada momento qué es lo que quieren hacer», explica Marisa Martín.

Como el tiempo para estos enfermos «es muy limitado», es importante que «puedan hacer cualquier cosa que les haga sentir bien», añade la doctora, que recuerda que por la Unidad de Día pasan anualmente entre 100 y 130 personas.

Siete equipos

Para atender a pacientes en una fase más avanzada que ya no se pueden desplazar, Cudeca cuenta con siete equipos de atención domiciliaria formados por una enfermera y un médico especializados en cuidados paliativos, que se complementan con psicólogos y trabajadores sociales. Estos equipos atienden actualmente a unos 550 pacientes en la Costa del Sol, Málaga, Rincón de la Victoria y el Valle del Guadalhorce, cubriendo una población de aproximadamente un millón de habitantes. Uno de los objetivos principales de Cudeca es aumentar de siete a diez estos equipos para hacer frente a una presión creciente de la demanda, remarca Marisa Martín.

La atención domiciliaria se realiza de lunes a viernes, tanto presencial como telefónicamente, y en estrecha coordinación con los equipos de Atención Primaria del Servicio Público de Salud.

La tercera pata de la actividad de Cudeca es la Unidad de Hospitalización, que dispone de diez habitaciones para enfermos en sus últimos días de vida. El tiempo medio de las personas que ingresan aquí es de dos semanas. Se trata de un edificio en el que se ofrece atención hospitalaria, aunque se asemeja más a un apartamento o una residencia que a un centro sanitario.

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