La nave perdida de Renfe, más cerca de reencontrarse

En Málaga hay circunstancias que pueden convertir cualquier proyecto público en el cuento de nunca acabar. Normalmente, cuando se demuele algo -un paso que nuestro Ayuntamiento suele tomar con bastante rapidez, por no decir ligereza- lo proyectado a continuación no suele tardar demasiado, aunque ahí tenemos la parcela del Astoria, que ya están tardando en construirse, pese a haberse demolido los dos cines y a la aversión municipal por los espacios sin rendimiento inmobiliario. 

Pero si el proyecto incluye, no la demolición, sino la preservación, es aconsejable que tomemos asiento y nos armemos de paciencia. De todas maneras, no hay que perder la esperanza, pues ya van dos programas electorales en los que nuestro alcalde promete adecentar la zona de las naves de Renfe en la calle Poeta Muñoz Rojas, a dos pasos de la estación. La idea es muy buena: reurbanizar todo el entorno como lugar de ensayo de bandas de música de Semana Santa y para uso de colectivos del distrito de la Cruz de Humilladero. 

Ayer mismo se podían ver altivas grúas en las inmediaciones, así que o se trataba de alguna exhibición aérea o ha comenzado a moverse algo por la zona. 

Cuestión aparte es el futuro de los antiguos talleres y calderas de los Ferrocarriles Andaluces, una obra de comienzos del XX, que perdió parte de la fachada por el retranqueo a causa del metro, si bien lo desmontado se encuentra conservado y catalogado, por si algún día se repone.

Esta preciosa nave, que muchos malagueños recuerdan porque albergó el Centro de Exposiciones Renfe, continúa todavía en la fase ‘cascajo’. 

En 2017 la Asociación por la Defensa del Patrimonio Industrial de Málaga reclamó en este diario su recuperación y apuntaba como uso futuro el social, cultural o el deportivo.

La nave es propiedad del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) y en los últimos años han sido varios los destinos que se han barajado, desde uso cultural compatible con oficinas de la propia Adif hasta hotel. Termine como termine, ojalá que no acabe como hasta ahora, con el aspecto de haber sido abandonada hace varias generaciones. 

Ayer, en el patio delantero forjado tras la ‘marcha de la fachada’ se arracimaba la porquería más variada, incluidos los colchones y en la calle lateral que da al centro comercial, colchones ocultos entre la maleza y letreros desvaídos del viejo centro de exposiciones. 

Si la obra municipal se pone en marcha quizás le siga la de la recuperación de esta preciosa nave. O viceversa. 

Suscríbete para seguir leyendo