Cine

Efectos visuales y arte digital: el camino de una malagueña para trabajar al amparo de George Lucas

Alba Sánchez-Serrano nació en Málaga pero se especializó en arte digital en Madrid. Ahora es responsable de efectos visuales en Industrial Light and Magic (ILM), un departamento de Lucasfilm para el desarrollo de efectos especiales y gráficos - Sus proyectos abarcan desde 'Chernobyl' hasta 'Antman y La Avispa: Quantunmania', su último encargo

La responsable de efectos visuales, Alba Sánchez-Serrano

La responsable de efectos visuales, Alba Sánchez-Serrano / La Opinión

Dani Vivar

Los efectos visuales son una herramienta cada vez más diferenciadora en la industria del cine. Se crean escenarios utópicos con cascadas enormes, grandes lagos, combates en otros planetas, saltos entre el tiempo o el espacio. Vuelos en criaturas de otro mundo o hasta algo normal como un castillo medieval entre la niebla. Estas técnicas de producción digital son parte importante de diversas producciones y sus bambalinas, donde se concibe y desarrolla la magia, pasa normalmente desapercibida.

Y en esta situación se encuentra Alba Sánchez-Serrano, nacida en Málaga. Aunque ahora reside en Londres por su trabajo: es compositora de efectos visuales en Industrial Light and Magic (ILM), una de las mayores compañías de efectos especiales y gráficos del mundo. Y departamento de Lucasfilm, del reconocido director de cine George Lucas.

“Ahora nos dejan trabajar desde casa y me permite poder hacer estas cosas” dice riendo antes de contar cómo empezó su camino en esta modalidad del arte digital. Y el comienzo fue en el Centro Universitario U-tad de Madrid. 

Algo más moderno

“Este área no ha sido algo que tuviera planeado. Desde pequeña me gusta dibujar, entonces tenía claro que quería dedicarme a algo artístico. Pero no me veía tampoco estudiando Bellas Artes, quería algo más moderno”, explica.

Cuando le tocó decidir a qué dedicarse, investigó qué centros impartían arte digital: “Diría que el único centro que ofertaba esta titulación de arte digital de forma oficial es el U-tad de Madrid. De hecho, cuando llegué yo era parte de la segunda promoción. Era difícil formarse en este área en España”.

Sánchez decide entonces empezar prácticas profesionales en una compañía madrileña: Ilion Animation Studios. Al finalizar, busca pasar de los efectos visuales de la animación a generar esa herramienta en proyectos con actores de verdad. Viaja entonces a Londres, donde recibe el resto de su formación. “Y aquí estoy” comenta Sánchez. Desde entonces, ha trabajado en producciones como ‘The Last Kingdom’, ‘Shadow and Bone’ o ‘Chernobyl’.

En un apartado técnico como son los efectos especiales, las compañías llegan a destinar más de la mitad del presupuesto a esta parte de la producción por las oportunidades que ofrece. Sánchez explica:  “El tema de los efectos visuales está más en auge ahora. Y es algo que a mí me ha venido bien para entrar al mercado. Por otro lado, el espectador se detiene a analizar más esa parte del trabajo, lo que implica más visibilidad”.

Los efectos visuales

En España, las compañías de efectos visuales también tienen su caché: El Ranchito, ubicada en Barcelona o Miopia FX en Madrid, son de las empresas de efectos visuales más importantes del país. De hecho, han trabajado para compañías como HBO o Netflix.

Este trabajo implica también una exigencia añadida: ¿cómo se manejan los cambios de última hora? La malagueña explica que hay empresas que exprimen este departamento. Si hay cosas que cambiar en el último momento, debe hacerse rápido porque el estreno de la película "es inamovible”. Algo negativo cuando se trata de cuidar al detalle lo que aparecerá en pantalla.

Los efectos visuales son la predilección de directores como James Cameron. Avatar supuso un cambio de paradigma para este apartado, en cuanto a la forma de crear escenarios y personajes de una forma nunca antes vista.

Sánchez explica que, desde la época Avatar, la computación ha mejorado muchísimo: “Un aspecto importante es que los ordenadores ya permiten esa carga de trabajo. Antes no soportaban todos los efectos que se proponían”.

Su última gran participación ha sido en la superproducción ‘Antman y La Avispa: Quantumanía’. Sánchez se ha dedicado a unir todas las piezas de la película que le llegaron, generadas por ordenador, como personajes y entornos en 3D, integrándolos con los actores y parte del escenario real previamente grabados en el set.

La malagueña, que califica esto como un sueño cumplido, añade que también ha sido un reto: “La escena de la cantina vino muy detallada: añadimos movimiento, luces y variedad de colores a cada plato y bebida que aparece. Por no hablar del entorno en sí, un restaurante muy complejo rodeado de nubes y unas cataratas de energía... todo estaba muy organizado. Entonces está genial formar parte de un proyecto tan grande; que te pongan a prueba”.

No puede comentar algunos proyectos en los que está trabajando ahora. Pero ahora habrá más personas atentas a su trabajo. A esa parte oculta de la industria audiovisual que tanto le mueve.