Entrevista | Ricardo Nandwani Presidente de la asociación empresarial Málaga Digital y socio fundador de Aticco Software

«Vamos a trabajar para que Málaga tenga el primer convenio colectivo de España en el sector tecnológico»

«Vamos a desarrollarlo este año para dar respuesta a temas como el teletrabajo, la flexibilidad horaria o las categorías profesionales». «Málaga puede aspirar a ser el segundo polo tecnológico de España»

Ricardo Nandwani, presidente de la asociación empresarial Málaga Digital.

Ricardo Nandwani, presidente de la asociación empresarial Málaga Digital. / L. C.

José Vicente Rodríguez

José Vicente Rodríguez

La Asociación de Personas Empresarias y Autónomas de la Industria Tecnológica y Digital, Málaga Digital, echó a andar hace un mes bajo la presidencia de Ricardo Nandwani, socio fundador de Aticco Software y presidente de la Comisión de Empresa y Economía Digital de la Cámara de Comercio de Málaga. Esta patronal de empresas digitales nace con el respaldo de Ametic, la asociación representante de la industria digital en España, y quiere trabajar por los intereses de un sector que reúne a 2.600 empresas en la provincia (el 40%, micropymes de entre uno y diez trabajadores) y a unos 3.000 autónomos.

Málaga vive un momento espectacular en el campo tecnológico, con el desembarco de numerosas empresas y el afianzamiento de las startups locales. ¿Cuáles son las claves del éxito?

Más que una eclosión creo que es fruto del buen trabajo que se ha realizado durante los últimos 30 años, cuando se inauguró el Parque Tecnológico de Andalucía (PTA). Se ha ido sembrando poco a poco, creando empresas autóctonas importantes y startups de éxito internacional, unido la llegada de firmas nacionales y multinacionales. Las administraciones y las empresas han trabajando muy bien. Málaga tiene buena Universidad, talento, infraestructuras, clima envidiable y está bien posicionada geográficamente. Se puede decir que lo tiene todo, aunque siempre en un proceso de mejora continua.

Se suele hablar del riesgo de «morir de éxito», en alusión al peligro de que el crecimiento no vaya acompañado de una mayor oferta de espacios de oficinas o de capacidad para generar la mano de obra especializada que demandan las empresas. 

En mi opinión, Málaga es un producto que debe dirigirse a un público objetivo concreto. Debemos tener visión estratégica. Málaga tiene ahora mismo una pequeña dificultad para acoger a empresas que requieran espacios de oficinas muy grandes, aunque también hay compañías de gran tamaño con necesidades menores de espacio. Se está trabajando por parte del Ayuntamiento para habilitar zonas de oficinas más modernas, y también el sector privado planea nuevos edificios. Está por ver, en todo caso, si habrá capacidad para acoger todos los proyectos que puedan llegar.

¿Y en materia de formación? Las empresas dicen que no encuentran en Málaga todos los perfiles que necesitan.

Ese cuello de botella se resuelve de varias maneras. Con una formación continua y especializada por parte de las empresas, con el talento que genera Málaga a través de su Universidad y también reclutando a personal de fuera. Ahora mismo el teletrabajo está muy extendido entre las empresas. Hay firmas en Málaga con centenares de empleados donde una parte de ese personal trabaja desde otras provincias españolas, o incluso en otro país.

Uno de los objetivos con los que ha nacido Málaga Digital es desarrollar un convenio colectivo para el sector tecnológico.

Hay necesidad desde hace años de un marco laboral en este campo por parte de empresas y trabajadores. No existe a nivel nacional un convenio que reúne las características y casuísticas propias de este sector. El de Málaga sería el primero de España, y regularía aspectos como el teletrabajo, la flexibilidad horaria, una mayor amplitud de categorías laborales, etc. Ahora mismo, los trabajadores de empresas tecnológicas están en convenios como el siderometalúrgico o el de oficinas y despachos, que no tienen nada que ver. El objetivo es crear un convenio moderno, adaptado a los tiempos de hoy y beneficioso para todos. Daría mayor certeza y garantía jurídica a todas las empresas que llegan de fuera para instalarse en Málaga. Creemos que las compañías que adopten este convenio serán también más apetecibles para los trabajadores, en un momento donde la escasez de profesionales hace que sea ellos los que deciden en qué empresa trabajan.

¿Qué plazo manejan para desarrollar el texto del convenio?

Esperamos poder tenerlo listo este año. Ya estamos trabajando de forma interna, con contactos con las empresas y los distintos Colegios profesionales de Málaga y Andalucía que engloban a todos estos trabajadores. También con la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM). Vamos a hablar con los sindicatos y a repasar todos los convenios que nos puedan servir de punto partida. Nos gustaría poder cerrarlo a lo largo de 2023. En Málaga se respira voluntad de mejora por parte de todos, y creo que en este aspecto vamos ir también por delante y lo vamos a conseguir.

En general, el trabajador tecnológico, ¿está bien pagado?

Depende mucho de la empresa en que se trabaje. Muchas pymes no pueden competir en salarios con las multinacionales. En este sentido, el convenio que vamos a crear será amplio en categorización salarial, y quiere resolver de forma muy práctica lo que llamamos categorías iniciales. Definirlas muy bien, lo mismo que la forma de promocionar a los empleados. El Gobierno está moviendo la cuestión del estatuto del becario y nosotros queremos también anticiparnos y dar respuesta a esta problemática, para crear categorías que den forma jurídica a esta figura. Así estará muy claro cuáles son los niveles de entrada de rango salarial.

Entiendo que se quiere, ante todo, asegurar las garantías laborales y salariales en el enorme tejido malagueño de pymes.

Sí, y que haya regulación en materia de teletrabajo y de conciliación laboral y familiar. Son trabajadores que se tiran ocho horas delante de la pantalla de un ordenador. Las multinacionales tienen sus propios convenios colectivos pero las pequeñas y medianas empresas no. Por eso queremos elaborar un convenio colectivo adaptado a sus necesidades.

Hay mucho apoyo a las startups en forma de incubadoras y aceleradoras pero, ¿qué siguen echando en falta?

Más capacidad de inversión y financiación alternativa a los bancos. Falta todavía que haya más acceso a grandes inversores. Muchas de las empresas que tenemos en la provincia acaban saliendo fuera en busca de esos inversores y de fuentes de financiación. Es un problema que arrastramos en todo el tejido productivo de la provincia, no sólo en el tecnológico. Pero es verdad que nuestro ámbito requiere especialmente de muchas inversiones en desarrollo de producto e I+D que están muy limitadas aquí.

Málaga es ya comúnmente considerada como el tercer polo tecnológico más potente de España tras Madrid y Barcelona. Se piensa incluso que puede aspirar a la segunda plaza.

Efectivamente, pero de lo que se trata es de seguir haciendo el buen trabajo realizado hasta ahora. Los frutos llegarán. Málaga tiene capacidad para llegar a ser el segundo polo tecnológico de España, ¿por qué no? Pero ése no debe de ser el foco, sino mejorar en las cuestiones que sean necesarias y anticiparnos a todo. Es decir, ser los primeros en cuanto a estar a la vanguardia: en I+D, en tecnología, en creatividad, en talento... Si lo hacemos, seguramente llegaremos a estar entre los dos primeros, aunque siempre teniendo en cuenta las limitaciones de Málaga, que es una ciudad más pequeña que Madrid o Barcelona. Competir en números es complicado, pero ¿hacerlo proporcionalmente? Claro que sí.

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