Memorias de Málaga

Malagueñas en la medicina

En 1956 sólo había colegiada en Málaga una mujer. Hoy la situación ha cambiado por completo: en 2023 el Colegio de Médicos de Málaga tiene un total de 9.359 colegiados y de ellos 4.763 son hombres y 4.596, mujeres

Trabajadores del antiguo Sanatorio 18 de Julio.

Trabajadores del antiguo Sanatorio 18 de Julio. / Guillermo Jiménez Smerdou

Guillermo Jiménez Smerdou

Guillermo Jiménez Smerdou

En el ejercicio de mi profesión de periodista nunca tuve que informar de un acto de entrega de los títulos acreditativos de fin de carrera en la Universidad de Málaga. Sí he asistido a lectura de tesis doctorales por invitación de los interesados, compañeros de profesión y familiares.

La primera vez que he ido, no por ejercicio de la profesión porque estoy jubilado, fue el celebrado hace unos meses en el Palacio de Ferias y Congresos de Málaga. Se iban a entregar los títulos a ciento y pico de médicos formados en la Facultad de Medicina, entre los que figuraba una nieta mía.

malagueñas en la medicina

Primer nacimiento en el Hospital Carlos Haya: la niña María Cerezo. / Guillermo Jiménez Smerdou

Cuando ocupé junto a mi mujer el lugar destinado a los familiares y amigos de los nuevos galenos me vino a la memoria una entrevista que hice hace unos cincuenta años a quien desempeñaba provisionalmente el Decanato de la Facultad, porque estaba aún en fase de nombramiento el decano que iba a hacerse cargo de los destinos de lo que hoy es uno de los centros de mayor prestigio de la UMA.

No recordaba en aquel momento, ni ahora, su nombre completo; solamente el de pila, Carlos. Era un joven lleno de vitalidad, consciente de la responsabilidad de formar médicos en unas instalaciones insuficientes, en unas aulas que no pasaban de ser unas habitaciones pequeñas no dotadas de los elementos imprescindibles para ejercer la enseñanza… porque, y de esto sí tienen constancias los primeros médicos formados en Málaga, las primeras clases se dieron en los sótanos del Hospital Civil.

En un cuchitril estudiaron los pioneros de la Medicina que salieron de la UMA. Hoy, según las manifestaciones del actual decano, que se formó en Málaga, desde la fundación hasta el momento que se estaba celebrando, han salido más de siete mil médicos, unos ejerciendo en Málaga y otros en diversos países y ciudades españolas.

Sin perder el hilo de la intervención del decano me vinieron a la memoria los nombres de los médicos que ejercían en Málaga antes de que se creara la facultad malacitana. Los médicos que ejercían en nuestra capital procedían de Sevilla, Granada, Cádiz, Madrid…, entre ellos algunos malagueños que pudieron cursar sus estudios en las facultades citadas gracias a las posibilidades de sus padres o a costa de mil y un esfuerzos para poder cursar los estudios fuera del hogar familiar.

Censo de médicos hace 50 años

Al iniciarse el acto de entrega de los títulos por orden alfabético, observé sin sorpresa que la presencia de mujeres superaba a la de hombres; desde hace unos años, las mujeres ganan en número a los del sexo masculino y no me atrevo a afirmar que los mejores expedientes corresponden también al femenino. Y no solo en Medicina porque en la Facultad de Ciencias de la Comunicación, donde se preparan los futuros periodistas, las chicas también superan a los chicos.

En la Málaga de mi niñez y adolescencia, cuando no existía la medicina pública, salvo la beneficencia, que se centraba en el Hospital Civil San Juan de Dios, hoy perteneciente a la Seguridad Social, y en el Hospital Noble, los médicos que tenían consulta propia eran pocos, pero de prestigio innegable.

Recurriendo a la memoria podría citar a más de doscientos, que no cito porque ocuparía más de un tercio del capítulo de hoy. La población malagueña no tenía nada más que dos opciones: las consultas privadas o la beneficencia. La situación mejoró al adquirir Sindicatos el antiguo Hotel Caleta Palace, convirtiéndolo en Sanatorio Francisco Franco de la Obra Sindical 18 de Julio, primero y, años después, con la construcción, sobre todo, por la Seguridad Social del Hospital Carlos Haya, poco después el Materno Infantil y finalmente el Clínico, complemento de la Facultad de Medicina.

malagueñas en la medicina

Doctoras jubiladas del Hospital Materno Infantil, en 2013. / Guillermo Jiménez Smerdou

Destinos

Desconozco el destino de los siete mil médicos formados en la Facultad de Málaga. Algunos, que procedían de otras provincias e incluso otros países, se instalarían en clínicas públicas y privadas en sus puntos de origen; otros se quedarían ejerciendo en Málaga y quizá todos los que se graduaron en las primeras promociones se habrán jubilado, porque los años pasan para todos y las enfermedades no distinguen entre médicos y abogados, conductores de autobuses y fontaneros.

Doy por descontado que muchos exalumnos malagueños estarán ejerciendo la profesión fuera de Málaga y en el extranjero, porque en países de nuestro entorno no solo son conscientes de la preparación de los médicos españoles… sino que a la hora de fijar los emolumentos son más generosos o saben valoran sus conocimientos.

Al tiempo que los estudiantes, ya graduados en Medicina y Cirugía recogían el diploma, yo pensaba en los al menos 6 años de estudios realizados, en los dos años más o menos de preparación que les quedaban por delante para el examen del MIR (que tendrán que aprobar para poder ejercer su profesión) más 4 o 5 años de Residencia, o sea doce o trece años de estudios y prácticas, me detuve en dos problemas que requieren una solución por parte del Gobierno de turno, y de la sociedad.

El Gobierno, porque tiene la obligación a través del Ministerio correspondiente de dotar los hospitales públicos del personal sanitario suficiente para atender sin largas demoras a los pacientes; la sociedad, porque tiene que respetar a los sanitarios en general, que dedican su vida al bienestar de la población.

Con preocupación me detengo en un aspecto de nuestra sociedad porque hay individuos e individuas (subrayo lo de individuas) que insultan, maltratan, amenazan e incluso agreden a los médicos porque no han sido atendidos a la hora señalada, no extienden las recetas de fármacos que ellos (y ellas) quieren porque «saben más que los médicos» y otras acusaciones.

Se dan demasiados casos en Málaga capital y provincia; el problema no se resuelve con una concentración de médicos y sanitarios en general a las puertas del hospital con una pancarta. Creo que hay que sacar del baúl de los recuerdos algunos avisos y prohibiciones que frenaban determinadas reacciones o actitudes deleznables, como «reservado el derecho de admisión» o «persona non grata» y otras con el mismo sentido para determinadas situaciones, como «prohibido fumar», «se prohíbe cantar bien o mal», «se prohíbe hablar al conductor», «se prohíbe escupir en el suelo» y el que se colocaba en el interior de los vagones de ferrocarril «es peligroso asomarse al exterior».

Pues bien, alguna de estas prohibiciones habría que aplicarlas a los energúmenos que insultan a los sanitarios, como, por ejemplo, «reservado el derecho de admisión».

De 1 a 4.596

En 1956, en el Colegio Médico de Málaga se produjo un hecho ¿inaudito? Se colegió por primera vez una médica. Al año siguiente, el número se elevó a 4. El censo era: colegidos, varones, 556; mujeres, 4.

Hoy, en 2023, el Colegio de Médicos de Málaga tiene un total de 9.359 colegiados, de los cuales 4.763 son varones y 4.596 mujeres. El 49 por ciento de los médicos colegiados en nuestra provincia son mujeres.

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